Respecto a toda esta polémica, iría más lejos, no es una cuestión de gustos ni de estilos; es una cuestión de industria.
Desde que existe la industria de los aros de plástico, todo funciona por audiencias: hay unos locos valientes que se lo curran y crean cosas nuevas y la industria no les hace caso por que no son lo suficientemente genéricos como para que una masa grande de gente compre sus rosquillas. Estos héroes anónimos acaban mayoritariamente tirando la toalla y haciendo ricos a Los del Río en bodas bautizos y comuniones.
Pero a base de insistir, algunos consiguen colarse y entonces su sonido se pone de moda. Entonces la industria busca emular ese sonido, pero sin pasarse, no sea que el público no lo entienda; y empiezan a sacar grupos sin imaginación a ver si suena la flauta y alguno hace un "hit".
Ahora nos dicen que los 60 eran diferentes, que estaban Jimi Hendrix, The Who, y que lo petaban en Woodstock; pero a esos les veían cuatro frikis (como nosotros que nos gusta hacer sonidos), la gente de la calle escuchaba los discos de Frankie Avalon, y en España ni eso, porque estaban en inglés.
Y lo mismo pasó en los 70, 80, 90 ...
P.D. Hace unos días estuve en el concierto de Tangerine Dream , o Edgar Froese y amigos (eso sí es currarse los sonidos) y fuimos cuatro gatos. Sus discos se siguen encontrando pero casi nadie se acuerda de ellos, a pesar de que prácticamente inventaron el "Synth Pop" y de que siguen sonando frescos y espectaculares como pocos.