Me uno al debate del lenguaje, y al final vereis que también tiene que ver con el de la palabra "sintetizador".
Yo creo que ya más de uno sabe que me gusta escribir bien, sólo por leerme por aquí, de hecho, en realidad lo que me gusta es escribir. Es simplemente una de mis aficiones y pasiones, igual que la música, de ahí mi empeño por hacerlo lo mejor posible.
Así todo, me vais a permitir que haga de abogado del diablo y filosofe un poco, porque no hay debate interesante sin alguien que ejerza esta función, y en este caso concreto creo que es necesario.
Lo que está claro, es que el lenguaje no es una cosa, un objeto que una vez fabricada está lista y no hay que modificarla: un lenguaje (cualquiera) es una forma de comunicación interpersonal, y como tal, sufre pequeños cambios de persona a persona y de sociedad a sociedad. Bueno, quizás habría sido mejor empezar con esta sentencia en vez de con la anterior: cada persona es diferente.
Si cada persona es diferente, una forma de comunicación
interpersonal, sufrirá cambios permanentemente, casi tantos como cada vez que sea usada. Esto es inevitable, son condiciones intrínsecas al ser humano la primera, y a la naturaleza de un medio de comunicación la segunda (ya sabreis el rollo de dos interlocutores dos significados).
Además, las cosas cambian, continuamente aparecen nuevos conceptos, se transforma el significado de los conceptos antiguos y entonces, todos queremos intercambiar, exponer y expresar estos cambios a las personas que nos rodean. Es en esos momentos cuando se crea lenguaje: los únicos lenguajes que no sufren cambios son las lenguas muertas, es decir, las que ya no son usadas por ningún ser humano
"Limpia, fija y da esplendor", si en ese lema no se incluye "crear" es por las razones que he expuesto. La Academia no está para crear lenguaje, de hecho, ni siquiera está para prohibir, sólo está para limpiar el lenguaje que los hablantes crean, fijarlo como medio de comunicación con una forma aceptada por todos los hablantes, y lo de darle esplendor es un poco falta de modestia que bueno, de vez en cuando no está de más
Así lo establecen los estatutos de la misma Academia cuando dicen que ésta
«tiene como misión principal velar porque los cambios que experimente la Lengua Española en su constante adaptación a las necesidades de sus hablantes no quiebren la esencial unidad que mantiene en todo el ámbito hispánico» (no os creais que me lo sé de memoria, esto es de toda la vida y además, está en la página web
).
Esto llega a tal punto, haciendo un pequeño inciso en el tema originario del debate, que
todos los diccionarios de la Academia, vocabulario, gramática, etc, se hacen en base a estadísticas de muestras de conversaciones recogidas en varios estratos sociales de casi todos los países donde se habla el castellano (el proceso es más complejo, pero la base es esa),
ninguno se hace en plan "yo soy el que más sabe de castellano así que todo el mundo a hablar como yo digo"
Fijaos que se refiere expresamente a todo el ámbito hispánico, enorme ámbito, que precisamente es una de las novedades de las nuevas (valga la redundancia) gramática y ortografía: limpiar, fijar y dar esplendor, a las distintas formas de hablar de los compañeros de lengua del otro lado del charco, con la cooperación de las academias respectivas a esos paises, cosa que no se había hecho nunca. Porque por mucho que el lenguaje cambie,
algún límite tiene que haber si queremos entendernos los unos a los otros, después el límite volverá a cambiar, y se volverá a poner otro, etc
Total, que esto de la palabra sintetizador es otro ejemplo de cómo se crea lenguaje, para mí está claro que al principio esta palabra fue un anglicismo más procedente del vocablo inglés
synthesizer; sólo que en este caso se dió la casualidad de que las raíces de "síntesis" en castellano y "synthesis" en inglés, son las mismas: del latín synthĕsis y éste a su vez de otro vocablo griego. No es algo tan raro, los romanos llegaron a la isla de la Gran Bretaña, y dejaron allí su imprenta típica (lenguaje, derecho, arquitectura) igual que en el resto de sitios a los que llegaron.
Dada la raíz común, la función de la Academia de limpiar y dar fijeza estaba clara: se aprovecha la palabra del castellano que ya existe para esta raíz, síntesis (se limpia), y se crea un nombre que define el nuevo objeto partiendo de esa raíz, sintetizador (se fija).
A partir de ahí la rueda vuelve a girar, salen nuevos tipos de síntesis y nuevos objetos para ellas, pero los hablantes no crean nuevas palabras para ellos, así que a la hora de comunicarnos, definimos todos los aparatos de este estilo con la misma palabra, y así lo recoge la Academia.
Que por cierto, a mí me parece lo mejor ¿Para qué vamos a inventar otra palabra para cada uno de todos estos aparatos? Están el modelo, marca, tipo de síntesis... da perfectamente para la comunicación y todos los entendemos, que al fin y al cabo es lo importante, poder entenderse los unos a los otros.
Saludos.