Cuando lo probé por primera vez tuve las mismas gratas sensaciones generales, hasta que fui notando el mayor defecto del RD64: las teclas no sólo parecen más grandes, sino que realmente son más altas (y además muy anguladas en las esquinas), lo que dificulta/entorpece el uso. Es la razón fundamental por la que no me precipité sin dudar para comprarlo de nuevo en este caso.
