Qué tiempos. Mi primer Max Mix fue el 5 a los 12 o 13; por suerte descubrí al año siguiente Christian Death, Parálisis y demás, y la salvación vino a mi.
Todo lo siguiente a los 80s, con alguna excepción como Amy Winehouse, White Stripes y alguno más, son soplagaitas.
Los 80s es la culminación de la industria pop. Quizás sólo pase de moda la estética sonora (y sería discutible), pero en composición, melodía y armonías, los 80 es el cénit pop.
Los que lo petan con paso firme ahora, como Billie Eilish, Sia y estos monstruos actuales, son los que con sensibilidad y respeto rescatan, reinterpretan y tiran de aquella tradición. La pena es que las inversiones suelen destinarse a otro tipo de artisteo; más blandurrio y sin conocimientos de la tradición; moldeables.
Los 90s es una época de transición, cuando el criterio económico empieza imponerse al artístico. A partir del 2000 el paradigma nuevo es ya el criterio económico, con las excepciones antes dichas. Este proceso ocurre en toda la industria cultural; en paralelo a la evolución del capitalismo, el cénit capitalista ochentero, reinvención fallida en los 90s y el resultante capitalismo corrupto del pelotazo y del bucle maligno infinito de venta de deuda del 2000 hasta ahora, economía bananera de dictador suicida que ha quemado todas las naves.
Max escribió:vuelven a estar de moda las fiestas 80's
Todo lo siguiente a los 80s, con alguna excepción como Amy Winehouse, White Stripes y alguno más, son soplagaitas.
Los 80s es la culminación de la industria pop. Quizás sólo pase de moda la estética sonora (y sería discutible), pero en composición, melodía y armonías, los 80 es el cénit pop.
Los que lo petan con paso firme ahora, como Billie Eilish, Sia y estos monstruos actuales, son los que con sensibilidad y respeto rescatan, reinterpretan y tiran de aquella tradición. La pena es que las inversiones suelen destinarse a otro tipo de artisteo; más blandurrio y sin conocimientos de la tradición; moldeables.
Los 90s es una época de transición, cuando el criterio económico empieza imponerse al artístico. A partir del 2000 el paradigma nuevo es ya el criterio económico, con las excepciones antes dichas. Este proceso ocurre en toda la industria cultural; en paralelo a la evolución del capitalismo, el cénit capitalista ochentero, reinvención fallida en los 90s y el resultante capitalismo corrupto del pelotazo y del bucle maligno infinito de venta de deuda del 2000 hasta ahora, economía bananera de dictador suicida que ha quemado todas las naves.
