Creo que hay que esperar un poco para ver por dónde evoluciona la legislación y los medios que se utilicen para aplicarla. Muy lenta, pero progresivamente, se está construyendo una legislación más restrictiva con la piratería de software.
No creo que el software comercial de audio tenga los días contados, porque es necesario. Las empresas son las únicas que pueden destinar recursos para el desarrollo de herramientas auténticamente profesionales, y hay un mercado para ellas. El problema es que hay una aberración en el mercado -la propia piratería-.
Comparar el pirateo del año 96 con la situación actual es un error de bulto, porque hoy en día, el software pirata está infinitamente más accesible que antes, y de forma gratuita (hace sólo unos años, era común tener que pagar por el software pirata). Por supuesto que todos recordamos cierta cantidad de pirateo en aquellos años, pero no se puede comparar, ni de lejos, con lo que está pasando ahora mismo con Internet, el P2P y los servicios tipo megaupload.
Por cierto, las ferias a las que ha asistido hispa no demuestran buena salud; dejando aparte el visible bajón de asistencia a todos los niveles, el pesimismo era general entre los stands de desarrolladores de software.
Está claro que muchos pequeños desarrolladores no pueden esperar un mercado para sus productos, porque el número de clientes no es tan grande, y la oferta de productos ya es masiva. Pero la piratería complica soberanamente este escenario, y lo hace de una forma injusta e ilícita.
En fin; da lo mismo si el público que piratea es o no el "target", da lo mismo si a algunas empresas les va mejor o peor; nada de eso justifica el crackeo de software y su "puesta a disposición pública", que es un delito.