Baneado
te has expresado muy bien,
y tu punto de vista es muy interesante.......saludos
No sé... Con la capucha y el pobre oso secuestrado la verdad es que...
Yo creo que es probable que a medio largo plazo, el disco en su soporte físico se distribuya principalmente en los propios conciertos de las bandas, festivales, etc. Quizá no exclusivamente, pero sí que puede ser una salida muy viable.
El negocio discográfico ¿quizá sea absorbido por la producción de espectáculos (o viceversa)?
El disco en su soporte digital, quizá tenga más sentido como "colección de canciones". O sea, la gente en el soporte digital no está tan acostumbrada a escuchar los discos de principio a fin, así que elige las que más les gustan.
Pero dudo mucho que se dejen de grabar y producir canciones (a nivel profesional, me refiero). Es más, me parece una chorrada. Otra cosa es que los costes han bajado mucho, es más facil grabar, más facil hacerse con copias piratas, más competencia también, y (supongo) que menos ganancias.
La cosa puede ir mucho peor, por supuesto.
Podemos llegar al estatus en el que ningun grupo novel grabe discos sin tener a un sello con pasta detras (y sellos con pasta creo que quedan pocos...)
¿Quien va a arriesgarse a grabar, con la pasta que cuesta? Para luego tener que comerse el bonito disco con patatas...
mod
No tengo muy claro por dónde tirará el mercado discográfico, pero está claro que seguirá haciendo pingües beneficios, ya sea con el cobro de royalties, la venta de discos u otros formatos, que quizá queden como algo de coleccionista, y la publicidad, conciertos y venta directa por descarga. No lo sé, pero sí tengo claro que no pasarán hambre.
Lo que me resulta más interesante es por dónde tirará la escena (que no mercado) de la música independiente y de aficionados. No sé por qué nos planteamos tanto la cuestión de la industria musical; ayer, hoy y probablemente siempre, es un asunto que no nos concierne. Eso es cosa de un grupo ínfimo de privilegiados que han conseguido entrar en la rueda del mercado de consumo. A veces me parece que hablamos del futuro discográfico como si fuéramos a tomar parte en él o se nos fuera la vida en ello.
Lo dicho, me seduce más pensar en el futuro de nuestra música, la que hacemos en casa una mayoría de usuarios. Es ilusionante pensar en un escenario en el que nuestros temas musicales puedan ser escuchados y valorados por mucha gente. En este sentido, creo que los tiros van un poco por la construcción de redes sociales relacionadas con nuestro mundillo -nosotros estamos montando una en hispasonicos.com-. Lo atractivo de todo esto es que por primera vez -antes, hace apenas unos años, era muy difícil conseguir lo mismo- se puede escuchar mucha música de gente desconocida, pero no por ello menos valiosa, y se puede entrar en contacto directo con los artistas.
Soyuz, yo creo que falta algo para complementar el boom de la home-music (inclúyase aquí todo lo que no sea Sony, EMI, etc.): un boom equivalente de locales para tocar en directo y escapar un poco del corsé de internet.
No creo que os aporte mucho con esto, pero mi percepción últimamente va en el sentido de que se perfilarán más claramente dos escenas, la de los enamorados del rollo dinosaurio que prefieren siempre delegar en otros y no hacer muchas preguntas y los defensores de la autogestión delegando sólo en gente en sintonía con ellos... En realidad estos dos escenas funcionan desde hace muchísimo tiempo y se basan más en una percepción del arte que del negocio... La auténtica novedad no radica siquiera en lo tecnológico, que es fundamental, sino en dónde se colocará ese nuevo público al que por primera vez se le deja participar de forma efectiva y que es parte del problema a la vez que de la solución... Quizás no sea una revolución cultural, pero sí de manejo de información y de otro tipo de información...