Resumiré, perdonad de antemano por el rollo: una de mis grandes ilusiones de toda la vida siempre fue hacer música; cuando era adolescente, con un teclado casio y unos pedales de guitarra de mi hermano empecé a hacer mis primeras canciones, lógicamente muy muy cutres. Años más tarde con la expansión de la informática musical, vi la posibilidad de llevar a cabo esa ilusión y empecé a hacer música. Nunca la he hecho con muchas pretensiones, siempre supe que no iba a llegar a ningún lado, entre otras cosas porque yo no quiero ni hacerme famoso (me suena ridículo sólo el decirlo) ni es mi modo de vida (el sustento me viene por otro lado y lo tengo bastante asegurado, más en los tiempos que corren); simplemente quería ver si era capaz de crear canciones, así que inventé a Origami y compuse a la vez que aprendía, supongo que como todos, y era un no parar: hice más de 100 canciones en 3 años, creo que cada vez sonaban mejor, algunos de aquí de hispasonic incluso me decíais que no lo hacía mal hasta que hice un disquito del cual hasta me sentí hasta cierto punto orgulloso, no sonaba del todo mal, e incluso me valió para algo que no me podía imaginar, que me entrevistara Sektor IV, emisora de radio canaria (gracias a ps girl), que fue un momento muy emocionante para alguien como yo que, como ya he dicho, no tenía mayores pretensiones musicales.
Entonces (hablamos de 2005) decidí parar un poquito de componer canciones y ampliar mi equipo, me compré un sintetizador hardware que luego vendí, me compré otro después que luego vendí, y desde entonces todo ha sido canciones a medio hacer, no porque no sepa por dónde seguir sino porque no encuentro la motivación para sentarme y hacer música.
Le doy mucho a la cabeza (es mi estilo) y pienso que al no tener mayores pretensiones (por no tenerlas ni me apetece la idea de mover mis temas), todo ha sido un juego, que duró 3 años, y ya está. Pero a la vez me apasiona la creación musical. Cuidado, no me atrae ni la interpretación de instrumentos, ni la vida del músico, ni integrar una banda, ni nada de eso, solamente me gusta la idea de enfrentarme a un secuenciador en blanco y crear.
Pero ahí está el quid, la idea que se me metió en la cabeza y ya no sale: ¿vale la pena hacer música cuando sabes que no tienes mayores pretensiones que una vez creado un tema, pasar al siguiente, sabiendo que lo van a escuchar un puñado de personas, sabiendo que no me apetece tomarme el esfuerzo de mover esas canciones? Antes sí me valía, porque solamente el proceso creativo era la propia recompensa. Pero entonces, ¿qué me pasa ahora? ¿por qué esta falta de motivación? ¿acaso es porque en mi humilde panorama ya he tocado techo, quiero decir, que el próximo paso ya tendría que ser obligatoriamente difundir esos temas y al no apetecerme, no le veo ya sentido a seguir haciendo música?
Últimamente le doy mucho a la idea de vender mi pequeño estudio y dejar atrás mi ilusión de crear música, matar a origami. Pero es difícil, ¿es realmente lo que quiero? ¿me arrepentiré después?
En fin, siento este rollo (ya puse uno parecido hace dos o tres años, pero no pensaba que esa situación se iba a alargar hasta 5 años que van ya), pero siempre viene bien expresar al exterior lo que a uno le ronda por la cabeza tanto tiempo.
Saludos