NO HAY HUEVOS
Ya que inicié el hilo, me vais a permitir esta licencia de hacer este paréntesis a modo de sub hilo.
No vale ya situarse (yo lo consigo pocas veces y con escasa fortuna) en la moderación y la mesura.
Después de más o menos un año, ya no sirven estas consideraciones: llevo todo este tiempo lampando, y deteriorándome (y a una edad muy jodida), así que, alguno se habrá percatado, ya no me quedan ni ganas de entrar al trapo de los temas candentes, ni de iniciar hilos nuevos, ni Dios que la fundó, de hecho ya no soy un hispasónico más que de derecho, pues de hecho lo soy cada vez menos al haberme desprendido de buena parte de mi equipo y no albergar grandes esperanzas (ni pequeñas) de obtener beneficio de ninguna actividad relacionada con la música o el sonido.
Me pasa lo que al país: estamos pagando cara nuestra arrogancia y nos van a pasar factura.
Hoy, viniendo del Cobo Calleja, (la única actividad medio remunerada de entre el guarreo que practico como forma de vida) he tenido que parar a tomar algo pues estoy otra vez, más que a régimen, sin comer (por perder peso y por desidia) y he parado en Fuenlabrada en una zona cerca de la salida hacia Leganés, cera de la gasolinera (por cierto, una de las más caras de la C.A.M.).
He parado en un sitio que dejaba un coche que se iba advirtiendo que había un bar cerca con buena pinta. He pedido un pincho de tortilla, que es una de mis debilidades, no tenía, no es imposible, pero sí raro, que la tapa más emblemática (pobre aportación al mundo de Ex paña, otra más, algo tan obvio como es hacer una tortilla de patatas) falte de una bar, así que le he dicho al camarero, un tipo de color ceruleo y gesto triste (con dos parroqianos tan deprimidos como el país) que me apetecía eso y me iba a ver si encontraba otro bar, y, de repente he visto que había cinco bares muy cerca: lo malo es que sólo en uno he encontado tortilla, en cada uno había un par de clientes, todos avejentados, todos venidos a menos, todos lacerados. En el último había un tipo lenguaraz que no podía oculta su condición de segunda generación de inmigrantes fuenlabreños que no decía más que chorradas, hablando alto con otro que se las replicaba, ambos y una señora que parecía salida por los pelos del juicio de la Colza se han sentido incómodos con mi breve paso por el local: demasiado trajeado (pese a ir a vender los chinos paletos del Cobo, demasiado estudiado, demasiado de la España rica a la vista de cualquiera de ellos).
Y en esa zona, pensaba yo, ¿hubo en algún momento anterior una especie de zona de marcha o de tapas?, qué va, era el modelo de un bar debajo de cada bloque (como mucho de 8-12pisos, pues no son edificos altos). Ya se van perdiendo aquellas costumbres alienantes del marido que no hace vida en el hogar y siempre está en el bar; pero no se si por fortuna, quedan muchos dueños de bar a la intemperie: sin clientela ni para comprar huevos para hacer tortilla, y muchos furgoneteros que ya no ejercen de hijoputas al volante, pues, no es que Navarro les haya puesto en solfa,es que no tienen ni para gasolina, y muchos cerajeros que no tiene que cerra y pintores que pintar.
España ha vivido de una falsa apariencia de prosperidad y del subsidio extranjero durante décadas, no hempos tenido en la época de Franco cojones aparar los pies al moro que nos iba tentando y el dictador ganó sólo una guera contra su propio pueblo; pero después no han ido mucho mejor las cosas: seguimos siendo un país medio miserable, seco, huero, inculto y camino de volver a ser desnutrido, no hicimos los deberes, pasa como aquí, cuando me pongo intransigente y mando a alguno a Septiembre: no pasamos el corte, aprobarían muy pocos, ni en septiembre, país de mierda que nos ha tenido engañados a la mayoría.
Sedados e ignorantes, sin huevos ni para tortilla, tortilla española.
Ya que inicié el hilo, me vais a permitir esta licencia de hacer este paréntesis a modo de sub hilo.
No vale ya situarse (yo lo consigo pocas veces y con escasa fortuna) en la moderación y la mesura.
Después de más o menos un año, ya no sirven estas consideraciones: llevo todo este tiempo lampando, y deteriorándome (y a una edad muy jodida), así que, alguno se habrá percatado, ya no me quedan ni ganas de entrar al trapo de los temas candentes, ni de iniciar hilos nuevos, ni Dios que la fundó, de hecho ya no soy un hispasónico más que de derecho, pues de hecho lo soy cada vez menos al haberme desprendido de buena parte de mi equipo y no albergar grandes esperanzas (ni pequeñas) de obtener beneficio de ninguna actividad relacionada con la música o el sonido.
Me pasa lo que al país: estamos pagando cara nuestra arrogancia y nos van a pasar factura.
Hoy, viniendo del Cobo Calleja, (la única actividad medio remunerada de entre el guarreo que practico como forma de vida) he tenido que parar a tomar algo pues estoy otra vez, más que a régimen, sin comer (por perder peso y por desidia) y he parado en Fuenlabrada en una zona cerca de la salida hacia Leganés, cera de la gasolinera (por cierto, una de las más caras de la C.A.M.).
He parado en un sitio que dejaba un coche que se iba advirtiendo que había un bar cerca con buena pinta. He pedido un pincho de tortilla, que es una de mis debilidades, no tenía, no es imposible, pero sí raro, que la tapa más emblemática (pobre aportación al mundo de Ex paña, otra más, algo tan obvio como es hacer una tortilla de patatas) falte de una bar, así que le he dicho al camarero, un tipo de color ceruleo y gesto triste (con dos parroqianos tan deprimidos como el país) que me apetecía eso y me iba a ver si encontraba otro bar, y, de repente he visto que había cinco bares muy cerca: lo malo es que sólo en uno he encontado tortilla, en cada uno había un par de clientes, todos avejentados, todos venidos a menos, todos lacerados. En el último había un tipo lenguaraz que no podía oculta su condición de segunda generación de inmigrantes fuenlabreños que no decía más que chorradas, hablando alto con otro que se las replicaba, ambos y una señora que parecía salida por los pelos del juicio de la Colza se han sentido incómodos con mi breve paso por el local: demasiado trajeado (pese a ir a vender los chinos paletos del Cobo, demasiado estudiado, demasiado de la España rica a la vista de cualquiera de ellos).
Y en esa zona, pensaba yo, ¿hubo en algún momento anterior una especie de zona de marcha o de tapas?, qué va, era el modelo de un bar debajo de cada bloque (como mucho de 8-12pisos, pues no son edificos altos). Ya se van perdiendo aquellas costumbres alienantes del marido que no hace vida en el hogar y siempre está en el bar; pero no se si por fortuna, quedan muchos dueños de bar a la intemperie: sin clientela ni para comprar huevos para hacer tortilla, y muchos furgoneteros que ya no ejercen de hijoputas al volante, pues, no es que Navarro les haya puesto en solfa,es que no tienen ni para gasolina, y muchos cerajeros que no tiene que cerra y pintores que pintar.
España ha vivido de una falsa apariencia de prosperidad y del subsidio extranjero durante décadas, no hempos tenido en la época de Franco cojones aparar los pies al moro que nos iba tentando y el dictador ganó sólo una guera contra su propio pueblo; pero después no han ido mucho mejor las cosas: seguimos siendo un país medio miserable, seco, huero, inculto y camino de volver a ser desnutrido, no hicimos los deberes, pasa como aquí, cuando me pongo intransigente y mando a alguno a Septiembre: no pasamos el corte, aprobarían muy pocos, ni en septiembre, país de mierda que nos ha tenido engañados a la mayoría.
Sedados e ignorantes, sin huevos ni para tortilla, tortilla española.