Reescribo lo de #13 y #14 , ahora (salvo que siga con el despiste -y disculpas por el error de antes-) bien:
Parece claro que no se pretende un instrumento o interfaz de carácter digamos profesional u orientado a alguien que desea formarse como músico (ya sea amateur o profesional) con unas ciertas aspiraciones, sino a un tipo de gente que posiblemente abunda, con mera curiosidad por lo musical, sin ganas de realizar el esfuerzo de formación que necesita una aproximación más completa a la música, pero feliz de encontrarse 'tocando' (aunque sea en modo 'lista de instrucciones', que es siempre un tanto 'ciego') ese reto que para los no iniciados supone una melodía escrita sobre pentagrama.
En ese sentido, seguro que muchos alumnos de primaria/secundaria verían con buenos ojos esa identidad entre la representación (partitura) y el interfaz (tu teclado).Igual algún profe se anima a que los alumnos lleven sus tablets/teléfonos y usen algo del tipo de lo que planteas. El tener la inmediata correspondencia partitura -> teclas puede ser una forma de plantear la cuestión en ese entorno 'poco favorable' de partida, con un mejor aprovechamiento del tiempo. Otra cosa es que consideremos que pueda ser de alguna utilidad usar el tiempo de clase para algo tan básico, o que consideremos que tiene sentido el que realicen el esfuerzo (más allá del resultado musical) por entender una representación formal como la partitura y ser capaces de traducirla y aplicarla, tarea en la que además hay que enfrentar cierta destreza manual (aunque sea en una flauta dulce).
Siendo realistas, los resultados a los que llegan la mayoría de ellos distan de ser 'plenamente' musicales, y los objetivos pueden seguramente cubrirse con algo como tu propuesta. De hecho muchos de los que reciben el encargo de impartir la asignatura de música (en algunos cursos integrada como parte de otra de 'artes' que incluye la parte 'plástica') también se sentirían aliviados con tu idea.
Pese a todo, y en un planteamiento que sólo puede ser formal/teórico porque no cuento con la práctica que tú tienes en la aplicación de tu idea, siento que habría una simplificación aún mayor, que ejemplifico con el dibujo que acompaño.
(1) es tu teclado.
(2) simplemente desplaza las filas de b y # para dar una mejor idea de su papel (intermediarias, o de paso, entre las notas disponibles en la fila central). Ayuda a visualizar el # como algo que 'avanza' hacia la nota superior, y el bemol como algo que 'retrocede' hacia la inferior. En ese sentido me parece mejor que el alineamiento estrictamente cuadriculado.
(3) cambia el aspecto redondo por un aspecto rectangular, más de tipo 'teclado' para ir llegando a donde quiero.
El paso importante es el (4): en tu teclado realmente Do-Mib-Sol y Do-Re#-Sol se digitarían de formas diferentes (una usa la tecla de fila superior otro la tecla de fila inferior, con dedos diferentes, etc.). Así que para cosas que 'suenan' igual, tu teclado no evita digitaciones diferenciadas.
¿Porqué no ir a la representación que propongo como (4)? En ella se mantiene la facilidad de asociación con la partitura, hasta el punto de mantener el mismo paralelismo con la partitura que tu teclado original: las notas 'de la tonalidad' se ejecutan en las teclas blancas, y cuando hay alteración tengo que saltar a la otra fila, sabiendo que # es la negra hacia arriba y b la negra hacia abajo.
El problema es que en los puntos donde la escala de la tonalidad ofrece saltos de segunda menor esa tecla negra intermedia tendría que corresponder a dos sonidos diferentes. Por ejemplo en Do mayor la tecla 'intermedia' (inexistente en el piano) entre mi y fa debería sonar a veces como mi# (es decir, fa) y a veces como fab (es decir mi).
Una vía simple de ofrecer esa idea a los muy novatos es simplemente colorear en gris (de ahí la propuesta de la figura (5)) el extremo superior de esas teclas que se hallan a segunda menor. La inexistencia de la negra, y a la vez la presencia de esas dos coloraciones grises como recordatorio de que allí sigue habiendo un posible vemos y un posible sostenido pero que se 'mapean e identifican' sobre la correspondiente blanca, puede ser suficiente 'guiño' al novato. Una mera pegatina basta.
De esa forma sigue siendo posible la asociación/identidad visual con la partitura, con idéntica fuerza a tu solución de 3 filas, pero reducido a este truco. Permite usar cualquier instrumento basado en el esquema del teclado (cualquier xilófono, melódica, p.ej., o una aplicación de móvil que muestre ese fondo 'gris' de ayuda al novato).
En definitiva, ¿porqué no empezar por usar directamente el de piano. Si queremos que el aula de primaria/secundaria sea más ágil ni flauta ni gaitas, los tablets y una app de teclado, que les permite luego pasar a usar en el aula instrumentos reales como vibráfono, melódicas, y tantos otros.
Vaya, que el teclado 'tradicional' me parece ya suficientemente adaptado a las necesidades y posibilidades del 'curioso' musical y ligarlo con la partitura con las posibilidades tecnológicas de hoy (transposición, representaciones visuales,...) bien sencillo. Si hiciera falta un paso intermedio, ¿no sería igual de poco o mucho interesante ese teclado de dos filas, en el que la región de las negras se puebla al completo con esas 'pegatinas en gris'?
Parece claro que no se pretende un instrumento o interfaz de carácter digamos profesional u orientado a alguien que desea formarse como músico (ya sea amateur o profesional) con unas ciertas aspiraciones, sino a un tipo de gente que posiblemente abunda, con mera curiosidad por lo musical, sin ganas de realizar el esfuerzo de formación que necesita una aproximación más completa a la música, pero feliz de encontrarse 'tocando' (aunque sea en modo 'lista de instrucciones', que es siempre un tanto 'ciego') ese reto que para los no iniciados supone una melodía escrita sobre pentagrama.
En ese sentido, seguro que muchos alumnos de primaria/secundaria verían con buenos ojos esa identidad entre la representación (partitura) y el interfaz (tu teclado).Igual algún profe se anima a que los alumnos lleven sus tablets/teléfonos y usen algo del tipo de lo que planteas. El tener la inmediata correspondencia partitura -> teclas puede ser una forma de plantear la cuestión en ese entorno 'poco favorable' de partida, con un mejor aprovechamiento del tiempo. Otra cosa es que consideremos que pueda ser de alguna utilidad usar el tiempo de clase para algo tan básico, o que consideremos que tiene sentido el que realicen el esfuerzo (más allá del resultado musical) por entender una representación formal como la partitura y ser capaces de traducirla y aplicarla, tarea en la que además hay que enfrentar cierta destreza manual (aunque sea en una flauta dulce).
Siendo realistas, los resultados a los que llegan la mayoría de ellos distan de ser 'plenamente' musicales, y los objetivos pueden seguramente cubrirse con algo como tu propuesta. De hecho muchos de los que reciben el encargo de impartir la asignatura de música (en algunos cursos integrada como parte de otra de 'artes' que incluye la parte 'plástica') también se sentirían aliviados con tu idea.
Pese a todo, y en un planteamiento que sólo puede ser formal/teórico porque no cuento con la práctica que tú tienes en la aplicación de tu idea, siento que habría una simplificación aún mayor, que ejemplifico con el dibujo que acompaño.
(1) es tu teclado.
(2) simplemente desplaza las filas de b y # para dar una mejor idea de su papel (intermediarias, o de paso, entre las notas disponibles en la fila central). Ayuda a visualizar el # como algo que 'avanza' hacia la nota superior, y el bemol como algo que 'retrocede' hacia la inferior. En ese sentido me parece mejor que el alineamiento estrictamente cuadriculado.
(3) cambia el aspecto redondo por un aspecto rectangular, más de tipo 'teclado' para ir llegando a donde quiero.
El paso importante es el (4): en tu teclado realmente Do-Mib-Sol y Do-Re#-Sol se digitarían de formas diferentes (una usa la tecla de fila superior otro la tecla de fila inferior, con dedos diferentes, etc.). Así que para cosas que 'suenan' igual, tu teclado no evita digitaciones diferenciadas.
¿Porqué no ir a la representación que propongo como (4)? En ella se mantiene la facilidad de asociación con la partitura, hasta el punto de mantener el mismo paralelismo con la partitura que tu teclado original: las notas 'de la tonalidad' se ejecutan en las teclas blancas, y cuando hay alteración tengo que saltar a la otra fila, sabiendo que # es la negra hacia arriba y b la negra hacia abajo.
El problema es que en los puntos donde la escala de la tonalidad ofrece saltos de segunda menor esa tecla negra intermedia tendría que corresponder a dos sonidos diferentes. Por ejemplo en Do mayor la tecla 'intermedia' (inexistente en el piano) entre mi y fa debería sonar a veces como mi# (es decir, fa) y a veces como fab (es decir mi).
Una vía simple de ofrecer esa idea a los muy novatos es simplemente colorear en gris (de ahí la propuesta de la figura (5)) el extremo superior de esas teclas que se hallan a segunda menor. La inexistencia de la negra, y a la vez la presencia de esas dos coloraciones grises como recordatorio de que allí sigue habiendo un posible vemos y un posible sostenido pero que se 'mapean e identifican' sobre la correspondiente blanca, puede ser suficiente 'guiño' al novato. Una mera pegatina basta.
De esa forma sigue siendo posible la asociación/identidad visual con la partitura, con idéntica fuerza a tu solución de 3 filas, pero reducido a este truco. Permite usar cualquier instrumento basado en el esquema del teclado (cualquier xilófono, melódica, p.ej., o una aplicación de móvil que muestre ese fondo 'gris' de ayuda al novato).
En definitiva, ¿porqué no empezar por usar directamente el de piano. Si queremos que el aula de primaria/secundaria sea más ágil ni flauta ni gaitas, los tablets y una app de teclado, que les permite luego pasar a usar en el aula instrumentos reales como vibráfono, melódicas, y tantos otros.
Vaya, que el teclado 'tradicional' me parece ya suficientemente adaptado a las necesidades y posibilidades del 'curioso' musical y ligarlo con la partitura con las posibilidades tecnológicas de hoy (transposición, representaciones visuales,...) bien sencillo. Si hiciera falta un paso intermedio, ¿no sería igual de poco o mucho interesante ese teclado de dos filas, en el que la región de las negras se puebla al completo con esas 'pegatinas en gris'?