a dónde hemos llegado y qué queremos hacer.
Creo que en estos años hemos creado entre todos el mayor punto de encuentro de músicos en español, en internet o fuera de ella. En un mismo lugar nos concentramos a diario miles y miles de aficionados y profesionales de la música.
Eso está muy bonito para presumir de números. Pero lo importante son dos cosas:
- Lo hemos hecho todo a nuestra manera: la web, partiendo de cero, ha crecido con las inquietudes de los usuarios, y así hemos conseguido crear un entorno donde nos sentimos cómodos y disponemos de todo lo necesario para transformar una intención musical en una realidad: muchos llegaron aquí sin saber nada, y ahora publican estupendas maquetas en nuestra sección de música, que son escuchadas por todos los visitantes.
- Gracias a eso, no estamos desvinculados entre nosotros. Los hispasónicos viven un permanente proceso de intercambio y de enriquecimiento mutuo. Unos escuchan los temas de otros y los comentan; se ayudan entre ellos para alcanzar sus metas, y viven su propia trayectoria musical como la trayectoria de todos: los hispasónicos forman, en definitiva, una comunidad.
¿A dónde quiero llegar? Permitidme una breve digresión: como todos sabemos, el gran público cree que "los músicos" son esa selección de artistas que les ofrecen en radio y televisión; la fuerza de los músicos que participan de ese sistema es, por tanto, su inmensa capacidad de promoción.
Sabemos también que hay una escena independiente de artistas que están relativamente apartados de ese circuito tradicional, pero han conseguido ubicarse en un canal de distribución: su fuerza radica en el interés del público culto por buscar novedades, y en el propio canal de distribución.
¿Qué pintamos nosotros en todo esto? No tenemos esa promoción en medios de masas; sí somos independientes, pero muchos no consiguen entrar en los círculos de la música independiente "oficial". ¿En qué lugar nos deja esto? ¿Es que somos los parias del mundo musical? ¿Qué posibilidades tenemos de hacernos oir?
Pues retomando el hilo, resulta que nosotros, aparte de ser independientes y totalmente autónomos, tenemos algo en común: Hispasonic. Formamos una comunidad que se ha hecho a sí misma. Esto nos hace especiales y diferentes, y creo que es nuestra fuerza: es el producto que podemos ofrecer, y es algo que los demás no tienen.
Y creo que cuando alguien tiene algo que los demás no tienen, es su responsabilidad y su obligación enseñarlo al mundo. Por tanto, enseñemos al mundo lo que hemos hecho aquí.
Propongo la celebración de un Festival Hispasonic donde se ponga de manifiesto la labor de toda esta comunidad. Los protagonistas del Festival: los hispasónicos. ¿El público? Todo el que quiera conocer el fenómeno que se ha producido aquí, y que tenga interés por descubrir quiénes son esos artistas que no aparecen por ninguna otra parte.
Creo que podríamos ofrecer:
- Actuaciones en directo de grupos y artistas hispasónicos
- Talleres públicos para compartir conocimientos sobre creación musical
- Stands donde cualquier hispasónico pueda mostrar lo que hace y cómo lo hace; como una feria de artistas
- Charlas y conferencias de interés
- Y por supuesto, confraternización y juerga
- Por si no ha quedado claro: todo hecho por hispasónicos
Esta es la idea. Ahora, para hacerla realidad, hay que trabajarla. Propongo continuar el modelo autogestionado que hemos seguido hasta ahora, pero de forma más ordenada: eso reclama la participación de todos. Todo el que tenga algo que decir y hacer tiene su sitio aquí. Como primeras medidas sugiero:
- Constituir un taller del Festival donde se discutan todos los aspectos del mismo (un foro dedicado)
- Repartir las tareas que surjan de las discusiones de ese taller y organizar un comité del festival dividido por áreas. Cada grupo de organizadores se ocuparía de una tarea concreta: localización del festival, actuaciones, búsqueda de conferenciantes, recursos necesarios, etc.
Pues nada, aquí dejo esta idea. Que empiece la autogestión: sugerencias, propuestas... y sobre todo, participación. ¡Vamos!
Poco a poco se va acercando el quinto aniversario de Hispasonic (será a primeros de 2007), y parece una buena ocasión para plantearse
Creo que en estos años hemos creado entre todos el mayor punto de encuentro de músicos en español, en internet o fuera de ella. En un mismo lugar nos concentramos a diario miles y miles de aficionados y profesionales de la música.
Eso está muy bonito para presumir de números. Pero lo importante son dos cosas:
- Lo hemos hecho todo a nuestra manera: la web, partiendo de cero, ha crecido con las inquietudes de los usuarios, y así hemos conseguido crear un entorno donde nos sentimos cómodos y disponemos de todo lo necesario para transformar una intención musical en una realidad: muchos llegaron aquí sin saber nada, y ahora publican estupendas maquetas en nuestra sección de música, que son escuchadas por todos los visitantes.
- Gracias a eso, no estamos desvinculados entre nosotros. Los hispasónicos viven un permanente proceso de intercambio y de enriquecimiento mutuo. Unos escuchan los temas de otros y los comentan; se ayudan entre ellos para alcanzar sus metas, y viven su propia trayectoria musical como la trayectoria de todos: los hispasónicos forman, en definitiva, una comunidad.
¿A dónde quiero llegar? Permitidme una breve digresión: como todos sabemos, el gran público cree que "los músicos" son esa selección de artistas que les ofrecen en radio y televisión; la fuerza de los músicos que participan de ese sistema es, por tanto, su inmensa capacidad de promoción.
Sabemos también que hay una escena independiente de artistas que están relativamente apartados de ese circuito tradicional, pero han conseguido ubicarse en un canal de distribución: su fuerza radica en el interés del público culto por buscar novedades, y en el propio canal de distribución.
¿Qué pintamos nosotros en todo esto? No tenemos esa promoción en medios de masas; sí somos independientes, pero muchos no consiguen entrar en los círculos de la música independiente "oficial". ¿En qué lugar nos deja esto? ¿Es que somos los parias del mundo musical? ¿Qué posibilidades tenemos de hacernos oir?
Pues retomando el hilo, resulta que nosotros, aparte de ser independientes y totalmente autónomos, tenemos algo en común: Hispasonic. Formamos una comunidad que se ha hecho a sí misma. Esto nos hace especiales y diferentes, y creo que es nuestra fuerza: es el producto que podemos ofrecer, y es algo que los demás no tienen.
Y creo que cuando alguien tiene algo que los demás no tienen, es su responsabilidad y su obligación enseñarlo al mundo. Por tanto, enseñemos al mundo lo que hemos hecho aquí.
Propongo la celebración de un Festival Hispasonic donde se ponga de manifiesto la labor de toda esta comunidad. Los protagonistas del Festival: los hispasónicos. ¿El público? Todo el que quiera conocer el fenómeno que se ha producido aquí, y que tenga interés por descubrir quiénes son esos artistas que no aparecen por ninguna otra parte.
Creo que podríamos ofrecer:
- Actuaciones en directo de grupos y artistas hispasónicos
- Talleres públicos para compartir conocimientos sobre creación musical
- Stands donde cualquier hispasónico pueda mostrar lo que hace y cómo lo hace; como una feria de artistas
- Charlas y conferencias de interés
- Y por supuesto, confraternización y juerga
- Por si no ha quedado claro: todo hecho por hispasónicos
Esta es la idea. Ahora, para hacerla realidad, hay que trabajarla. Propongo continuar el modelo autogestionado que hemos seguido hasta ahora, pero de forma más ordenada: eso reclama la participación de todos. Todo el que tenga algo que decir y hacer tiene su sitio aquí. Como primeras medidas sugiero:
- Constituir un taller del Festival donde se discutan todos los aspectos del mismo (un foro dedicado)
- Repartir las tareas que surjan de las discusiones de ese taller y organizar un comité del festival dividido por áreas. Cada grupo de organizadores se ocuparía de una tarea concreta: localización del festival, actuaciones, búsqueda de conferenciantes, recursos necesarios, etc.
Pues nada, aquí dejo esta idea. Que empiece la autogestión: sugerencias, propuestas... y sobre todo, participación. ¡Vamos!