El idioma sirve para diferenciarnos como estrategia natural de supervivencia.
El idioma, los dialectos, los acentos hablados, etc. tienen un origen evolutivo, y son una herramienta para diferenciarnos, para detectar rápidamente a las personas foráneas, que son ajenas, que no son próximas, que no pertenecen a un grupo social determinado y pueden ser peligrosas o nos alerta para desconfiar de ellas.
Son simplemente una herramienta para la proteccion y supervivencia de un determinado grupo, clan, tribu o como se quiera llamar.
No hay más que ir por el Norte de España desde Galicia hasta Cataluña para comprobar lo que la evolución ha hecho de forma natural. A mi me resulta sencillo diferenciar a alguien de Santander, por su acento y eso que vivo en Bilbao, a solo 100 km.
Evidentemente, en el mundo globalizado estos motivos empiezan a perder peso, porque cada vez es más habitual la mezcla cultural, pero no hace muchos años, la presencia extranjera, el movimiento humano, significaba el conflicto permanente.