http://www.elmundotoday.com/2012/08/sanchez-gordillo-asalta-un-supermercado-de-comercio-justo/
LA INTENCIÓN ES "DAR A CONOCER ESTE TIPO DE COMERCIOS"
Sánchez Gordillo asalta un supermercado de comercio justo
El alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo, y más de cien militantes del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) han asaltado esta mañana el supermercado de comercio justo Mundo Unido, en Écija, como medida de protesta por la crisis económica. Tras llevarse varios jabones artesanales y velas con forma de huevo, se han enfrentado a la estudiante que controlaba el local, abriéndole la cabeza y tres chacras.
Los gritos de la joven ecologista y el fuerte olor a incienso han aturdido a las autoridades, que no han podido detener a tiempo a los asaltantes. Poco después del incidente, Gordillo ha emitido un comunicado en el que explica que “nuestra primera incursión en el Mercadona de Écija dio a la empresa una publicidad que le favoreció, saliendo su marca en todos los medios de comunicación. Por eso ahora hemos elegido una tienda de comercio justo, para que esté también en boca de todos y la gente sepa que hay alternativas al comercio tradicional”.
En cuanto a la agresión física a la joven estudiante, el SAT asegura que se trata de un incidente “muy desafortunado” que provocó la propia muchacha. “Reaccionó muy violentamente cuando tocamos un envase de café biológico molido, nos gritó que aquello lo cultivaban sus niños y que nos iba a matar. Si no la paramos a tiempo, nos abre la cabeza con la caja registradora”, reconoce Gordillo. Para disculparse, el SAT ha hecho llegar a la chica un ramo de flores “recogidas en un campo de Camboya”.
Oleada de atracos sostenibles
Este último asalto orquestado por Gordillo ha generado un efecto contagio, produciéndose en las últimas horas otros atracos a entidades bancarias, estancos y farmacias en los que los delincuentes “intimidan a la gente con pistolas biodegradables y armas blancas fabricadas por indios navajos”, explica un portavoz de la Policía Nacional. El SAT se desmarca de estas acciones pero reivindica “una violencia sostenible contra el capitalismo y las grandes multinacionales que no dañe el planeta”.