#1 Además de todo lo expuesto, es muy útii, a la hora de alterar un acorde, tener en cuenta una cuestión acústica básica: el primer armónico superior de una nota es su octava y el segundo su quinta. En cada nota hay algo de todas las demás pero, sobre todo, hay mucho de su quinta.
Por tanto, cuando tocas b9 estás tocando
#5 , cuando tocas
#9 estás tocando b7, cuando tocas b5 estás tocando b9 y así. Estos acordes son estables (por eso se cifran a menudo sólo como "alt"), de hecho encontrarás multitud de temas modales basados en estos acordes (y en dominantes sin alterar, por supuesto), y además de por su color no implican una mayor tensión en el movimiento armónico que la propia del dominante.
Sin embargo existen otros acordes, llamados "semialterados" cuyas tensiones no cumplen esta relación y que necesitan "imperiosamente" resolver. Pongamos por ejemplo, b9 con 13.
Así que, aunque puedas mezclar tensiones alteradas a discreción piensa primero que puede que sea mejor (y en muchos contextos desde luego mucho más moderno) no alterarlas todas