extraido de "el mundo"
http://www.elmundo.es/elmundo/2007/07/10/rockandblog/1184054730.html
Alarma: Queen prepara su primer disco sin Freddie Mercury
10 de julio.- Sólo un regreso me aterra más que el segundo advenimiento de Najwajean. Se gesta en Londres y puede ser apocalíptico: Queen planea su regreso con nuevo disco de estudio, el primero en 12 años: el primero sin la voz de Freddie Mercury. Lo dice Brian May en su web.
Fuera prejuicios. Después de esquilmar el patrimonio de la banda con un cutre-musical que es un cruce entre Mad Max y Locomía, y con una gira con Paul Rodgers como estrellota invitada/elefante en la cacharrería (imposible sustituto de Freddie), Roger Taylor y Brian May ya van a por la pasta sin pudor.
¿Es esto en verdad justo y necesario? ¿Necesita un mundo en tensión geopolítica y cambio climático un sucedáneo de Queen? ¿No deberían esperar al menos a que Bush salga de la Casa Blanca?
Por el camino del exceso, Freddie fue uno de los grandes del setentochentismo, un zar del rock rococó. Un primer rasgo de genialidad hortera: convertir su singular nombre, Farrokh Bulsara, en el repeinado Freddie Mercury. Un segundo: unir los símbolos zodiacales de los cuatro Queen para conformar el bizarro logo de la banda, incluidos un cangrejo (?).
[img][425:267]http://estaticos03.cache.el-mundo.net/elmundo/imagenes/2007/07/10/1184054730_extras_ladillos_1_0.jpg[/img]
Paul Rodgers (en el centro) y Brian May (izquierda) durante la gira 'European Tour 2005'. (Foto: Reuters)
Su vida fue un canto a la libertad. Nacido en Zanzíbar y criado en India, no llegó a Inglaterra hasta la adolescencia, pero fue para comérsela. Vivió su bisexualidad como le salió de las narices, y no se privó de ponerse sus mallas siempre que quiso y de prodigar megatriunfales posturas en todo tipo de macroconciertos de aspecto totalitario (o no), para elogio de millones y vergüenza de otros tantos.
Musicalmente, si conseguías superar el estupor, el Buckingham rock de Queen -con Brian May de versallesca María Antonieta- podía molar mucho (si no, siempre te quedaba la lectura sarcástica). Freddie fue una fuerza de la naturaleza que en los 70, partiendo del glam, lo mismo le dio al rocanrol que al heavy light y a la ópera funk. Es verdad que luego se anclaron en las fórmulas, pero conservaron el toque (curioso: el punk no les afectó en lo más mínimo, más allá de desprestigiarles).
Esos visionarios leggins lo ponían difícil, pero era un espectáculo contemplar al tipo gobernando la masa como en el 86 en Wembley, y esa pirada forma de cantar y tocar el piano que siempre me recordó, no sé por qué, al tronado de Little Richard.
Pero Freddie murió, Deacon se quitó de enmedio, y May y Roger Taylor (el menos talentoso de los cuatro con mucho) se dedicaron a exprimir el limón. En la presentación del musical 'We will rock you' en Madrid, hace seis años, le pregunté a Taylor qué pensaría Freddie del expolio. "Oh, le encantaría", contestó en plan british mientras me levantaba el dedo anular, para regocijo de fans y perplejidad de colegas presentes.
Ahora, después de arrastrarse por los escenarios a la manera de los imposibles Doors del Siglo XXI, disco nuevo de Queen. ¿No podrían al menos llamarse de otra manera? ¿The show must go on? Yo opino que not.
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Alarma: Queen prepara su primer disco sin Freddie Mercury
10 de julio.- Sólo un regreso me aterra más que el segundo advenimiento de Najwajean. Se gesta en Londres y puede ser apocalíptico: Queen planea su regreso con nuevo disco de estudio, el primero en 12 años: el primero sin la voz de Freddie Mercury. Lo dice Brian May en su web.
Fuera prejuicios. Después de esquilmar el patrimonio de la banda con un cutre-musical que es un cruce entre Mad Max y Locomía, y con una gira con Paul Rodgers como estrellota invitada/elefante en la cacharrería (imposible sustituto de Freddie), Roger Taylor y Brian May ya van a por la pasta sin pudor.
¿Es esto en verdad justo y necesario? ¿Necesita un mundo en tensión geopolítica y cambio climático un sucedáneo de Queen? ¿No deberían esperar al menos a que Bush salga de la Casa Blanca?
Por el camino del exceso, Freddie fue uno de los grandes del setentochentismo, un zar del rock rococó. Un primer rasgo de genialidad hortera: convertir su singular nombre, Farrokh Bulsara, en el repeinado Freddie Mercury. Un segundo: unir los símbolos zodiacales de los cuatro Queen para conformar el bizarro logo de la banda, incluidos un cangrejo (?).
[img][425:267]http://estaticos03.cache.el-mundo.net/elmundo/imagenes/2007/07/10/1184054730_extras_ladillos_1_0.jpg[/img]
Paul Rodgers (en el centro) y Brian May (izquierda) durante la gira 'European Tour 2005'. (Foto: Reuters)
Su vida fue un canto a la libertad. Nacido en Zanzíbar y criado en India, no llegó a Inglaterra hasta la adolescencia, pero fue para comérsela. Vivió su bisexualidad como le salió de las narices, y no se privó de ponerse sus mallas siempre que quiso y de prodigar megatriunfales posturas en todo tipo de macroconciertos de aspecto totalitario (o no), para elogio de millones y vergüenza de otros tantos.
Musicalmente, si conseguías superar el estupor, el Buckingham rock de Queen -con Brian May de versallesca María Antonieta- podía molar mucho (si no, siempre te quedaba la lectura sarcástica). Freddie fue una fuerza de la naturaleza que en los 70, partiendo del glam, lo mismo le dio al rocanrol que al heavy light y a la ópera funk. Es verdad que luego se anclaron en las fórmulas, pero conservaron el toque (curioso: el punk no les afectó en lo más mínimo, más allá de desprestigiarles).
Esos visionarios leggins lo ponían difícil, pero era un espectáculo contemplar al tipo gobernando la masa como en el 86 en Wembley, y esa pirada forma de cantar y tocar el piano que siempre me recordó, no sé por qué, al tronado de Little Richard.
Pero Freddie murió, Deacon se quitó de enmedio, y May y Roger Taylor (el menos talentoso de los cuatro con mucho) se dedicaron a exprimir el limón. En la presentación del musical 'We will rock you' en Madrid, hace seis años, le pregunté a Taylor qué pensaría Freddie del expolio. "Oh, le encantaría", contestó en plan british mientras me levantaba el dedo anular, para regocijo de fans y perplejidad de colegas presentes.
Ahora, después de arrastrarse por los escenarios a la manera de los imposibles Doors del Siglo XXI, disco nuevo de Queen. ¿No podrían al menos llamarse de otra manera? ¿The show must go on? Yo opino que not.