Está bien buscar un compromiso entre la tradición y lo que es práctico o pedagógico. Aquí un ejemplo que acabo de encontrar para que los niños y niñas aprendan teoría musical jugando con coches. Curioso. No todo está inventado en teoría musical tampoco.
http://www.andnextcomesl.com/2014/05/learning-music-theory-with-cars.html
En este caso además de la motivación del juego en sí para un pequeñajo como el de la foto, está el componente espacial. Un paso más allá podría ser trasladar los coches desde su posición en el pentagrama al teclado y viceversa. Más complejo de preparar que el sonido del coche tenga que ir a su lugar en el pentagrama (sin etiqueta uno o los dos). O un paso más allá tocar un sonido en un instrumento y que el enano elija el coche que corresponde a ese sonido.
Un aprendizaje poco académico y sin terminologías que nos complican la vida, pero muy efectivo.
Aunque personalmente soy poco partidario y confío muy poco en esa moda de la hiperestimulación musical de los niños. Cada cosa tiene su momento. Un hijo de un atleta no le estimulan a intentar correr con 3 meses o incluso antes de nacer. Al hijo del novelista tampoco se le incita a escribir lo antes posible, ¿por qué hay esa obsesión con hiperestimular a los niños con la música, a que hagan cosas complejas lo antes posible? Es cierto que el contacto natural con la música, que los padres canten al niño (mejor que ponerle CDs enlatados) o que le enseñen gestos para canciones, que se le deje (pero no se le presione) explorar (que no tocar) un instrumento, son acertados. Pero existe una especie de presión por llegar lo antes posible a ser corredor olímpico cuando no se tienen las condiciones para ese entrenamiento.
Realmente los estudios demuestran que el contacto y la práctica musical estimulan el desarrollo intelectual de los niños, pero no que les hagan genios, ni mejores músicos. Algunos músicos han tenido el despertar del genio muy tarde y otros muy pronto. Pero seguro que la mayoría de los grandes genios de la música no han soportado el e stress académico por ser ilustres músicos desde sus tiempos en el vientre de la madre.
http://www.andnextcomesl.com/2014/05/learning-music-theory-with-cars.html
En este caso además de la motivación del juego en sí para un pequeñajo como el de la foto, está el componente espacial. Un paso más allá podría ser trasladar los coches desde su posición en el pentagrama al teclado y viceversa. Más complejo de preparar que el sonido del coche tenga que ir a su lugar en el pentagrama (sin etiqueta uno o los dos). O un paso más allá tocar un sonido en un instrumento y que el enano elija el coche que corresponde a ese sonido.
Un aprendizaje poco académico y sin terminologías que nos complican la vida, pero muy efectivo.
Aunque personalmente soy poco partidario y confío muy poco en esa moda de la hiperestimulación musical de los niños. Cada cosa tiene su momento. Un hijo de un atleta no le estimulan a intentar correr con 3 meses o incluso antes de nacer. Al hijo del novelista tampoco se le incita a escribir lo antes posible, ¿por qué hay esa obsesión con hiperestimular a los niños con la música, a que hagan cosas complejas lo antes posible? Es cierto que el contacto natural con la música, que los padres canten al niño (mejor que ponerle CDs enlatados) o que le enseñen gestos para canciones, que se le deje (pero no se le presione) explorar (que no tocar) un instrumento, son acertados. Pero existe una especie de presión por llegar lo antes posible a ser corredor olímpico cuando no se tienen las condiciones para ese entrenamiento.
Realmente los estudios demuestran que el contacto y la práctica musical estimulan el desarrollo intelectual de los niños, pero no que les hagan genios, ni mejores músicos. Algunos músicos han tenido el despertar del genio muy tarde y otros muy pronto. Pero seguro que la mayoría de los grandes genios de la música no han soportado el e stress académico por ser ilustres músicos desde sus tiempos en el vientre de la madre.