En cuanto a lo de sentir la música: es una opinión totalmente subjetiva, pero yo creo que la improvisación es precisamente la parte más sentimental para el intérprete, ya que es donde más libertad tiene para expresarse. Personalmente, a mi la improvisación siempre se me ha parecido a una conversación entre los intérpretes, donde la teoría es un lenguaje pactado de antemano para que se puedan entender y la conversación no acabe siendo un montón de monólogos cada uno a su bola. De esta forma la teoría más que encorsetarte y restringirte, lo que hace es abrirte las puertas a crear algo nuevo junto a otras personas.
Desde luego, si ya sabes armonía tienes mucho andado Yo lo aprendí todo junto, la armonía y la guitarra, a ti solo te queda darle caña a la guitarra.
Saludos.
PD: Ah, y olvida las soluciones fáciles, esas son las que más suelen restringir y las menos gratificantes.