En el Oído Absoluto hay diversos grados, desde el reconocer cualquier nota sin referencia instrumental, hasta el tocar cualquier pieza completa sin partitura ni previo ensayo. El oído absoluto tiene la capacidad de reconocer un sonido simple como una nota, pero también un sonido complejo como una secuencia de sonidos (melodía, contracantos, acordes, bajos, patrones rítmicos…)..
Los músicos invidentes llegan a tocar profesionalmente en unos niveles muy altos de calidad, gracias a que la naturaleza a muchos de ellos les da en compensación el don del Oído Absoluto, y también les da un oído interno muy poderoso, una memoria auditiva muy ágil, el funcionamiento de ambos hemisferios cerebrales, y un extraordinario afloramiento del subconsciente cuando tocan un instrumento musical. Para ellos es mucho más fácil tocar la guitarra, pues su campo de acción es más reducido, y se puede manejar más fácilmente con el tacto. Pero tocar el piano o el órgano es muy meritorio, pues su campo de acción es mucho más amplio, teniendo el gran piano 88 teclas, y el órgano manuales de 61 teclas.
Entre los músicos de oído, los que tocan muy bien las piezas en sus tonalidades originales tienen oído absoluto, y los que tocan muy bien pero siempre en una misma tonalidad tienen un oído relativo muy desarrollado.
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