#216
Hey, a mi me paso algo similar, y no fue sueño ni parálisis, estaba totalmente despierto.
Me desperté por que algo cayó sobre mi pecho, algo pequeño como un perro a un gato o un bebe, sentí la caída como si hubiera saltado desde otro lugar hacia mi pecho, fue cosa de unos segundo, sentí el golpe de esta cosa cayendo sobre mi, lo que me despertó y comencé a buscar el interruptor de la luz que quedaba justo sobre la cabecera de mi cama, yo con esa cosa sobre el pecho mientras tanteaba en la oscuridad para encontrar el interruptor.
Esta cosa golpeo mi pecho unas 3 o 4 veces con sus patas o manos, como si hiciera un redoble de tambores y luego volvió a saltar hacia el piso, escuche la caída y todo, prendí la luz me levanté y comencé a buscar pensando que podía haberse metido un ratón o un gato, pero nada, luego de media hora revolviendo la habitación no había absolutamente nada, jamas supe que fue, pero el susto te lo encargo, esa noche no apague la luz y me dormí ya de amanecida.
#241
Ya habías adelantado que se había tratado de un engaño, por lo menos así lo había interpretado. Muy lindo relato y claro que es para tener en cuenta: se sabe que alrededor de este tipo de situaciones abunda la falsedad, la ignorancia y los errores. Pero no me quedó claro si todo fue producto del plan de uno de los vigilantes. Pedazo de revuelo que armó...¿cuánto duró todo eso? ¿y qué pasó con el tipo? ¿y los compañeros que fueron víctimas, al enterarse, no lo querían matar?
Harpo: interesante. La persona que me lo contó es confiable, por lo menos yo le creo.
Saludos.
Ayer cuando volvía a casa en la autopista había un poco de retención y decidí tomar una salida antes y cruzar por los pueblos.
Hacía mucho tiempo que no cruzaba por los pueblos para ir y venir a la ciudad, pasé por uno en el que aún estaba un convento abandonado al que iba cuando tenía 15 o 16 años con los amigos. Nos colábamos por la noche saltando la valla, e inspeccionábamos lo que había sido en épocas anteriores un convento de clausura . . . no esperéis ninguna historia de terror ni miedo, ni nada por el estilo, pues no pasó nada de nada.
Pero la verdad es que tenía un halo de misterio y miedo brutal . . . al estar todo derruido y hecho polvo. Recorrer las habitaciones del convento, así como bajar a las catacumbas en donde habían estado enterradas las monjas daba un cague de impresión.
La verdad, ahora que lo recuerdo, tuvimos bastante suerte todos los chavales que vivíamos aquí, pues por los pueblos de alrededor teníamos bastantes sitios para ir a hacer gamberradas.
Un colegio abandonado, una vieja cantera, una masía en ruinas, el viejo monasterio de clausura . . . el solar que inundaba con una gran isla en el centro cuando llovía . . . uffff . . . que tiempos tan magníficos, doy gracias de haber crecido en un pueblo la verdad.
Si precisamente la vida es como un milagro, todo lo que hacemos, vemos, sentimos es paranormal. Acaso no es paranormal que vivamos en un planeta que se mueve por si mismo eje, que da vueltas hacia un astro y encima no tiene apoyo donde agarrarse.
#253 Ciertamente todo cuanto nos rodea es asombroso. Y perder esa sensación de asombro es una gran pérdida, una auténtica desgracia.
Si tuvieramos esa actitud frente a los problemas cotidianos, que si la hipoteca, que si la mujer, la suegra y nos paramos un momento y que nos estamos perdiendo ese gran milagro que es la vida, el universo y todo lo que nos rodea, que somos parte de este mundo tan maravilloso.