Endika escribió:Te invito a que profundices mas en el tema.
Créeme. Trabajo en ello desde hace décadas, he leído muchos sobre pedagogía, estimulación temprana, diferencias ente talento, altas capacidades, genialidad, desarrollo evolutivo en el niño, etc. He pasado miles de horas en un aula, con alumnos desde los 4 a los 85 años de edad.
Soy padre y tío y he trabajado con hijos y sobrinos desde edades tempranas en la educación musical, 2-3 años en adelante, además de con hijos de amigos, etc.
No dudo que Rick Beato sea una persona muy informada en lo musical, pero dudo como pedagogo lo mismo que los "médicos" que dicen curar el cáncer con unas gotas de lejía disueltas en un vaso de agua. Los métodos se llevan aplicando siglos y no se ha demostrado su eficacia
Sobre los conceptos de "redes neuronales" o " usamos solo el 10% del cerebro" es interesante escuchar a los expertos. El desarrollo de las personas, ni siquiera el físico, es una ciencia exacta. Cualquiera que trabaje en un aula sabe que la madurez no es algo asociado a la edad, que niños muy bajitos a los 6 años pueden ser los más altos de su clase a los 16 y que niños pacíficos y amables pueden terminar siendo monstruos a los 18.
Se formen o no las redes neuronales cuando dice Beato, en el mismo minuto y segundo para cada persona, el cerebro del niño está en otras cosas. El niño no es una máquina a la que programar, es una persona, un animal. El instinto del niño que forma sus redes neuronales es sobrevivir y la forma de sobrevivir es tener alimento y estar caliente, algo que le dan sus padres cuando llora o cuando sonríe. La única atención del niño en esos momentos es a lo que hacen sus padres.
Decía Kodaly, que sí que se molestó en aprender a enseñar, que "la educación musical del niño debe empezar 9 meses antes del nacimiento,... ¡de la madre!". Es decir, que la única formación musical temprana en esas edades es la que le da la madre, tal vez el padre, cuando canta al niño, le alimenta, le acuna, etc. Más adelante el niño observará a los padres y si les ve o siente emocionarse con la música eso le quedará grabado y le conectará las neuronas para entender la música como emoción y no como ciencia de laboratorio.
Recuerdo un alumno con 8 años que al proponerle una pieza para tocar al piano se emocionó al reconocer "la pieza que le gusta a mi madre y que siempre la hace llorar". El niño que apenas había aprendido hasta entonces y entraría en lo que el sistema educativo llama "un mal alumno, un fracaso" cambió como de la noche al día y se convirtió en un músico brillante y creativo. La "conexión" necesaria es la emoción.
Sí hay una gran correlación entre niños a los que los padres cantan de manera natural y música de niños, y un mejor desarrollo musical. Pero no le hay en estas teorías de programación basadas en datos científicos. Si el niño está formando sus redes neuronales y le pones un disco recitando las tablas logarítmicas, ya te aseguro yo que no será mejor matemático.
Endika escribió:Cuando el niño tiene dos años se acabo.
Es un concepto muy absurdo, ver todo aquello de los vídeos de Baby Einstein, suponer que el desarrollo intelectual, y más el artístico, se da en un momento y luego se acabó. Hay miles de casos de grandes músicos con vocación y formación tardía, pero nos apasiona el asombro de ver a un canijo tocando el piano maravillosamente o haciendo dictados que nosotros tardaríamos horas en resolver. Pero eso no es la música.
Comentario del vídeo
¿Qué es el oído musical? Cometemos el grave error de priorizar el reconocimiento de alturas sobre el resto de parámetros musicales. No hay un solo vídeo, al menos no lo conozco, del Wolfgang de Beato reconociendo y transcribiendo ritmos, dinámicas, texturas o timbres. El pensamiento racional no informado supone que si localizas alturas ya eres un músico excepcional. Mi experiencia en el aula con ya miles de alumnos es que no. Muchas personas tienen oído absoluto o buen oído y te cazan las alturas a la primera, pero luego son lentos y poco comprensivos con el ritmo. Te pintan las bolitas en el pentagrama y necesitan mucho tiempo y muchas escuchas para determinar el ritmo.
Personalmente trabajo el oído desde la memoria. Se escucha un fragmento musical, se repite, se vuelve a escuchar, se imagina, se vuelve a escuchar y se representa. Y se representa no partiendo de unidades individuales como la nota y la figura o el acorde, sino como unidades mayores de significado como el motivo, la semifrase o la estructura armónica/cadencia. No es una idea mía. Muchos pedagogos llevan desarrollando estos sistemas de educación auditiva con éxito y sin recetas mágicas desde hace siglos. Germán Romero es muy diferente a Beato y nombra a su sistema de formación del oído: "Escucha, Imagina, Representa" Ese es el proceso, 1. Escuchar, que no es oír, 2. Imaginar cómo se representa lo escuchado o imitarlo entendiendo los elementos musicales, 3. Escribir.
Y es que un músico no es una persona que sabe las notas, como un matemático no es el que sabe los números. Los vídeos de Beato no muestran a su hijo tocando música con expresividad, emoción, gusto, incluso aunque sean canciones de niños. Todo es artificial, forzado y muy complejo. La "conexión neuronal" entre lo que reconoces y la emoción musical, puesto que la música es arte y expresión, no es ciencia.
Cuidado con los gurús con recetas mágicas
A mí este tema me preocupa por el daño que se puede hacer a los pequeños con estas ideas mágicas de la sobre estimulación. En especial la ansiedad por ser un Beato Boy o ser precoz que no es lo mismo que desarrollar talento o ser un genio. La precocidad es casi una casualidad que no tiene relación directa con lo otro. Empezamos a comparar a meter el mensaje en el cerebro de "tú no eres tan bueno como el otro", "eres torpe" "eres defectuoso porque no reaccionas al método Beato".
Si creo que es importante poner al niño en contacto con toda la actividad que nos hace humanos. Esta es esencialmente el arte. Los animales no parece que tengan prácticas artísticas. Tanto música, como pintar, como modelar, como construir, como inventar historias. Pero siempre de manera adaptada a lo que es un niño.
Si el hijo de Beato hubiese ido a una de las miles de Escuelas Municipales de Música que hay en España no le hubiesen entrenado en acordes hipercargados y superdisonantes. Estaría cantando canciones infantiles, aprendiendo a marchar al ritmo de la música, realizando instrumentaciones sencillas para acompañar la música mientras canta, aprendiendo a asociar la música al movimiento, danzando, haciendo juegos que realmente analizan la estructura musical, su timbre y su dinámica. Eso no es asombroso para un vídeo de Youtuber, pero es sin duda más efectivo que estos remedios mágicos.
El objeto del aprendizaje de la música desde edades tempranas NUNCA debe ser llegar a ser un genio, sino que la persona que será adulta sea capaz de comprender la música como actividad humana, utilizarla en su provecho para proyectar emociones, o incluso entender la modulación de la voz para desarrollar su inteligencia emocional y comprender si con el que está hablando es sincero o está fingiendo. Si, además, toca, va a conciertos, interpreta o llega a ser el Bach del siglo XX, estupendo. Pero no es el objetivo nº1.
Beato y otros Youtubers gurús de los remedios mágicos a distancia y sin estudiar pedagogía harían bien saliendo del estudio de grabación y visitando centros de enseñanza musical para sacar ideas de gente que trabaja día a día durante años con alumnos de verdad, no con uno, con muchos.