#44
Seguro que la dinámica va muy ligada al estilo musical, y me parece lo más lógico.
Y también a cómo se escucha la música. En un concierto de una orquesta sinfónica, donde estás concentrando toda tu atención en la música, es importante que si un pasaje debe transmitir ciertos sentimientos "tranquilos" suene muy bajito, y si luego viene una parte con más fuerza, eso se note en el volumen de la música. Si estás trabajando con la música puesta, pues igual te va mejor que no haya grandes cambios de volumen porque si los hay, o no oirás apenas los momentos bajos, o te distraerán demasiado los momentos altos.
Cuando pienso en este asunto siempre me viene a la mente Carmina Burana. En el primer corte -O fortuna, el que todos conocemos- hay unos cambios de volumen brutales. Tienes al coro y la música sonando muy muy bajito, subes el volumen porque ni te estás enterando de lo que suena, y de repente viene la parte alta y te pegas un susto de muerte. Curiosamente Sotify respeta esa variación de dinámica.
Seguro que la dinámica va muy ligada al estilo musical, y me parece lo más lógico.
Y también a cómo se escucha la música. En un concierto de una orquesta sinfónica, donde estás concentrando toda tu atención en la música, es importante que si un pasaje debe transmitir ciertos sentimientos "tranquilos" suene muy bajito, y si luego viene una parte con más fuerza, eso se note en el volumen de la música. Si estás trabajando con la música puesta, pues igual te va mejor que no haya grandes cambios de volumen porque si los hay, o no oirás apenas los momentos bajos, o te distraerán demasiado los momentos altos.
Cuando pienso en este asunto siempre me viene a la mente Carmina Burana. En el primer corte -O fortuna, el que todos conocemos- hay unos cambios de volumen brutales. Tienes al coro y la música sonando muy muy bajito, subes el volumen porque ni te estás enterando de lo que suena, y de repente viene la parte alta y te pegas un susto de muerte. Curiosamente Sotify respeta esa variación de dinámica.