Me ha hecho gracia el título del hilo y me he puesto a leerlo
Soy nuevo en Hispasonic así que no conocí la época de la que habláis.
Pero me he quedado con el trabajo de FranDez ahora Vespertino.
Veo que hay gente que se enfrenta a la desmotivación, incluso quién ha decidido colgar las botas.
¿Qué queréis que os diga? Lo entiendo. Totalmente.
Yo mismo acabo de replantearme muy seriamente dejar la música.
¿Porqué? Porque empecé con 15 y ahora tengo 36 años.
Cuando comencé quería comerme el mundo y ahora no me como ni los mocos.
Porque la música es en sí misma un problemón que supera a cualquiera y es como darse contra un muro de cabeza
Porque da igual lo que hagas porque sea lo que sea hay 30.000 que lo han hecho antes que tú y de esos, 20.000 lo hacen mejor que tú...
Por tantísimas razones mas...
Sin embargo he decidido continuar siendo músico.
Si habéis leído toda esta chorrada ahora debéis estar esperando la gran frase motivadora, verdad?
Pues lo siento porque no la tengo.
Aquello de disfrutar del camino, el placer de crear, la ilusión por aprender... La verdad, a mí no me funcionan...
De niño me encantaba cuando abría un tarro nuevo de café. De aquellos solubles de Nescafé, que llevaban una tapita de papel de alumino.
Cuando la quitaba olía el aroma y aquello me hacía sentir cómodo, en casa, como cuando te tapas con una mantita en el sofá.
Me he dado cuenta de que cuando hago música me pasa lo mismo que cuando olía el café de niño.
Es una chorrada, lo sé, pero me hace sentir bién. Ni eufórico, ni feliz, ni nada de eso...
Es como tomar un buen café. Aunque en el fondo no tenga sentido continuar con ello.