Se sigue enfocando mal el problema. La cuestión relativa a la enseñanza no es tanto el riesgo para profesores y alumnos como el papel transmisor del virus que puede desencadenar un contagio masivo y la saturación del sistema sanitario.
Aunque haya repartidores, médicos, empleados de supermercado, igualmente expuestos, la transmisión se produce esencialmente por el aire, en espacios cerrados y sin ventilación. Otro dato crucial es el tipo de actividad. En un aula no se habla, se vocea, se canta, se respira con intensidad y durante muchas horas al día, en el mismo espacio, con las mismas personas.
Si alguien tiene el virus lo transmitirá con una facilidad pasmosa a las otras 25+1 personas del aula. Se cierran discotecas por lo mismo, se prohiben reuniones de más de 10 personas, pero se abren las aulas con mucho más peligro de contagio. Peligro, no para los niños y los profesores, para todos aquellos que recibirán su dosis de virus cortesía de la Consejería de Educación de turno en su comunidad.
La COVID-19 asusta muy poco a muchas personas. A la mayoría no les da grandes síntomas, ni pone su vida en peligro. Pero es terríblemente contagiosa y los síntomas tardan en avisar, de modo que llega a mucha gente antes de que uno se entere de que lo puede tener. Si se produce una transmisión masiva, al final serán muchas las personas de riesgo, que no van al colegio, las que acabarán ocupando camas en hospitales. Cuando alguien tenga un accidente, le de un ictus o tenga una quemadura grave, podrá morirse esperando una ambulancia.
El sistema sanitario no tiene plazas para todos. Al contrario que en las aulas, el médico no puede operar 25 pacientes en un quirófano o meter en la UCI de dos en dos, o compartir respiradores un minuto uno y otro minuto otro Cuesta entender que ese es el verdadero problema de la COVID-19.
En Castilla y León la consejera de Sanidad ha avisado que ya no hay personal sanitario en las listas de sustituciones, y solo estamos en agosto. Cuando causen baja, se agoten o se contagien por sus hijos los que aún quedan de pie... en fin.
De lo poco que se sabe con certeza del virus es que el contagio es sobre todo por el aire, los aerosoles. La transmisión por contacto con materiales parece muy remota y casi nula, con el lavado de manos se reduce aún más. Pero en un aula durante 5 o 6 horas al día las respiraciones se condensarán en un espacio muy limitado y con una ventilación deficiente.
Los niños son duros frente al virus, pero se lo llevarán a casa para regalar a sus padres, abuelos, tíos y vecinos.
Mientras tanto seguimos pensando que denunciar una realidad así solo está justificada por un profesorado miedica y mimosón que quiere que le traten mejor que al resto.
Aquí un gráfico de la naturaleza del problema. Personalmente soy profesor, tengo más miedo ahora mismo a tener un accidente y desangrarme en una cuneta que a morir por COVID adquirido en el aula.
Y tengo más miedo a un colapso sanitario a que una neumonía grave. Tengo más miedo a un nuevo confinamiento en invierno que destroce nuestra moral y la economía que a pasarlo mal en una UCI. La enfermedad se pasa, o no, pero dura poco. Las consecuencias del contagio masivo entre la población duran mucho. Nos olvidamos muy pronto de lo que han sido estos meses de confinamiento. Eran en plena primavera, con días largos y el verano acechando. En invierno, serán días interminables, caldo de cultivo de depresiones.
En fin, nada, que los docentes no saben nada. El virus solo se contagia en discotecas y botellones, las reuniones de más de 10 solo son peligrosas si no son en un colegio, el virus no entra en las aulas, la mejor vacuna será leer libros de matemáticas, el virus huye de ellos como de los geles hidroalcoholicos.
Egoístamente prefiero mil veces la enseñanza presencial, estoy hasta los mismísimos de estar encerrado en casa, del distanciamiento social, de no tocar, de llevar mascarilla, del puñetero gel,... por eso prefiero que acabe cuanto antes tomando decisiones inteligentes. La anterior pandemia por coronavirus, el SARS-COV (1) solo duro 6 meses, la vacuna... aún la siguen buscando los laboratorios que prometen vacunas express para esta versión del virus.
https://es.wikipedia.org/wiki/Epidemia_de_s%C3%ADndrome_respiratorio_agudo_grave_de_2002-2004