Yo es que no puedo criticar a Olfield, quería ser como el, jejejjee
Mike Olfield tuvo una gran depresión a causa de Tubular Bells, era demasiado joven para lo que se le vino encima y no lo supo asimilar muy bien, se volvió demasiado autocrítico.
Aunque también hay que reconocer que, tampoco es para ponerse a hacer 30.000 versiones de Tubular Bells hasta que se jubile.
Mi obra favorita es "The songs of the Distance Earth", no se parece a nada de lo que había hecho antes, y aunque mucha gente lo ha puesto a parir, ese disco muestra una gran libertad mental a la hora de componer dentro de su peculiar estilo.
Bueno, no me enrollo, que seguro que no le importa a nadie. Saludetes....
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¿ Os habeis olvidado del Mike compositor de canciones ?
Es que es la leche, de verdad, siempre había hecho obras instrumentales, grandiosas y de pronto va y se pone a hacer canciones y crea una de las mejores canciones de la historia, si, si de la historia. Evidentemente me refiero a Moonlight Shadow. Tiene una de las melodias mas hermosas que se han creado, las guitarras ritmicas y la base ritmica son perfectas....y el punteo final es, para mi, uno de los 10 mas grandiosos de la musica. Ese punteo final es melodia, ritmo y fuerza como pocas veces he escuchado.
Eah, pues si que me he puesto redicho, coñe...
Esto no te lo discute nadie, Tarumbita. Me atrevería a decir que es la mejor obra de Mike Olfield después de Tubular Bells
Lo de las bandas sonoras tampoco lo entiendo. Músicos menos prolíficos y con menos estilo han hecho mas bandas sonoras. Como no sea que le dejo un mal sabor de boca y quedó desencantado con la experiencia, no me lo explico, pues su música es muy valida para muchos estilos de cine.
El problema de Oldfield es que, por muy bien que parezca haber hecho un disco, siempre introduce algún elemento infantiloide o ridículo que arruina todo lo que hayas escuchado hasta ese momento.
Como muestra unos botones:
Tubular Bells-El hombre de las cavernas y la parte de los coros. Deleznable.
Hergest Ridge-un insoportable solo de órgano en la segunda parte del disco. La verdad es que no tengo muy fresco este álbum, aunque creo que es de los mejores de su maltrecha carrera.
Ommadawn-El ESPANTOSO tema vocal "The Horseman Song" en el segmento final. Una auténtica estupidez que me hizo enrojecer cuando la escuché y que arruinó el resto del disco (bastante correcto, por cierto).
Platinum-Básicamente coros absurdos tipo "Du bu di dum bam bam" y similares (os juro que no me lo estoy inventando). Presencia de letras estúpidas como "Sally" de la cual os dejo un fragmento:
“Sally, sólo soy un gorila/Te dire que te quiero eternamente/Como un mono desde Manila/No puedo dejar de llamar a tu puerta”.
¿Bueno qué? ¿Es para cortarse las venas o no?
Discovery-Un álbum en apariencia sólido pero que Oldfield se encarga de ensuciar con más letras de parvulario (‘Saved by a Bell’). The Lake es un coñazo.
Earth Moving-Edulcorado, comercial, intrascendente, hay que oírlo para creerlo.
Amarok-El colofón final es un coro berreando de manera infame sobre el incauto oyente. Ciertas voces a lo largo del disco también son realmente sonrojantes. A mí este disco no me gustó a pesar de que muchos lo consideran su obra maestra. Tampoco me vi aludido por el mensaje de la contraportada. No considero que yo tenga un problema de oído, más bien diría que a mí las chorradas me molestan bastante . . .
Heaven’s Open-La cara B de este disco, titulada “Music from the Balcony”, es algo así como la versión oligofrénica de Amarok (y con eso creo que lo he dicho todo)
Tubular Bells II-Discutible (pero hasta cierto punto comprensible) revisión del disco del 73. Es algo así como “Tubular Bells” para niños, una versión como más chupi, más Disney. La canción final del disco, “Moonshine”, no tiene pies ni cabeza ¿Country? ¿A santo de qué? ¿Para cuando un disco de ritmos de barrio Mike?
Tubular Bells III-El colmo del despropósito, nuestro amigo Mike, el gran músico independiente y ajeno a modas, dejándose seducir por los infames ritmos bacaladeros de Ibiza para componer la culminación de su gran Opus. Aparte de los chapuceros ritmos electrónicos y las pueriles voces del niño ese recién nacido que canta (por cierto me dieron ganas de estrangularlo con su propio cordón umbilical) conviene destacar el aire de superficialidad de este disco. Un álbum computerizado y gélido ideal para ser escuchado en uno de esos pisos funcionales que salen en las revistas dominicales con muebles Ikea de fondo.
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Nota: Este mensaje está copiado íntegramente de otro foro con la única intención de aportar una visión crítica diferente (y con más o menos gusto y mala leche).
No tengo porqué estar de acuerdo con las afirmaciones vertidas.
Por favor, no disparen contra el mensajero.
Un cordial saludo.