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Bueno, por lo menos eres honesto. Hay muchos haciendo mierdas que piensan que cagan pepitas de oro.
Tu tranqui. Hay más vida y mejor aparte de esto. Además puede ser un hobby estupendo sin ponerte metas, para pasar el rato como hacemos muchos.
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#2 Tengo un caso como el que comentas muy cerca
Haces muy bien BlackEuphoria, estás haciendo lo correcto y aplaudo tu decisión, vas a empezar a vivir.
Te preguntarás el porqué yo no dejo la música y sigo tu camino, pues porqué esto es igual que con las drogas, una vez que te engancha hay gente que puede dejarlo y otra que no. Por mi parte he querido alejarme del mundo del sonido para siempre varias veces pero me ha sido imposible.
Aún recuerdo mi primer chute, fue hace ya la friolera de 10 años cuando abrí por primera vez un vsti de baterías (el artist drums en concreto) en Cubase para hacerlo sonar con una pista midi creada por mí. Ahí empezó todo, el inicio de una era de perdición, luego quieres ecualizar bien las guitarras, luego que el bajo suene inyourface en la mezcla, luego que el bombo lo pete y suene que-te-casgax... así con todo, una ralla sónica tras otra, un no parar. Ahora me encuentro moviendo un fader 3 dB arriba y abajo de una pista de instrumento dentro de una mezcla una y otra vez durante dos horas cual yonki del audio-mixing.
BlackEuphoria, ¡HUYE!
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Yo llevo toda mi vida en el límite de dejarlo, pero aquí sigo, siempre encuentro alguna motivación en el último momento para seguir, sobre todo los compañeros que creen en mi, como el de arriba, sin ir más lejos. Pero es un camino áspero, lleno de piedras y con pocas gratificaciones, de eso no hay duda.
Mucha suerte hagas lo que hagas!!
Nunca he conseguido dejar la música, en cualquiera de sus aspectos, a pesar de haberlo intentado varias veces.
A estas alturas ya soy un caso crónico... un kamikaze de la vida.
Además de que muchos psiquiátricos ya no me aceptan ni con mi nombre artístico ni con seudónimos ni nada, ni seguridad social ni leches.
Enhorabuena!
El asunto no es que tu dejes la música. La clave està en que la música puede que no te deje a ti.
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