A mí me resultó fácil desarrollar el oído, pero fue acompañado de muchísima práctica, aunque era casi inconsciente, y fue de niño, como jugando. Pero el éxito se basaba en tener la capacidad de memorizar ciertos sonidos: el la del diapasón, la primera cuerda de la guitarra o el violín... A partir de ahí (o puede ser antes), aprender a reconocer intervalos, y relacionarlos con tus referencias memorizadas. Oído melódico conseguido. A partir de ahí, se puede sacar cualquier acorde, por muchas tensiones y ampliaciones que tenga. Se puede ir haciendo por voces separadas, enlace de un acorde con otro.... La práctica de esto te lleva sin darte cuenta a tener memorizados muchísimos tipos de acordes, que luego reconoces de un solo golpe, casi sin darte cuenta. Oído armónico conseguido. Pero para eso, es fundamental el estudio muy, muy atento de los INTERVALOS. Para mí, la madre del cordero.
A esta clase de oído, los guiris lo llaman "Perfect Pitch", diferenciándolo del oído absoluto. Musicazos y verdaderos gurús de estas técnicas (ambos tienen libros cojonudos, en inglés, por supuesto) son el guitarrista Jay Graydon y el bajista Gary Willis. Echad un ojo a sus webs para buscar los libros (están pululando por la red, pero también son fáciles de comprar). Yo creo en esto a pies juntillas, y se basa en la memoria auditiva. El oído absoluto de nacimiento, estos tíos dicen que existe, pero yo no me lo creo del todo. Algo de predisposición natural, sí que hay...
En Software: probad Ear Master Pro. Muy divertido, e increiblemente útil. Si lo hubiera tenido yo de niño...