bicho escribió:Los JUPITER de Roland no son workstations, que es a lo me refiero.
Claro, a eso me refiero, que Roland dejó el concepto Fantom (con integración de pistas de audio) y se ha dedicado a sacar teclados para directo, sin siquiera secuenciador. Por tanto sólo queda el Kronos, y porque lo han vendido como un nuevo Oasys con el audio integrado (afortunadamente sin grabador de CDs)
Entiendo que hay algunos músicos que prefieren no trabajar con el ordenador (también es verdad que son los menos), pero para eso los teclados tienen secuenciadores internos para esbozar ideas o completar temas enteros con los sonidos de la workstation como siempre se ha hecho. Añadir pistas de audio no es solución, porque la flexibilidad y capacidad de un ordenador no la van a igualar ni superar el audio integrado en las workstation en ningún caso (más que nada porque la evolución en la tecnología de procesadores, memoria, o DSPs en ordenadores tiene un ritmo inigualable para un instrumento hardware).
Por eso mismo el que los sonidos internos compitan en calidad con los de las librerías software creo que a la larga también sería un error. Por un lado, poco a poco iremos viendo que también los teclados incluyen más memoria y más capacidad para samples, pero por el mismo motivo que el anterior no creo que les merezca la pena a los fabricantes competir con algo que no es su guerra y que tienen perdida de antemano.
En cuanto saliera (o salga) un teclado con sonidos al nivel de algunas librerias, no pasaría ni un año antes de que estuviera "anticuado" con respecto a las librerías más recientes. Por eso digo que veo más lógico que se "unan al enemigo", mejor que incorporar sonidos de fábrica que compitan, integra el teclado con el entorno de un homestudio, o permite a los usuarios cargar sus libreríasde forma fácil en un disco duro interno, por ejemplo. Las buenas librerías ya están ahí, pueden aprovecharlas y no tener que invertir en competir con algo que les dejará atrás rápidamente.
Esto en cualquier caso sería otro debate y no corresponde al hilo del MOX