Saludos a todos!!Posiblemente soy la primera persona que escribe sobre este grupo en este foro.Mi intención no es opinar sobre este estilo, sinó mostrar una vez más las maravillas de la música, que no solo puede influir en los sentimientos, sinó también en la sociedad. He estado estudiando varios grupos, y he llegado a la conclusión de que Camela es por exelencia en España el grupo que mejor refleja los sentimientos populares, pero sobretodo los estereotipos y los prejuicios sociales. Hagamos un pequeño repaso a su carrera:
Sobre los años 1994-1995 se hacía eco de unos estribillos que decían “sueño contigo, que me has dado” o “escúchame, compréndelo, es imposible nuestro amor”, algo que abría la puerta al secreto a voces que hasta día de hoy ha estado atormentando a la mayoría de artistas del panorama musical español , el fenómeno Camela.
Camela (querer en el idioma gitano) es un grupo musical forjado en las calles de San Cristobal de los Ángeles, uno de las barriadas más pobres y marginadas de Madrid, donde poco importa si eres payo o eres gitano, inmigrante o español ,la mayor preocupación de sus habitantes es el pan de cada día. Tres adolescentes vecinos de este barrio, Dioni , Mº Ángeles y Miguel Ángel decidieron ocupar su tiempo libre en algo que poco tenía que ver con drogas o vandalismo, la música.
A modo de hobby, invertían sus escasos ahorros grabando maquetas de producción propia, que se intuían inspiradas en grupos como Los Chichos, para después distribuirlas por mercadillos y puntos de venta cercanos, y así ganarse un dinerillo para seguir con esto.
Con unos teclados y dos voces principalmente, poco a poco fueron abundando en sus canciones bases y ritmos tecno(curiosamente parecidos a los del grupo underground inglés Pet Shop Boys) que darían paso a un nuevo y peculiar estilo musical(el que ha sido su sello durante toda su carrera) que alguien decidió que se llamara Tecnorumba.
No sé si la suerte de encontrarse en la época auge del boom del cassette, ese estilo diferente dinámico y pegadizo, el romanticismo desgarrador de sus letras, la forma en que las interpretaban o todo en conjunto fueron los responsables de que estos tres jóvenes cumplieran lo que ellos decían “un sueño inalcanzable”. A pesar de sonar únicamente en radios específicas de flamenco y no tener apenas promoción, su música caló hondo en un público de distintas edades, sus trabajos se vendían masivamente y realizaban giras que nada tenían que envidiar a los artistas revelación del momento, pero todo esto era como antes he dicho, un secreto a voces.
Pero lo interesante del grupo Camela llega a partir de 1997 con el lanzamiento de su cuarto disco Corazón Indomable. Por primera vez en su trayectoria, su disco irrumpe en el Nº1 de las listas de ventas durante varias semanas, apartando a un lado a las por aquel entonces líderes de ventas mundiales Spice Girls. Es entonces cuando el fenómeno social Camela empieza a dar indicios claros y visibles de que merece tal apelativo.
Ante el éxito del grupo, empiezan a surgir un montón de críticas negativas que insultan al grupo como artistas y como personas, y tachan a su público de barriobajeros e incultos, al mismo tiempo que aparecen publicaciones de prensa de periodistas que hacen gala de su objetividad predicando de manera directa o indirecta que este tipo de música y el tipo de gente a la que parece representar (barrios periféricos, etnia gitana y derivadas) no son merecedores de éxito ni mérito alguno. Se corrobora este pensamiento en el repartimiento de premios de la música y premios Amigo, desde aquel año hasta el presente, ya que todos los posteriores trabajos del grupo han formado parte del “Top 50” y sin embargo los críticos y representantes de la industria discográfica parecen olvidar ese nombre calé a la hora de repartir galardones. A lo que el grupo responde “los premios deberían ceñirse a las ventas, pero sin embargo se reparten entre amigos, y nosotros no somos amigos de nadie”.
Por otra parte este fenómeno también provoca un cambio en su público. Ya no se sienten identificados con unas canciones de amor y desamor, sino que además se identifican con su causa. Camela se convierte en una conciencia social para sus seguidores, que valoran más que nunca el trabajo y el esfuerzo que les ha costado llegar hasta donde están, y reflejando las trabas que supera esta gente, crece en ellos un espíritu de luchar por sus sueños y no dejar de ser ellos mismos. Todos estos factores sumados a la cercanía de sus integrantes con el público, provocan en él un sentimiento que les inclina a serles fieles permanentemente y defenderles contra toda crítica “son como parte de la familia, sus triunfos son mis triunfos”.
Hasta tal extremo llega esta especie de conflicto musical-social que el célebre cineasta catalán J.Bayona se percata de que Camela es una formación muy inquietante y divertida para su trabajo, ya que se pueden permitir el lujo de hacer videoclips en los que se puede jugar a representar sus canciones, y al mismo tiempo hacer una parodia de los prejuicios que rodean al trío(Vease en youtube los videoclips del grupo con la discográfica EMI).
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A dia de hoy Camela ha vendido aproximadamente unos 7 millones de discos, las críticas y las muestras de admiración siguen latiendo al ritmo de su tecnorumba, y todavía no han sido destinados a recibir un reconocimiento público por su trayectoria, pero eso parece que ya no les importa “tenemos el premio más auténtico y verdadero que es el cariño del público”.
Siempre me ha parecido algo muy curioso el rechazo que esta música puede provocar en algunas personas ¿realmente es la música en sí lo que resulta adorable para algunos y horrible para otros?¿O son los colectivos sociales a los que recuerda su sonido los responsables de que pueda resultar desagradable? Investiguen un poco.
Sobre los años 1994-1995 se hacía eco de unos estribillos que decían “sueño contigo, que me has dado” o “escúchame, compréndelo, es imposible nuestro amor”, algo que abría la puerta al secreto a voces que hasta día de hoy ha estado atormentando a la mayoría de artistas del panorama musical español , el fenómeno Camela.
Camela (querer en el idioma gitano) es un grupo musical forjado en las calles de San Cristobal de los Ángeles, uno de las barriadas más pobres y marginadas de Madrid, donde poco importa si eres payo o eres gitano, inmigrante o español ,la mayor preocupación de sus habitantes es el pan de cada día. Tres adolescentes vecinos de este barrio, Dioni , Mº Ángeles y Miguel Ángel decidieron ocupar su tiempo libre en algo que poco tenía que ver con drogas o vandalismo, la música.
A modo de hobby, invertían sus escasos ahorros grabando maquetas de producción propia, que se intuían inspiradas en grupos como Los Chichos, para después distribuirlas por mercadillos y puntos de venta cercanos, y así ganarse un dinerillo para seguir con esto.
Con unos teclados y dos voces principalmente, poco a poco fueron abundando en sus canciones bases y ritmos tecno(curiosamente parecidos a los del grupo underground inglés Pet Shop Boys) que darían paso a un nuevo y peculiar estilo musical(el que ha sido su sello durante toda su carrera) que alguien decidió que se llamara Tecnorumba.
No sé si la suerte de encontrarse en la época auge del boom del cassette, ese estilo diferente dinámico y pegadizo, el romanticismo desgarrador de sus letras, la forma en que las interpretaban o todo en conjunto fueron los responsables de que estos tres jóvenes cumplieran lo que ellos decían “un sueño inalcanzable”. A pesar de sonar únicamente en radios específicas de flamenco y no tener apenas promoción, su música caló hondo en un público de distintas edades, sus trabajos se vendían masivamente y realizaban giras que nada tenían que envidiar a los artistas revelación del momento, pero todo esto era como antes he dicho, un secreto a voces.
Pero lo interesante del grupo Camela llega a partir de 1997 con el lanzamiento de su cuarto disco Corazón Indomable. Por primera vez en su trayectoria, su disco irrumpe en el Nº1 de las listas de ventas durante varias semanas, apartando a un lado a las por aquel entonces líderes de ventas mundiales Spice Girls. Es entonces cuando el fenómeno social Camela empieza a dar indicios claros y visibles de que merece tal apelativo.
Ante el éxito del grupo, empiezan a surgir un montón de críticas negativas que insultan al grupo como artistas y como personas, y tachan a su público de barriobajeros e incultos, al mismo tiempo que aparecen publicaciones de prensa de periodistas que hacen gala de su objetividad predicando de manera directa o indirecta que este tipo de música y el tipo de gente a la que parece representar (barrios periféricos, etnia gitana y derivadas) no son merecedores de éxito ni mérito alguno. Se corrobora este pensamiento en el repartimiento de premios de la música y premios Amigo, desde aquel año hasta el presente, ya que todos los posteriores trabajos del grupo han formado parte del “Top 50” y sin embargo los críticos y representantes de la industria discográfica parecen olvidar ese nombre calé a la hora de repartir galardones. A lo que el grupo responde “los premios deberían ceñirse a las ventas, pero sin embargo se reparten entre amigos, y nosotros no somos amigos de nadie”.
Por otra parte este fenómeno también provoca un cambio en su público. Ya no se sienten identificados con unas canciones de amor y desamor, sino que además se identifican con su causa. Camela se convierte en una conciencia social para sus seguidores, que valoran más que nunca el trabajo y el esfuerzo que les ha costado llegar hasta donde están, y reflejando las trabas que supera esta gente, crece en ellos un espíritu de luchar por sus sueños y no dejar de ser ellos mismos. Todos estos factores sumados a la cercanía de sus integrantes con el público, provocan en él un sentimiento que les inclina a serles fieles permanentemente y defenderles contra toda crítica “son como parte de la familia, sus triunfos son mis triunfos”.
Hasta tal extremo llega esta especie de conflicto musical-social que el célebre cineasta catalán J.Bayona se percata de que Camela es una formación muy inquietante y divertida para su trabajo, ya que se pueden permitir el lujo de hacer videoclips en los que se puede jugar a representar sus canciones, y al mismo tiempo hacer una parodia de los prejuicios que rodean al trío(Vease en youtube los videoclips del grupo con la discográfica EMI).
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A dia de hoy Camela ha vendido aproximadamente unos 7 millones de discos, las críticas y las muestras de admiración siguen latiendo al ritmo de su tecnorumba, y todavía no han sido destinados a recibir un reconocimiento público por su trayectoria, pero eso parece que ya no les importa “tenemos el premio más auténtico y verdadero que es el cariño del público”.
Siempre me ha parecido algo muy curioso el rechazo que esta música puede provocar en algunas personas ¿realmente es la música en sí lo que resulta adorable para algunos y horrible para otros?¿O son los colectivos sociales a los que recuerda su sonido los responsables de que pueda resultar desagradable? Investiguen un poco.
