Raul Rispa escribió:en mi opinión la música de cine no tiene NADA que ver con la música clásica. Poned junto a los mejores del cine (Waxman, Steiner, Korngold, Williams,..) a Shostacovich, Debussy o Rachmanninov,... no hay comparación en cuanto a la complejidad de una música y otra. Vale que hay momentos muy conseguidos en la música de cine, pero no hay comparación. Ya ni te cuenta con las ruedas de 4 acordes en cifrado en continuo crescendo de Zimmer. También los beatles con 7 acordes cifrados hicieron cosas muy buenas.
Yo no creo que John Williams tenga menos nivel técnico o creativo que un compositor clásico como los que se mencionan y no los veo tan distantes, en especial si analizamos como se llegó a ese sonido (la evolución viene más del lado clásico que del lado popular), de hecho creo que tiene el mismo nivel en mi opinión. Se deja de lado un montón de cosas importantes: la calidad de las ideas, la expresión, sello del artista, etc.. Lo de la instrumentación, importante, bonito, sofisticado, interesante, pero donde queda el arte?, la imaginación?, las ideas?. Es como decir: todos los compositores del periodo romántico y contemporáneos son mejores que Mozart porque son más técnicos, y Beethoven es mejor que Bach porque su música tiene más matices y las técnicas estaban mejor pulidas en el clasicismo, y así. Lo que me parece que deja de lado el proceso artístico, lo que es lo más importante según lo veo yo.
Igual buena reflexión la inicial de Iskra, pero en lo personal, me parece que el cine tiene músicos tan válidos como los antiguos (me refiero a los grandes del cine), y me parece que el sonido es simplemente diferente, no necesariamente peor o mejor. Sí me parece que el sonido clásico es interesante, y últimamente me ha interesado mucho más que antes (de hecho estoy estudiando mucho a Mozart esta última semana), pero no significa que sea algo mejor necesariamente, ya que lo importante es el artista. El sonido es algo así como los colores, el pincel quizá el instrumentista, y el compositor el pintor, y si le cambio los colores a un cuadro de Picasso, sigue siendo una obra expresiva, distinta, pero expresiva, ergo sigue siendo arte.