Cualquier aislante, sea tela, espuma, etc. ralentiza el intercambio de calor en ambos sentidos. Es decir, que lo mismo protege del frío que del calor.
Los humanos no nos ponemos mantas cuando hace calor porque generamos calor interno y lo queremos disipar lo antes posible -necesitamos "ventilarnos"-, pero un instrumento apagado no genera calor, por lo que no se va a calentar más por tener algún tipo de aislamiento térmico encima. Si en verano quieres mantener una botella de bebida fría más rato, la puedes envolver en una toalla, por ejemplo.
Dicho esto, insisto en que un aislamiento sólo ralentiza el paso de calor. Dependiendo del grosor y coeficiente de aislamiento del material, al cabo de un tiempo las temperaturas a ambos lados del aislante se habrán igualado y ya no servirá de nada. Si pones una tela sobre un teclado, al cabo de un rato ya estará a la misma temperatura que si no la tuviese puesta. Si realmente quieres protegerlo del frio o del calor, mételo en una caja de cartón, con su poliestireno expandido, y mete la caja en un armario cerrado. Y si quieres protegerlo más aún, envuelves la caja en un edredón.
Y finalmente, habría que plantearse qué efectos tiene una temperatura concreta en los materiales de tus instrumentos, porque entiendo que las maderas de una guitarra puedes ser sensibles a las temperaturas -y más a la humedad-, pero los cables de cobre y las teclas de plástico de un teclado igual ni se inmutan por estar a 10º o a 30º. Y ya me imagino que no los tienes al sol todo el día, claro.
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#1 lo importante, más que protegerlo de una temperatura concreta, es evitar el estrés térmico, es decir variaciones de temperatura en periodos cortos de tiempo.
También es importante que los instrumentos acústicos sean afinados para evitar tensiones o distensiones en sus piezas cada semana debido a los cambios climatológicos.
No exponerlos al sol, ventiladores o aire acondicionado (que reseca el aire en exceso y la madera también), almacenarlos en sitios donde la temperatura no cambie.
Por ejemplo, un control donde tengamos que acondicionado y trabajamos a 23°C pero que luego al cerrar se pone a 45-50°C no es un lugar ideal, es preferible que estén siempre a 35-45°C que someterlos cada día a 20°C de variación. Al fin y al cabo, nuestra temperatura corporal al contacto suele variar entre 25 y 30°C
También es importante mantener la humedad en valores entre 50 y 70%, pero eso es ya otra historia.
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#4
Buenos consejos, gracias.
La temperatura de mi piso anda en verano de los 26 a 30 o más, una joyita de piso!!!
No hay cambios bruscos porque no hay aire.
Instrumentos acústicos tenía un piano Yamaha pero por estos calores se tuvo que ir.
Y los bajos eléctricos que suelo tener sino aguantan calor se van.
#6
Me voy quedando más tranquilo por los comentarios 🙂.
Lo de la humedad sí que afecta a la curvatura de los bajos, doy fe.
#8 pues mira que acabas de dar un dato importante en electrónica: los 60°C.
A partir de ahí la degradación de la mayoría de componentes discretos (resistencias, condensadores, bobinas) se acelera innecesariamente. No pasa lo mismo con chips, transistores y diodos que pueden trabajar a 80° sin demasiado estrés.
Sí esas precauciones de dejar enfriar instrumentos las hago.
Los 60 grados son los que ha cogido en la superficie en Extremadura!!!