dale al mono!....dale al mono!
es mi hit...nenas
A Trujillo no le tengáis nada en cuenta, que está picao porque un rapero le robó una novia....siempre dice lo mismo del rá!
Yo flipo un poco con vuestros devaneos...
En primer lugar es difícil discernir si el origen del post es no entender letras abstractas o intimistas, o personales, o protopoéticas...lo cual queda solventado mirando la historia de la poesía universal....donde el poeta vive y entiende, expresa el instante de un modo y a veces de varios, y a veces no lo expresa, sino que él es expresado por el poema, que a veces ni siquiera son palabras sino imágenes....etc.
La interpretación diferida del instante en que el lector entra en esa intimidad única y distinta de la suya....Crea otro poema, otra realidad, otra intimidad.
Siendo así, y salvando las tópicas distancias entre una cosa y otra (poesía y música cantada) lo que se quiera decir con una letra, no ha de ser siquiera inteligible, o desmenuzable; sino que puede ser perfectamente libre, mutable, manipulable por quien lo escucha.
Si hablamos de si es válido el rap como expresión meramente lúdica, estructural, edonista, o incluso méramente imagológica y consumista....bueno, no me gusta utilizar la moral para "juzgar" la música (y en general casi nada), así que diría que es lícito en tanto que ES...y en tanto que lo que expresa ("me gustan las putas", "tengo más pasta que tú para tener un deportivo", "molo más que tú y tu novia quiere chupármela", "fluyo sobre esta estructura mejor que lo haría MC Quevedo", "me paso la vida en los bancos, fumando y hablando de rap", "si te metes conmigo te vació el cargador"...ETC) es recibido y compartido por alguien...Luego ya, los cómos y porqués de la vida de cada cual, cada día, es cosa suya y de sus psicopatías y sociopatías.
El rap como canción protesta, el rap como competición, el rap como declaración de intenciones, el rap como intimidad universal, el rap como ardiz poético, el rap como provocación social, el rap como costumbre inercial, el rap como ostentación de estatus, el rap como moda y tendencia, el rap como estructura métrica, el rap como música de raíz, el rap como expresión libre, el rap como amalgama de ideas, el rap de eclecticismo culto, el rap como voz de barrio chungo, el rap como producto empresarial, el rap como juguete teatral de escape de la realidad, el rap como narración de la cruda y a veces aburrida realidad, el rap como elemento de control socio-económico de determinados barrios, o el miedo de otro sector de población, el rap como repetición de sí mismo, el rap como juego de espejos, el rap como síndrome adolescente, el rap como rap o sus sucedáneos…y bla bla bla. Todo puede ser válido en tanto que todo pueda existir,….y la elección queda en el tejado de cada cual.
Para mí, a modo personal, lo que más me carga en general es la falta de personalidad….la copia y repetición de patrones, sean apolíneos o dionisíacos….un clásico de confrontación universal…pero claro en tiempos en que teorías y prácticas neocón e imagológicas favorecen la exaltación de los extremos y su confrontación, en que se crean clichés en rodillos de producción y en que consumimos y consumimos de manera compulsiva patrones de conducta, roles sociales….me da igual un poco si es el real gangsta, que el culto abstracto, el mercado de la MTV, o el del underground auténtico…al final es manipulación en función de la estadística poblacional X. Lo importante, repito es que eso que se decide contar, con mayor o menor elegancia, estilo, acierto sonoro, capacidad innovadora, …etc, tenga al menos una pizca propia de personalidad que lo diferencie de todo el resto. Desgraciadamente por el sistema que retrataba antes, cada vez se tiende más a la uniformidad de esos bandos, a la copia gregaria, a la identificación con tendencia, ….y de ahí la mayor parte de “problemas” que nos plantee la escucha del rap, en cualquiera de sus variantes, y de la música así en términos más generales…desde lo que cuesta entrar a un concierto del auditorio, aunque sea de Dodecafónica…a tener que soportar el “criterio” de radiofórmulas y ETCS de la cultura y mercado musicales mundiales.
Al fin y al cabo, todo esto es ruido, y como decía el rapsus (no?)…una canción es un rato…y eso es lo único que importa para “ca uno que tiene sus cauneces.”