No existe tiempo mínimo tipificado en la legislación española.
O bien usas contenido de creación propia, o bien adquieres las licencias oportunas en la SGAE, o bien lo publicas sin más y asumes las consecuencias, si las hay.
También puedes publicarlo en plataformas que tengan acuerdos con las editoriales, como Youtube, y ver si te dejan mantenerlo a cambio de cederles la monetización de los vídeos con publicidad.
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¿Eso no es solo en caso de que se genere actividad económica o de que realices cambios sustanciales a la obra original?
No y no.
En tu casa puedes hacer lo que quieras, pero en el momento en el que realizas una comunicación pública de una obra que no es tuya tienes que contar con el permiso del titular de sus derechos (lo que suele incluir pasar por caja), sean cuales sean las circunstancias, salvo muy contadas excepciones entre las que no se encuentra el uso recreativo.
