Ori...los suspicaces piden en el apriorismo ese respeto a la diferencia dentro de la diferencia...y reclaman su derecho a ser escépticos ante la obvia inconpetencia para entender la totalidad o la complejidad, y proponer gasolinas para apagar fuegos, o reducciones al absurdo tangible para acabar reinventando el mundo sólo sobre el papel del poema.
Pero entonces...por qué no pedimos y empatizamos el respeto para lo que pueda aportar al mundo y las luchas, búsquedas, escrúpulos, soluciones....también el anarquista revolucionario?
Y por qué no reconocemos que es muy cínico y contradictoriamente anaséptico en medio de tan escudriñante asepsia...considerar que el escepticismo, las críticas formales o de planteamientos, estéticas, o ya los voraces ataques directos y mezquinos de los (ya no aliados del sepulturero sino guardaespaldas del asesino y sus medios de propaganda), son entendibles y justificables por estas deficiencias culturales de la masa, estructurales de las naciones y sus pueblos, con sus sistemas educativos o deseducativos, las idiosincrasias y etc etc etc...y sin embargo se da continuamente por hecho el crédito, el tiempo, el salario a la habitual y transnacional incompetencia de los más altos cargos, burócratas, titiriteros o simples cabos furrieles del capitán o satrapilla de turno y oficio....jefes, jefezuchos,...incompetencias y dilaciones, dejación de responsabilidad o de esa coherencia, rigor, preparación y trascendencia que sin embargo se le pide a priori y tan excelsamente a simples ciudadanos que aprenden y quieren aprender en común con sus iguales, otra forma más responsable, lógica, común o ética de hacer las cosas.
Nos podemos empeñar en negar la sociedad de clases para negar o vilipendiar los sistemas comunistas en la historia (sólo es un ejemplo tópico),...aunque sea por esa fea asepsia de "equilibrar" balanzas de la barbarie o justificar uno de los equiparables demenciales de Pareto...el propio en el fondo...que es a lo que se reduce el discurso y profundidad de análisis socioeconómico o histórico natural de muchos...pero si le vamos a conceder el mismo peso humanista o lícito...es como intentar discutir de sexo con niños...hombre...parece que es una osadía.