Los estimulantes no son necesarios en absoluto para poder tocar de una forma correcta y satisfactoria, pero sin embargo y por múltiples razones sociales y psicológicas, muchas personas se hacen esclavas o adictas a ciertas sustancias para poder tocar.
Según mi forma de ver, existen dos vertientes en estas necesidades o adicciones y se podrían separar en los requerimientos físicos que se exige el instrumentista a la hora de tocar y en los requerimientos mentales o imaginativos que se exige el instrumentista a la hora de tocar.
1ª - Para los requerimientos físicos se suele utilizar la Cocaína y el Speed y en esta necesidad no solo entran en juego las necesidades de querer tocar con mas energía y precisión, etc... si no también la necesidad de una ayuda energética para moverse físicamente por el escenario, etc...
2ª - Para los requerimientos mentales o imaginativos se suelen utilizar la Marihuana y el Hachís y en casos extremos algunos alucinógenos como el L.S.D.
La Cocaína es un estimulante utilizado por muchísimos músicos en todo el mundo y aunque sus efectos para tocar a veces pueden ser efectivos sobre todo a nivel de hacer desaparecer el cansancio y de conseguir una mayor concentración, lo cierto es que es totalmente perjudicial a muy corto plazo y desengancharse de la Cocaína es algo verdaderamente difícil.
La Cocaína tiene una maldición sobre los que la consumen y es que tiene unos efectos secundarios sobre el carácter, el humor y los estados de animo que son verdaderamente tristes y es muy fácil saber si un músico es Cocainómano, solamente con ver el mal carácter que tiene durante todo el día.
La Marihuana y el Hachís son algo mucho menos perjudicial físicamente que la Cocaína y sus efectos para tocar suelen ser mas relajantes y mas íntimos que la Cocaína, pero lo difícil es saber encontrar ese punto de equilibrio entre la realidad y la fantasía cuando se esta bajo los efectos de estas drogas.
La Marihuana y el Hachís pueden crear unas adicciones muy severas y pueden esclavizarnos muchísimo, pero al contrario de la Cocaína si que es posible desengancharse de una forma no demasiado traumática.
Los músicos se suelen enganchar a las drogas cuando están con otros músicos que las consumen y es muy difícil permanecer en un grupo musical de consumidores y no acabar cayendo en los mismos hábitos.
Mi conclusión es que lo mejor es no probar nunca las drogas y muchísimo menos para tocar.
Un abrazo