CAPITULO 1
Todo empezó hace un año, por aquel entonces estaba trabajando en una serie de internet sobre zombies, algo muy independiente, pero que se hacía llevadero y terminábamos siempre muy contentos. Yo les llevaba el sonido en directo.
Un día al rodaje acudió un señor, al que llamaremos Arturo Sin Futuro, el cual venía simplemente a ayudar, se pasaba el día hablando de que el era un director de fama internacional, que había trabajado en series como CSI, que había ganado el premio de sundance con 18 años, el de Sitges, que iba a dirigir la casa de cera 2, que el vivía en otro país y que había tenido que venir para sacarse el titulo de cine en una escuela publica, que era una vergüenza, un director de su talla tuviera que rebajarse a eso. Yo vi que todo el mundo lo esquivaba bastante y algunos incluso ni si quiera lo miraban. No le di mayor importancia, yo estaba a lo mío, sonido, vamos.
En un momento del día de rodaje el se me acerco para preguntarme cuanto cobraba, yo le dije que dependía del proyecto, y bueno que todavía estaba aprendiendo y mejorando el material. El me dijo que tenía un proyecto para Antena 3 y que le diera mi teléfono y correo que el ya me diría algo. Yo se lo di, pero sabía que no me diría nada, pensé si es para antena 3 ya tendrán alguien con mucha más experiencia y la cadena ya dispondrá de su propio equipamiento. Pero me equivoqué. Al día siguiente lo echaron de la serie de zombies, nunca quedaron claros los motivos.
Al cabo de tres semanas me llego una llamada, de el. Preguntándome un precio de cuanto cobraría por un largometraje de unos 40 días. Yo le dije que por 3000 euros se lo hacía, tampoco sabía que precio pedir, pero bueno, si era para antena 3 supongo que no era nada descabellado, aunque apenas tuviera experiencia, estaba dispuesto a aprender de mi jefe de sonido. El me aseguraba que era un proyecto 100% profesional, todo con contrato, con un equipo muy extenso , incluso que habría alguien en el rodaje solo para cambiar bombillas, que eran muy maniáticos escogiendo los sitios para grabar, que nunca tenían problemas con el sonido en directo. Vamos que íbamos a estar como reyes. Yo sin pensármelo le dije que si, que aceptaba trabajar en su película, y entonces me dijo que me mandaba el guión.
El guión era un dramón, bastante tosco y lento. La verdad que no lo llegue a leer entero. Juro que siempre me leo los guiones y más si es un trabajo remunerado, pero en este caso… No había huevos a leérselo. Total, lo ojee por encima, vi de que iba y le di el OK. Me dijo que me llamaría un día para hacer pruebas de vestuario y para que el equipo técnico probara su equipamiento, y así me presentaría al resto del equipo. Yo en ese momento, le pregunte si antena 3 iba a poner todo el equipo de grabación, ardía en deseos de trastear material. Pero el al momento me corto en seco, y me dijo que yo me tenía que traer mi material. En aquel momento pensar que ni si quiera tenía mis sennheiser mkh 416, ni mi Neumann. Tiraba con un rode ntg-1 pelado, ni si quiera tenía un zepelín! El me dijo que no había problema, que se grababa mucho cine profesional con un ntg-1. La cosa ya me empezó a oler a chamusquina. Entonces yo le dije que ya que me iba a pagar 3000 euros, que me los pagara por adelantado, y yo lo invertía en material, el saldría ganando y yo también. Me dijo que ya lo hablaríamos y que me mandaría el citado día para hacer la prueba de vestuario y hablarlo todo. Colgó. Yo pensé en que si me iban a pagar, yo ya había avisado de las limitaciones de mi equipo, aparte tendría a un director de sonido, y estaba seguro que el ya habría pensado todo el hándicap del material o de hablar con producción de lo que iba a necesitar.
Al cabo de dos semanas recibí su correo con su convocatoria. Me citaba en un restaurante de Badalona, una especie de taberna en la cual hacían paellas al lado del mar.
Llego el día. El sitio era bastante antiguo, estaba muy descuidado, parecía un negocio centenario que ya había pasado sus días de gloria. Nos subieron al piso de arriba y nos entraron en una sala. Éramos unas 12 personas, en su mayoría eran personas de escuela, no había ni rastro de nadie de antena 3. El productor era el mencionado Arturo Sin Futuro (que aparte era director y guionista de la película) y un compañero bastante bajito, el cual estaba repleto de tatuajes y hablaba en un tono muy barriobajero. No había ni rastro del director de sonido, aunque como descubrí ese mismo día, dicha figura no existía, yo me encargaba al completo de todo el sonido. La cosa empezaba a asustar.
Nos presentaron a todos, cuando llego mi turno, me empezaron a hacer la coba, y a decir que era un excelente sonidista, yo me reía por dentro porque el mencionado director jamás había visto ningún trabajo mío, ni si quiera había pedido referencias. Pero bueno aguante el tipo. Reconocí a gente del equipo con la cual había trabajado en la serie en la cual conocí a este señor. Así que pensé que si ellos estaban era por algo.
Ahí ya empezó la primera sopresa, no era una quedada para probar ropa y hablar. Era un día de rodaje!!! NI MÁS NI MENOS. Íbamos a rodar esa misma tarde, no había contrato, no había nada. Arturo Sin Futuro nos dijo que era un tiro seguro, que se pagaría todo lo pactado con nosotros, que la película era hacerla en unas semanas y venderla a antena 3. No se porque me quede, no se porque hice caso a todas esas majaderías, pero fuera por lo que fuera, no me fui por la puerta, asentí y me quede. Monte el equipo y empezamos a rodar.
De esas 12 personas, habían 4 que eran de su fiel equipo. El cámara, el director de actores, el productor asociado que aparte era el electricista y un amigo del productor asociado que también era eléctrico. Esas cuatro personas, no paraban de repetir al resto la suerte que habíamos tenido de toparnos con este señor, que éramos afortunados. Que este señor era una mente privilegiada, y que esa película iba a ser un exitazo. Los 4 en todo momento le hacían la coba. El resto del equipo era gente de escuela que poca relación tenían con ellos, aparte de los que ya venían de la serie. La script por ejemplo era estudiante, muy agradable por cierto, mi ayudante en sonido era también otro chaval muy majo, el asistente de dirección lo mismo, y los actores igual. La parte joven era bastante sociable y agradable.
El garantizaba que escogía cuidadosamente los sitios dónde rodar, la realidad fue que pasaba un tren cada 20 minutos por delante del restaurante, el cual hacía temblar hasta los cimientos, veía como las paredes agrietadas del restaurante sufrían y no parecían dispuestas a aguantar mucho más tiempo ese sitio descuidado y deteriorado. La secuencia era una conversación de dos actores en una cama, la cual estaba llena de polvo. Para una secuencia de dos minutos, estuvimos casi 7 horas. A media tarde sacaron un poco de pate y coca cola del dia, el mencionado productor asociado (el tipo bajito) saco una navaja y la introdujo dentro del pate, saco pate y lo unto en un trozo de pan, chupo la navaja y lo volvió a introducir en el pate. Se me quito el hambre de golpe.
Seguimos el rodaje, el estrés no cesaba, aquello no lo salvaba ni dios, la secuencia era lenta, aburrida, sin chispa, sin gracia, sin nada, no creaba pasión, estaba aquello más muerto que un dinosaurio, la gente estaba cansada, hambrienta. Se nos hicieron las 12 de la noche, acabamos el rodaje, no había cena, sabiendo que estábamos rodando en un restaurante. Nos dieron las gracias y que ya nos mandarían la convocatoria para el siguiente día. Había terminado el primer día de rodaje de la película. Lo más fuerte, todavía estaba por llegar.