Al parecer cuando se elimina completamente el sonido de una estancia el oído del ser humano hace todo lo posible por localizar una fuente de sonido, lo que hace que su propio cuerpo se convierta en generador de todo el sonido de la estancia. Así, aquellos que han vivido la experiencia de permanecer en una cámara anecoica durante un tiempo prolongado comienzan a escuchar los sonidos de su respiración, los latidos de su corazón y hasta de sus tripas, lo que puede llevar a que la mente pueda perder el control e incluso puede provocar efectos en el equilibrio.
Hace unos días entré en una sala con un exceso brutal de absorción y sentí un poco de naúsea y molestias en los oídos.
Una sala anecóica (no anacoica) es más neutra; pero da algo menos de angustia.
Ahora,enloquecer...,enloquece el que es propenso, igual que el que se hace rico o el que va al talego.
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Decían que mas de 45 minutos nadie aguanto escuchando su propio interior, .... no se, estar 12 horas en una fábrica ruidosa igual es peor, habría que contrastar datos
Es molesto por la falta de costumbre.
Las anacrónicas son las que enloquecen , las anecóicas solo te sirven de es-teto-scopio XD