No conservo facturas, debí comprármelo en el año 2002. Desde entonces he sustituido tanto los previos como los conversores por material de más alta gama. Pero he conservado este micrófono porque mis oídos negaban lo que decían los foros. Había llegado el NT1-A, que era mucho mejor. Escuchaba todo tipo de loas al nuevo micro y de pestes sobre el antiguo. Era lo que opinaba todo el mundo. Sin embargo, la realidad es terca, y no pude convencer a mis oídos de que fuera una buena idea deshacerme de él. (Por cierto, vaya idea lanzar un nuevo micro y volver a llamarle NT1, complicando infinitamente la tarea de recabar información sobre el original. Pero esta es otra cuestión...).
Hace un par de meses decidí hacer una nueva serie de tomas en mi estudio casero, hoy por hoy muy mejorado. (Buen previo, excelentes conversores). Puedo decir que nada grabado con este micro defrauda. No pierdo matices. No tengo problemas con la mezcla. (Hago un recorte en la ecualización, sobre los 12KhZ, pero eso es todo).
Hablando con un colega, me dice que me imagine lo que serían esas tomas con un micro decente de verdad… Claro, él nunca lo ha usado, pero “seguro que es una chusta”. Ah, no. Por ahí no paso. ¿Chusta has dicho? Mi honor ha sido herido, y decido informarme bien sobre lo que es y no es este micro. Me empieza a oler a pura y simple difamación por parte de quien no tiene elementos suficientes de juicio. De manera que he hecho mi propia investigación, no soy ingeniero de sonido ni nada por el estilo, esto es simplemente lo que he conseguido averiguar:
El diseñador del NT1 es Jim Williams. Se trata de un reputado ingeniero de sonido especializado en el diseño, la mejora y la rectificación de material de audio profesional. Su empresa, Audio Upgrades, se dedica precisamente a esto. Según cuenta, él diseñó el NT1 con los mejores componentes, y así fue fabricado. Más adelante, la empresa bajó los estándares. (Esa peor calidad de construcción y componentes parece corresponder al modelo NT1-A, micro bastante más agudo, que, sin embargo, tiene un índice de ruido -self noise- menor). Incluso la cápsula, que es una modificación de la K67 de Neumann, fue fabricada en la mejor factoría china, 797Audio. (Durante la Guerra Fría, ingenieros alemanes viajaron a China para ayudarles con la tecnología de audio. Así nació 797, denominación militar de la factoría, que hoy ha pasado a llamarse 797Audio). El problema de esta factoría no es de diseño o de fabricación, sino de control de calidad, lo que pudo dar lugar a disparidades muy grandes de una cápsula a otra y, consiguientemente, de un micro a otro. En otras palabras: un NT1 podría montar una cápsula estupenda, otro una del montón... y otro una defectuosa, por qué no.
La conclusión a la que llego tras leer lo que explica Jim Williams sobre su diseño y Michael Joly sobre las posibles modificaciones, es esta: que el micro es de una gran calidad. Tanto, que recomiendan dejarlo tal cual. Buen diseño y excelentes componentes. (Hitachi, Wima, Rodenstein, Siliconix...). El punto débil puede ser la cápsula. No me refiero al ya apuntado deficiente control de calidad, sino a que la cápsula está basada en la K67 de Neumann. Esta tiene un realce de agudos en torno a los 12KHz, porque está pensada para un circuito que después aminora la carga de agudos. El circuito del NT1 no lleva a cabo ese recorte, con lo que la cápsula puede resultar un tanto estridente. Una solución sería sustituirla por una K47. Otra (propuesta por JW) sería sustituir dos condensadores por otros de más valor. La mía es ecualizar para corregir el exceso de agudos.
Creo sinceramente que hay que dar una oportunidad a este venerable micro, tiene más bajo el capó de lo que parece.