Me encerraron ayer por la noche, justo después de cenar.
No tuve tiempo ni de despedirme de mis compañeras. Me subieron por una rampa empinada y resbaladiza, amenazando con pegarme, empujando violentamente, gritando en un idioma aterrador hasta que noté una pared en la oscuridad y no pude avanzar más. En ese momento sentí como se retiraban y cerraban una puerta a su salida, y yo, presa del pánico, estaba inmóvil pero temblando, no pude contener mis necesidades y lo manché todo. La habitación se quedó entonces en silencio y en completa oscuridad...
Al rato oí la llamada de mis compañeras histéricas, que preguntaban por mí, comencé a gritar y pareció que se tranquilizaban al sentirme tan cerca, entonces callaron de golpe y supe que venían a por mí otra vez. La habitación se comenzó a mover y yo deslizaba por el frío suelo metálico tratando de mantener el equilibrio, mis propios orines hacían que deslizara aún más y me apoyaba en las esquinas. Esto duró unos quince minutos, hasta que la habitación ha dejado de moverse. Han abierto la puerta y por fin he visto la luz del día, un olor pestilente me ha golpeado en la cara al asomarme por la puerta y las mismas voces me han obligado a bajar por la rampa, he saltado sin saber donde caía y me he hecho daño. He visto a otras y otros como yo, que no conocía, algunos seres extraños con rostros afligidos encerrados en celdas en este frío sitio, y por fin me han encerrado a mí, en la celda 9bis.
Estoy viendo como se llevan uno a uno a mis nuevos compañeros de penurias.
Algunos gritan, escupen voces desgarradoras hasta que de pronto todo queda en silencio.
Sí,
ahora sé que voy a morir.
Deio a 11 de agosto de 2005
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el 11/08/20052
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Este verano está siendo diferente del anterior, pero ninguno de los dos me convence.
El verano pasado yo estaba hecho un asco, y me refugié en el mundo de los secuenciadores, los sintes, y las jornadas de composición hasta las tantas; pero, hubo un momento que dejé de pasármelo bien, y me di cuenta que solo estaba intentando evadirme de la realidad. Fué un verano de decepciones, con algun momento bueno que otro. Por aquel entonces yo tenía un curro asqueroso y quería cambiar de aires.
Este verano, tenía puestas muchas esperanzas; aunque estoy en el paro, me había propuesto estudiar y hacer deporte, adelgazar unpoco subiría mi autoestima y estudiar lo mismo. Cuando estamos ya finalizando el verano, me doy cuenta de que ha sido en cierto modo un absoluto fracaso. Me jodí la pierna corriendo y no he podido adelagazar lo que pensaba; para postres la pierna me jode lo de estudiar, porqué no puedo estar en el ordenata más de 2 horas seguidas. El Master no tira ni con pilas...
No sé, es el verano de la confusión, tengo muchos planes, ayer cumplí 30 tacos, y no sé, quiero cambiar de aires, de ciudad, conocer gente, estudiar más cosas, pero sobre todo quiero curarme la jodida pierna.
Buf, mi peor weblog de lejos....el 10/08/20059 -
Tras revisar la casa y comprobar como el juez ordenaba el levantamiento del cadaver, la policía acordonó la zona. Todas las posibles pruebas habían sido envasadas en plástico, y los lugares sospechosos escaneados y fotografiados. El escaner de la habitación era bastante inquietante, parecía una puesta en escena, algo espectacular. Oidualk pasaba el dedo sobre la pantalla en la mesa, asignando las fotos a cada zona, completando el escaner como si fuera un puzzle macabro: las fotos de la ventana al final, las de la cama en medio, la puerta que daba al baño...No había duda de que alguien estuvo con Lee en sus últimos días, ya que un hombre sin brazos ni piernas ni ayuda mecanopédica no podía ir al baño, y menos a uno que estaba a tantos metros de la cama. La habitación era tan grande como una iglesia. Esto incidía aún más en el carácter ritual de la escena del crimen: un templete con el sacrificado en el altar-cama. Anotó esto último haciendo un círculo sobre la cama y escribiendo el comentario. Odiaba este trabajo de policía-oficinista, le parecía una pérdida de tiempo hacer un informe tan detallado. Pero con este caso no, parecía que iba a ser largo. Zuir entró.
- ¡Qué jaleo! No sabes la de gente que trabaja en la televisión. Y lo peor es que muchos no se habían enterado. Se lo he tenido que decir yo.
- Bueno es parte del trabajo - contestó Oidualk con la vista fija en la pantalla de la mesa.
- Sí, pero no sabes lo difícil que es intentar sacar información de una persona que se echa a llorar. Aunque estoy seguro de que muchos llorarían no por el fallecimiento de Lee, sino porque se iban a quedar sin trabajo. Era la estrella del programa, sin él no hay programa.
- ¿Qué clase de persona se atrevería a asesinar de esa manera a un telepredicador que conseguía un share del veintidos por ciento?
- Parece que no le importa crearse enemigos - añadió Zuir dejando la chaqueta sobre el respaldo de una silla. Se acercó a la pantalla donde Oidualk seguía colocando fotos - ¿Has hecho algún descubrimiento?
- No, de momento nada. Las pruebas sólo corroboran lo que ya suponíamos. Alguien tuvo que estar con él al menos un par de semanas. Lo lavaba, lo cambiaba de postura y le daba de comer, sino no hubiera sobrevivido más de tres días.
- ¿Y por qué no le consiguió unos implantes o llamó a la familia?
- Tiene que ser él, el asesino. No es lógico cuidar a un persona teniendo la posibilidad de ponerle unos implantes. Pero esperemos a la autopsia. Martin me dijo que no le llevaría demasiado tiempo.
- Tampoco es lógico cuidar a un tío que vas a matar. Hay que ser cabrón para hacer eso durante un par de semanas...
- A lo mejor no sabía que iba a matarlo, pudo ser algo no premeditado.
- ¿Entonces para qué mantenerlo en ese estado?
- Un secuestro quizás, pero no tiene mucha lógica secuestrar a alguien en su casa y pedir un rescate. ¿Qué has conseguido tú?
- En la televisión me han dicho que no le echaron de menos porque tenía vacaciones. Tres semanas, mañana tendría que haber ido al plató. Lo estaba sustituyendo otro tipo.
- Esto tiene mala pinta.
- Oye, deja el escaner, ya sigo yo, que te has tirado aquí haciendo el informe desde que volvimos de la casa de Lee. A mi al menos me ha dado el aire. Ya lo termino yo.
- Vale, como quieras, gracias - dijo Oidualk estirando la espalda. - Si llama Martin avisame.
- Descuida, no me meto en ese frigorífico sólo con Martin ni loco.
- Hasta luego - cerró la puerta del despacho y comenzó a andar por el pasillo kilométrico de la comisaría.
Como siempre que pasaba algo así, su cabeza comenzó a alienarle del resto del mundo. Sus pensamientos se enfocaban a aquella macabra escena en la casa de Lee. Aquel cadaver destrozado con los ojos manchados de sangre, la violencia que presentaba... todo le obsesionaba. ¿Como podía haber gente así?¿Qué clase de persona se metía en casa de un invalido y luego lo mataba. Todo el mundo tiene deseos violentos alguna vez, pero ¿quién es capaz de llevarlos a cabo y luego cargar con su conciencia? En el Upground se encontraba muchas veces con escenas de violencia. Rencillas, pequeños robos y bandas de críos hacían de este medio de transporte un peligro a ciertas horas. La maldad era siempre la misma, hicieras lo que hicieras, te saltaras un semaforo en rojo o robases a alguien, le pegases a un tipo o aparcases en un lugar donde estuviera prohibido. Pero ahogar a alguien metiéndolo los instentinos en la boca era otra cosa. Cada segundo que pasaba, cada paso que daba, se arrepentía más de haber participado en el caso. Y no se equivocaba: cuando llegó a la modesta puerta de su apartamento, con el buzón lleno de revistas y publicidad en el suelo, y abrió la puerta, lo primero de lo que se percató es de que la luz de la mañana le estaba jugando una mala pasada. Bajo sus pies había, reluciente, un sobre de plástico. Lo abrió y leyó su contenido. Bloqueado se sentó en el sofá, buscó con la mano y acertó a coger el teléfono. Dijo "despacho", y el teléfono marcó. La voz de Zuir sonó desde el otro lado:
- Aquí Zuir, dime.
- No te lo vas a creer...el 10/08/2005 -
Pocas horas antes del inicio de la fiesta las tres muchachas se encontraron en el piso de Erika, tal y como habían acordado. Comentaron lo sucedido la noche anterior con un conocido común que se despachó a gusto y en voz alta resumiendo en pocas y sucias palabras los contactos carnales que le gustaría tener con Ana.
Erika trataba de convencer a Ana de que era mejor dejarlo pasar, no merecía la pena enfadarse por un comentario vulgar más, si bien ya era hora de que las mujeres dejaran de ser blanco fácil de insultos machistas. Helen, por su parte, asentía todo cuanto salía por la boca de Erika, lo cual irritaba a su hermana Ana, más a sabiendas de que Erika en su lugar hubiera tenido una reacción mucho más violenta y ahora predicaba paz y amor.
Helen encendió la minicadena y puso un CD, subió el volumen y comenzó a cantar al tiempo que meneaba sus caderas y levantaba los brazos, Ana olvidó lo sucedido en un instante y gritó que ya era hora de prepararse para esa noche, Erika corrió a su habitación a por las pinturas de guerra.
Mientras se arreglaban comenzaron a beber cerveza.el 10/08/20053 -
la question es el intentar mezclar de forma homogenea el house ,deephouse , funk ,techno ,electro electro/house, todo estos estilos tienen algo en comun i es que funciona mas o menos bien a 128 bmp,s esto no es nuevo ya que todo esta casi invetado pero si es la ostia de divertido puesto que las mezclas son de lo mas rebirado para consegir un resultado acaptable i que el set suene homogeneo os invito a provarlo puesto que si le pillas el rollete los resultados son increibles
el 09/08/2005 -
- ¡Jooder!, pedazo de chozas. ¿Son de diseño orgánico? ¡La gentuza que debe vivir aquí...! - exclamó Zuir mirando hacia los lados mientras conducía.
- Mira al frente, que te vas a salir, ya tendrás tiempo de verlas. Además, tiene que ser aquí, en una de estas. Estás de suerte, vas a verlas por dentro.
- ¡Qué cabrones! ¿Te imaginas vivir aquí? Jacuzzi, piscina, interior translucido, olor a marihuana en la madera del pasamanos. Estas casas están diseñadas para hacerte feliz aunque tú no quieras. Y mira que cochazos, ese Mitshubutshi tiene novecientos cavallos de potencia, y lo mejor, puedes estrellarte a trescientos kilometros por hora y ni lo notas: tiene un habitáculo indeformable de estructura de tela de araña. Yo lo flipo solo de mirarlo, ¿te imaginas como sería conducirlo?
- Prefiero no saberlo, así me ahorro el maltrago de darme cuenta de que nunca lo vamos a conducir. Vale más de lo que ganaremos en toda nuestra vida. Mira aquí es, gira.
Zuir giró lentamente y se detuvo mientras Oidualk enseñaba la placa al escaner del policía que había en la entrada de la casa. La verja estaba abierta, y la casa no se alcanzaba a ver desde allí, porque el gran jardín estaba lleno de cipreses, pinos y demás plantas. Desde que la jardinería se había puesto de moda, muchos garrulos corta céspedes se habían convertido en artístas, creyendose la reencarnación de Miguel Angel Buonarotti. Les invitaban a programas, ganaban el Nobel de la Paz y abrían cuentas de alto rendimiento en los bancos. El policía le dió el visto bueno levantando su pulgar. Zuir siguió conduciendo lentamente por el asfalto de color rojo.
- Fíjate que jardín. El otro día escuché que un tipo había adaptado un césped genéticamente para que creciera formando un cuadro de Van Gohg. Daba igual como de grande fuera la superficie donde plantara el cesped, acababa cogiendo la forma del cuadro. Lo comercializarán el año que viene.
- Pues en mi casa no podré ponerlo, una lástima. A no ser que lo ponga junto al moho que crece por la fachada...
- No te quejes de apartamento. Yo no me quejo, y el que no se debería quejar era este tío, ¿has visto que casa? - una espécie de montículo de colores en forma de cono componía el cuerpo principal de la casa. Un coche de lujo estaba aparcado en la puerta, junto a varios coches patrulla. Aparcaron salieron del coche, acercandose al cono, que parecía ser cada vez más grande.
- Hola, soy el agente Chaves, pasen al interior.
El el interior del cono entraba una luz tenue y agradable de todos sitios, como la luz en los días de lluvia, había un poco más de humedad y frescor y se resaltaban mejor todos los colores.
- Joder, esta casa es impesionante - dijo Zuir mirando hacia arriba.
- ¿La luz entra por las paredes? - preguntó Oidualk al agente Chaves.
- Sí, lo se, parece increíble porque es de noche. Pero lo más impresionante está en el dormitorio principal, por las escaleras, siganme.
Subieron una especie de escalera de caracol, que daba al dormitorio. En el centro del gran recinto que era el dormitorio había una cama redonda. Dentro, la silueta del cadaver se intuía bajo la sabana térmica.
- Lo han encontrado unos parientes que venían de visita, como no abrían y tenían llave decidieron entrar. El psicólogo les está atendiendo ahora. Preguntadle a Martin, el forense, ha estado trasteandolo todo.
- Sí, le conocemos, gracias.
- Bueno, estaré abajo si me necesitan - dijo el agente Chaves saliendo de allí.
- ¡Qué hay, nenes! - les llamó Martin.
- Por lo que parece mucho trabajo - indico Zuir.
- No lo sabes bien - Martin retiró la manta y apareció el cadaver.
- Amputación de brazos y piernas de forma quirurjica, pero estamos buscando en los archivos del hospital, porque por las cicatrices diría que es cosa de hace unas dos semanas. Lleva muerto unas seis horas. Le abrieron el vientre y le ahogaron con los instentinos, metiéndoselos en la boca.
- ¡Joder, que clase de cabrón...! - Zuir apartó la mirada.
- Una hermana suya y el marido habían venido a visitarle, nadie abría así que entraron... - siguió Martin.
- Si, ya nos lo ha contado Chaves. ¿De quien se trata?
- Alfred Steven Lee, es una especie de telepredicador, tenía un programa en la televisión, la gente le enviaba donativos y el se pagaba una casa con paredes con memoria lumínica.
- ¿El movil?
- Dímelo tú, yo solo puedo determinar la causa de la muerte. Pero parece que no ha sido un robo.
- ¿Vivía alguien con él?
- Preguntale a Chaves, todavía no ha interrogado a los testigos, ya que después del shock, el psicologo ha desaconsejado hacerlo de momento.
- Vale Martin, vamos a registrar la casa.
-Seguiré con lo mio, cuando le haga la autopsia os paso el informe.
Bajaron otra vez al interior del cono. Desde una puerta se veía al psicólogo y a dos personas, un hombre y una mujer, la mujer lloraba desconsolada. Se acercaron.
- Hola, soy Charlie, el psicologo.
- Agentes Zuir y Oidualk.
- Esperenme un momento, voy a hablar con estos señores -le dijo a la mujer y a su marido, saliedo de la habitación.
- ¿Si?
- ¿Como se encuentran?
- Mal, la mujer tiene un shock post traumatico, no aconsejo su interrogatorio. El hombre parece encontrarse mejor. Pueden interrogarle, pero no mucho tiempo, no conviene separarles.
- Vale, perfecto, nos llevará cinco minutos.
El Psicólogo volvió a entrar y habló con el marido, que salió inmediatamente.
- ¿En qué puedo ayudarles?
- Señor...
- King, Oswald King.
- Señor King, es usted el cuñado del señor Lee, ¿verdad?
- Si, mi mujer es su hermana Agatha.
- Bien, ¿venían mucho por aquí?
- No, cada cierto tiempo, en navidades, ya sabe. Hoy vinimos para darle una sorpresa.
- ¿una sorpresa?
- sí, mi mujer, por fin se ha quedado embarazada. El insistió mucho en que el Señor nos daría un hijo si lo intentabamos con la suficiente fe.
- Bien. ¿Vivia alguien con él?
- No.
- Servicio de limpieza, ¿cocina?
- No, no, lo limpiaba todo él solo, era un poco maniático con ese tema, además compraba muchos objetos de arte y no permitía que nadie los tocara. Y con la comida igual, le gustaba hacerse su propia comida. No contrataba servicio porque decía que ningún ser humano podía ser esclavo de otro independientemente del dinero que se le pagase.
- ¿Ha tenido alguna enfermedad o accidente grave el señor Lee en el último mes?
- No. No que yo sepa.
- Bien, gracias. No se muevan de la ciudad en unos días, por si tuvieramos que preguntarle algo.
- Sí, le hemos dado el número de telefono a uno de sus compañeros, si tienen alguna pregunta no duden en llamarnos.
- Gracias por todo señor King - terminó Oidualk.
- A ustedes.
- Y enhorabuena...- añadió Zuir, a lo que el señor King se quedó petrificado, extrañado- por lo de su hijo, quiero decir.
- Oh... sí, gracias.
El señor King volvió a la habitación donde el psicologo atendía a su mujer.
- ¡Joder! Me cago en la puta... qué metida de pata. He hecho el ridículo - se lamentó Zuir.
- Tranquilo, a todos nos a pasado alguna vez - cogió un pañuelo y lo pasó por una mesa.
- ¿Has encontrado algo?
- Creo que sí.
- ¿Y bien?
- Mira a tu alrededor.
- No se a qué te refieres.
- Esta casa está muy limpia y ordenada para un tío que vive sólo y al que le faltan los brazos y las piernas desde hace dos semanas, ¿no te parece?el 09/08/2005 -
Hola pues aqui esta el renovado CR de rebusque estudios ya ha cambiado el monitos por un 17" y ya tengo monitores nearfield.
Pero sigo trabajando aun falta mucho.el 09/08/20051 -
Otra vez tu pelo metido entre mis sueños, guiando, a caso no es ya suficiente, por cuanto tiempo mas debo pagar el no saber olvidarte, el no poder quitarte de mis sensaciones mas profundas, de mis alegrias, de mis malditos sueños que cada tanto regresan para hundirme en la fantasia de aun poder abrazarte, de oir tu voz a mi lado, de verte sonreir y sonrojarte al verme a los ojos.Esos malditos sueños que tan brutalmente me conectan a la realidad estrellandome contra el muro de concreto mas inmenso que jamas haya podido fisicamente crear en mi vida.
Otra ves tu pelo entrometiendose en mi vida, mis sueños, Solo espero que al menos otro corazon lleno de valentia se atreva a liberarme de tus llamas que sino arderan eternamente en mi.el 09/08/20051 -
Oidualk se levantó como cada vez que tenía turno de Noche, cansado, con mal cuerpo y, sobre todo, con pocas ganas de trabajar. Era el peor turno de todos. Se levantó por la parte de la cama donde solía durmir Miranda. Desde que le dejó tenía la casa hecha un ascó. No había barrido ni limpiado la casa. La cama estaba sin hacer desde hacía meses y el numero de migas en el sofa empezaba a ser realmente incómodo. "Mañana limpiaré", se dijo. Entró en el cuarto de baño, se duchó, se limpió los dientes y se fué para Metro. El ascensor que subía hasta el "UPground" estaba hoy lleno de gente. Entre todo el mundo divisó a su vecina Gladis, la vieja chismosa que se quejaba siempre de que como no recogía el correo, su buzón se veía asediado por las revistas porno que no recogía, impidiendole a ella recoger su correo con normalidad. La miró con algo de desprecio al principio, que luego se convirtió en preocupación: estaba llorando. Se acercó como pudo, empujando a la gente en aquel asfixiante recinto.
- Señora Gladis, ¿que le pasa?, ¿puedo hacer algo por usted? -le dijo Oidualk.
- Ay, Oidualk, que bueno que te encontré - dijo secandose las lágrimas - mira que me acaban de telefonear del hospital, mi hermano... - comenzó a llorar.
- Tranquilicese ¿Que le ha ocurrido a su hermano?
- Que le han atacado. Le han robado y le han pinchado... - siguió llorando, nerviosa, temblando.
- Pero ¿cual es su estado? ¿Le ha dicho algo el médico?
- No, no, el médico no, me ha llamado él.
- Entonces no se preocupe, si le ha llamado el mismo no es grave.
- ¿Usted cree? Mira que si le pasa algo... es la única familia que me queda...
- Tranqulícese mujer, si está en el hospital ya no puede pasarle nada malo.
- Oidualk, por favor, usted es policía, busque a ese desgraciado que le ha robado a un pobre heptagenario...Pobre, el susto que se habrá llevado.
- Vamos, Gladis, por suerte para él y para usted
no podré ocuparme de su caso - dijo con una sonrisa.
- ¿Por qué no? Somos vecinos, ¿no va a ayudarnos?
- Porque soy del departamento de homicidios -dijo con una sonrisa. La enorme puerta del ascensor se abrió por fin, y toda la muchedumbre que se alojaba dentro comenzó a andar hasta el anden del monorail.- Ahora vaya a ver a su hermano y dele un abrazo.
- Gracias hijo, pues voy a cojer el 720, que va para el hospital Saint Joseph, bueno, el que ahora se llama Dr. Wizenberg. Hasta luego.
"Mira que robar a un pobre viejo", se dijo mientras entraba en el monorail. Las puertas se cerraron y el zumbido de los motores electromagneticos del monorail le llevaron hasta la comisaría central.
Como todas las noches, la comisaría estaba llena de putas y chulos con las manos en la espalda y esposas en las manos. Llegó hasta su despacho después de recorrer un sinfín de pasillos. Se sentó en su mesa y comenzó a revisar archivos. Al cabo de un rato, el pesado de Zuir se le acercó.
- ¿Qué, hace ya seis meses que no mojas o es mañana?
- No, es mañana.
- Pues a juzgar por la cara de fustrado sexual que tienes diría que no. Alegraté, mañana celebraremos tu "desaniversario".
- ¿Qué coño de palabra es esa?
- Es un término que he inventado para definir fechas en las que no tienes nada que celebrar.
- ¡Qué estupidez!, perdona que te diga.
- Di lo que quieras, pero cuando yo haya muerto se me recordará por inventar este término, ya que nadie, nunca nadie en la historia de la humanidad hasta hoy, 27 julio de 2099 se había percatado de que había días en los que no se podía celebrar nada.
- Eso no es así...
- ¿Como que no?, soy un genio, ríndete a la evidencia.
- Alicia en el pais de las Maravillas, Feliz día de tu NO CUMPLEAÑOS.
- Oudialk, te gusta sabotear todo lo que hago, ¿verdad? - sonó el teléfono - Sí, sí, bien, deja que lo apunte, vale, vamos para allá - colgó.- Oudialk coje una chaqueta, vamos a dar un paseo.el 09/08/20051 -
Cuando me siento a componer, ya sea con lápiz y papel, ya sea en mi teclado, siempre me planteo la composición como un proceso de imitación: me digo, voy a componer música electrónica tipo Vangelis, o una cancion de Jazz para improvisar, o un preludio de opera tipo Wagner que se pueda incluir en alguna película. Nunca me digo: voy a hacer mi propia música. ¿Por qué? ¿Por qué no me siento cómodo haciendo un estilo en concreto, un estilo personal que cuando lo escuche diga "este soy yo". Cuando escucho algo mio y ha pasado algun tiempo desde que lo compuse, suelo enfrentarme a ello al igual que cuando escucho música de otra persona. La objetividad me agarra sin darme opción: veo fallos, pero también veo logros, cosas que me gustan, como si mi exagerado sentido autocrítico para otras cosas (mi cara en el espejo, mi voz en una grabación)desapareciera. La sensación es de total lejanía. Como si otra persona lo hubiera compuesto. Recuerdo que cuando hice la prueba de acceso al grado superior de composición, tuve que escribir una obra, pues pedían tres y solo tenía dos que en ese momento me apetecía presentar. Decidí no arriesgar y escribir una sonata a imitación de Mozart. Para dar más juego, me propuse contrastar ese estilo en unas secciones con el estilo de Haydn en otras. Al final quedó resultona. Meses después me vi tarareando mentalmente esa sonata. Pero, ¿de quien era? parecía de Mozart, pero tenía elementos haydianos. De Beethoven no podía ser, pues no la recordaba. Busqué en mis Cds y cuando ya estaba terminando de revisarlas todas caí en la cuenta de que había sido yo el responsable de que existiera. ¿Por qué no me sentía identificado con ella? No tengo estilo propio, pensé. Tengo el estilo de cualquiera menos el mío. Desde ese día me propuse buscar, indagar en la música, pero a la vez en mi. Para llegar a tener un estilo propio debía dejar a un lado todo lo anterior y crear algo nuevo. Algo nuevo con lo que me sienta identificado. Ante esta situación sólo veía dos resultados, nada de medias tintas, nada de grises, o blanco o negro, o 0 o 1: o el triunfo de una creación original o el fracaso más absoluto. De momento no he conseguido nada. Pero esto no me preocupa: al igual que los posibles escenarios, los resultados también serían concretos y objetivos, o lo consigo o no, no obtendré resultados intermedios que terminen en el exito, no es una escalera que haya que subir o una montaña que escalar, no hay referencias, no hay camino. Mirando atrás veo toda la música pero, mirando al frente, la oscuridad.
el 08/08/2005