No coincido mucho con TheFlowerKing en su opinión sobre cada grupo.
Pure reason revolution me pareció un grupo bastente interesante, con tintes de noise rock. Por momentos vi ciertas influencias de gente como Tortoise. El batería impresionante, era claramente el centro de atención sonoro por su contundencia. Las armonías vocales son el punto fuerte del grupo, se las curran bastante, y en directo creo que no desmerecieron.
La única pega que le veo a este grupo es que sus canciones se parecen demasiado unas a otras y llega un momento que ya le pillas el sonido y te puede aburrir. Además fueron tremendamente rancios y no hicieron bises, para colmo su actuación fue de sólo una hora. No entiendo esa actitud, máxime siendo la primera vez que vinieron aquí. No está muy bien eso de dejar al público pidiendo bises y pasando olímpicamente de él.
El sonido, demasiado fuerte. Y esto fue una constante en los tres grupos del festival. Lamento la tendencia de los técnicos de sonido para directos por ensordecer los tímpanos del público, saturar todas las frecuencias y hacer que muchos matices de la música se pierdan. Hubo muchos momentos que me costaba reconocer qué cojones estaban tocando porque los acordes de teclado, los fraseos de guitarra, o los coros de voz, quedaban enmascarados por el bajo y la batería.
A mí no me interesa que me remuevan el estómago a base de vibraciones de baja frecuencia, ni que me dejen sordo a base de una mala ecualización en la que determinadas frecuencias saturan todo. Creo además que el público del progresivo es especialmente sensible a matices de la música, no se trata de un concierto rock al uso, y eso deberían tenerlo bien presente los técnicos que sonorizan el evento. Desconozco si son los propios técnicos que llevan los grupos o si es un técnico de la organización, pero me parece que no tienen mucha idea de lo que están haciendo, porque fallan en lo básico, que es que todo se oiga y nada enmascare a lo demás.
Respecto a Magenta... el concierto estuvo muy bien, muy profesionales y demás, pero es que no puedo con este grupo. Más que rock progresivo yo los veo como pop progresivo, con unas partes vocales que me parecen bastante lamentables, es como si los del grupo El sueño de morfeo hubieran incorporado tintes prog a su música. Lo único que me pareció interesante fueron los momentos en los que la cantante se callaba y se quedaban el guitarrista principal y el teclista haciendo "duelos" sonoros. Pero en cuanto volvían las partes vocales todo se jodía. Para mí lo mejor del grupo es el guitarrista principal. Hubo un momento bastante gracioso en el cual se le rompió la guitarra al segundo guitarrista, y la vocalista tuvo que salvar la situación pidiendo que alguien saliera para cantar algo, o para bailar. Al final ella y el primer guitarra tocaron algo mientras se solucionaba el problema. Tuve que salirme a falta de algún tema porque no me gustaba nada la música del grupo.
Y finalmente IQ, en mi opinión el mejor grupo neoprogresivo con diferencia, con una serie de discos impecables a lo largo de su extensa carrera. Se hicieron esperar una hora pero mereció la pena. Tenía ciertas dudas acerca de si IQ sonaba bien en todos los conciertos, especialmente el cantante, ya que ha oído actuaciones de hace algunos años y desafinaba bastante. Sin embargo las dudas se despejaron con creces, el vocalista estuvo impecable. Como dice TheFlowerKing, Peter Nicholls se parece físicamente a Peter Gabriel, incluso retoma el estilo teatral de éste en el escenario. Afortunadamente no es un clon y su voz y forma de cantar tiene matices propios que hace que me parezca uno de los mejores cantantes del prog con diferencia. Pero creo que el centro de atención de IQ es el guitarrista, Mike Holmes, un tipo campechano y divertido que se queda con el público tema a tema, no sólo por su envidiable sentido del humor, no sólo por su forma de disfrutar sobre el escenario, sino también por sus fraseos tremendamente acertados. Holmes es un tipo tremendamente sensible y certero en sus intervenciones, no se basa en el virtuosismo tocando mamonadas de escalas, sino que realiza unos punteos que rozan lo exquisito, y unos acompañamientos acertadísimos. La labor del teclista, uno de los puntos fuertes de IQ en todos sus discos, estuvo un poco empañada por el mal sonido del directo, a veces costaba distinguirlo debido a la horrible saturación de la mezcla. Sus solos estaban muy en segundo plano, una lástima. Sólo en la intro de "The sacred sound" tuvo la oportunidad de hacer sonar sus teclados como merecían, una verdadera pena, porque Martin Orford es una joya como teclista, le imprime a los temas una personalidad muy fuerte. Respecto al bajista, al igual que Holmes, se come al público. Especialmente interesantes algunos de sus fraseos, aunque el sonido saturado de la mezcla de nuevo desmereció su labor. El batería estuvo muy bien, sustituyó perfectamente al batería original del grupo, que por lo visto abandonó la banda hace un tiempo. Excepcional concierto, el repertorio de canciones muy amplio, cubriendo casi todos sus discos, incluso presentando tema nuevo (absolutamente impresionante, siguen en plena forma creativa). Interesantes también las proyecciones de fondo que añadían matices conceptuales a cada uno de los temas. Disfruté enormemente con este concierto de IQ.