lgarrido escribió:Por ejemplo, y lo he citado antes, incentivar a profesores capaces a hacerse cargo de centros problemáticos.
No es cuestión de evaluar quién es capaz, sino de quién está dispuesto a hacerlo. La capacidad depende mucho de la formación. PISA diagnostica pero no indaga en los tratamientos. Le dice al curandero que el cliente tiene cáncer y le dice que da lo mismo que hierba le receta, pero que, como está enfermo, hay que poner un tratamiento sea el que sea.
Por ejemplo, para estar dispuesto a hacerlo hay que contar con incentivos. Si dar clase en un centro problemático es igual de reconocido económicamente y laboralmente como trabajar en una balsa de aceite, casi nadie querrá hacerlo. Eso implica dos cosas: 1. Inversión (que no gasto) 2. Reconocimiento. Determinar que puestos son especiales y requieren una dedicación más profunda debe ser tarea de la administración. Una vez detectadas dichas plazas lo primero es poner un buen equipo de orientadores que apoyen al profesorado, lo siguiente es ofertar mejoras salariales a los que hacen un trabajo más especializado y más duro. Pero también el reconocimiento laboral, con menos horas lectivas, grupos menos saturados o más posibilidades de ascenso a puestos de dirección o futuros concursos de traslados. A ver si ofertando más sueldo, menos horas, personal de apoyo, y más ventajas laborales iba a haber problemas en que en esos centros estuviesen profesores más implicados.
El que no se vea no se arriesgará a pedir uno de esos centros a pesar de las ventajas, pero los que si sean capaces estarán motivados a hacerlo. En contra del ideal político, los profesores no son una ONG, así que el que quiere fichar al mejor profesor tiene que hacer como los clubs de fútbol para fichar al mejor jugador, INVERTIR.
Precisamente otro gran problema de la educación del que PISA pasa es el alto nivel de temporalidad en las plantillas. Temporalidad no solo en el tema de interinos, sino en profesores en constante ida y venida con concursos de traslados, expectativas de destino, concursillos, comisiones de servicio, etc. Estamos aceptando como natural que cada curso en un centro educativo casi más de la mitad de la plantilla cambie. Así es imposible una continuidad, un trabajo en equipo y todas esas cosas tan bonitas. A la administración que encarga bonitos informes PISA no le interesa invertir en incentivos y medidas para conseguir plantillas más estables en cada centro, es mejor tener contentos a los profesores luchando cada año como salmones por acercarse a casa. Además, como se cambia tanto no se forman grupos de resistencia en centros que sean críticos con la administración.
Así que por mucho que diga PISA de la evaluación de profesores no sirve de nada un profesor excelente en continuo viaje de centro en centro. Pero eso que es más fácil de solucionar no interesa ni mentarlo.
lgarrido escribió:Lo mismo se podría decir de Robinson o de cualquiera que sugiera mejoras.
Con una gran diferencia, y bien grande: Robinson no es un teórico de la educación. Es profesor, ha ejercido muchos años como profesor y parte de los resultados de experiencias. No son conjeturas, son resultados lo que presenta. Viene a ser como poner a la misma altura creativa a un profesor de composición, que enseña la teoría, con Bach, que ha demostrado con sus obras la maestría del resultado de su método.
Robinson no solo da simpáticas charlas sobre educación, lo pone en práctica en el aula, colabora con profesores en los sistemas educativos y mantiene el contacto directo, día a día con los alumnos. PISA acude como un naturalista a hacer el documental y desaparece. No le interesa nada de la educación más allá del campo de los objetivos de sus estudios. Como todo está determinado de antemano no puede "distraerse" con cosas que pueden ser significativas, que se da uno cuenta en el momento, pero no formaban parte del test presidesañado para el estudio. Es un método tan científico que se anula a sí mismo, sobre todo por que es solo un método diagnóstico que acepta cualquier tratamiento como válido.
lgarrido escribió:Ah, ¿dónde he oído yo algo así, pero infinitamente más venenoso?
Lo habrás visto, pero no oído. Recuerda que los muñequitos no son idea de Robinson. Si recuerdas la charla en ese momento Robinson critica lo que considera una falsa enfermedad: el Síndrome de Deficit de Atención. Y a quien realmente critica es a los médicos que quieren curar una actitud (que no una enfermedad) con medicinas. Es un problema real de la medicina moderna, cualquier enfermedad o lo que se considere como tal tiene que tener una pastilla. Cuando tienes colesterol no te dicen "dieta sana y ejercicio", es "dieta sana y ejercicio y tómese estas pastillas". Las propias farmaceúticas están interesadas en vender pastillas hasta para respirar. Es su negocio, tienen dinero, tienen poder y lo instauran en el sistema educativo. Primero formando a los médicos en un exceso de tratamientos, segundo por la publicidad, y tercero dando soluciones "pastilliles" a los problemas educativos. "Su hijo no aprende, dele una pastilla"
Esa es la crítica de Robinson. Lo que dice es que el llamado Síndrome de Deficit de Atención se debe a la sobre exposición a los estímulos y la información. Un niño casi desde que nace es sometido a discos y videos que le estimulan la inteligencia, se le expone a dibujos animados, televisión, juegos educativos, se le intenta a enseñar lo antes posible a hablar y andar, etc. El niño ya salta, corre, interactua, y llegamos y le sentamos en una clase de 40 donde no hay espacio ni para pestañear y le decimos que tiene que estarse quieto y atento 6 horas mirando al mismo profesor hablar y pintar con tiza.
Robinson no critica al profesorado, critica al modelo de educación que mete a los niños en camiones de ganado a engordarles con conocimiento. No es que no aprendan por deficit de atención, es que no aprenden por deficit de estimulación. ¿La culpa es del profesor? En parte puede, pero con 40 alumnos en una aula hay cosas que son imposibles por muy profesor PISA excelente que seas.
Yo he impartido clases en aulas en las que los alumnos tenían que entrar primero, cerrar la puerta y luego sentarse por que no había sitio para nada. Y no eran mesas lo que tenían, sino sillas de pala. En un ambiente así, sin espacio, sin ventilación, es imposible que los alumnos mantengan un nivel de atención aceptable. Pero PISA solo compara el número de alumnos por aula, sin tener en cuenta el espacio de las aulasy los medios con los que cuenta el profesorado. Tampoco incide en las posibilidades de atención individualizada. a 40 alumnos por 1h es imposible pasarse por las mesas a observarles o ayudarles más de 1 minuto, si es que no haces más que eso. Así que PISA, sin decirlo, admite que es más "rentable" un modelo de enseñanza basado en la clase magistral del siglo XIX. El alumno se sienta y escucha y se calla y aprende y se acabó.
Si se fija uno en el dibujo las paredes del supuesto aula están decoradas con las distracciones y el profesor solo ejemplifica lo que la sociedad moderna exige a los alumnos: "olvídate de los estímulos y atiende". No es tanto una crítica al profesor, sino una crítica a los sistemas educaticos, las políticas y los tratamientos médicos para enfermedades que no existen.
lgarrido escribió:PISA es un esfuerzo interesante, honesto y realista por mejorar la educación, aunque sólo sea en la vertiente de ayudar a los alumnos a integrarse mejor en el sistema productivo
No lo comparto, interesante, puede. Pero honesto y realista no. Y es que lo has reconocido, no busca mejorar la educación, solo diagnosticar presuntos problemas. Lo mismo que las farmacéuticas diagnosticaron la enfermedad del Síndrome de Deficit de Atención y diseñaron una pastilla para solucionar un problema de salud que no lo es.
"Integrarse en el sistema productivo" lo resume todo. PISA no busca formar personas cultas, preparadas, realizadas, quiere mano de obra. Es un exponente más modelo amaestrador de burros de noria en que se está convirtiendo la educación. Un modelo en el que sobran "las materias que distraen" y que han hecho grande al ser humano.
A ver si ahora la gente viaja a Grecia para ver las tierras que labraban y no sus monumentos o a Viena para ver una fábrica en vez de hacer turismo musical. Las cosas que perduran y que son realmente importantes para el ser humano no son el modelo productivo.
Es el eterno dilema "se come para vivir o se vive para comer". Y podemos acudir a lo práctico " si no se produce no se come y si no se come tampoco se vive" lo cual es totalmente cierto.
Pero lo que olvidamos tantas veces es que el éxito educativo no es de un solo alumno. Si mi hijo el día de mañana llega a titularse como arquitecto, con las notas más brillantes, con el mejor trabajo fin de carrera y con un doctorado, no le servirá de nada si el resto de compañeros que han formado parte de su carrera académica no han llegado a nada. El ejemplo es totalmente intencionado y relacionado con la situación actual. Miles de arquitectos brillantes no pueden realizar su tarea en el sistema productivo por falta de necesidad o interés en su tarea.
Lo que ayer era una profesión que aseguraba al individuo triunfar en el sistema productivo, hoy no sirve para nada. Y es que los sistemas productivos son muy cambiantes, por más test y estadísticas que se hagan. Llevamos "saliendo de la crisis en la segunda mitad del año que viene ya casi una década" por que lo dicen informes estadísticos y las tendencias de ciclos económicos. Pero el caso que lo dicen los mismos "pisemos" que no vieron el problema y que están dando soluciones que no funcionan. Ya lo único que falta es que las farmacéuticas lancen la pastilla contra la crisis o contra el paro.
Por eso un sistema educativo debe formar primero personas y estimular todas y cada una de sus capacidades sin preocuparse desde el primer curso de infantil en integrarlos en el sistema productivo. "¿Niño y tú que vas a ser de mayor?" Tal vez importe lo que es ahora y no lo que ocurrirá en el futuro. Y estoy completamente seguro que a los sistemas productivos les iría mejor y serían más equilibrados si no se les alterase como a los ecosistemas. Así crean trabajos en peligro de extinción que desequilibran la cadena de producción producen crisis.
Retomando el ejemplo. ¿Qué sería de los arquitectos si los políticos hubiesen potenciado la enseñanza de las artes? Tal vez el público acudiría más a conciertos, museos, exposiciones, salas de teatro. Serían necesarios más de estos edificios, rehabilitar antiguos, espacios para ensayos de orquestas, etc. Los "muertos de hambre" con su actividad estimularían la de los "trabajos imprescindibles" Tal vez con varios sectores no tan explosivos como la construcción no hubiese estallado la burbuja dejando a todos los preparados para el sistema productivo sin cabida en él. Por eso la crisis ha dado menos problemas en otros países. Hay más diversificación activa, no todo se orienta a que el alumno aspire al trabajo con más éxito. Desde hace muchos años todo padre aspiraba en primer lugar a tener un hijo arquitecto o médico, en la segunda fila estaban los abogados. Y ahí se acabó.
Tantos son los casos de gente que abandona posiciones y carreras de éxito para dedicarse a lo que siempre le gustó aunque no gane tanto o le cueste llegar a fin de mes. De todos modos la vida no da segundas oportunidades para recuperar el tiempo perdido, así que hay que disfrutar de lo que se tiene intensamente. Es a eso a lo primero que debería enseñar el sistema educativo. Lo del éxito del sistema productivo viene rodado después. Los seres humanos somos inquietos y tenemos un ansia por hacer cosas. ¿Acaso por no estar cada día pensando en el qué seré de mayor no habrá astronautas, médicos, enfermeras,...? ¿Cuántos niños no juegan a eso, lo mismo que juegan a ser músicos, pintores, actores,? ¿Y qué va a hacer un médico después de 8 horas operando si no tiene un artista que le alivie el alma?
El sistema productivo es como la naturaleza, se basa en el equilibrio entre especies, en la variedad. Cada vez que hay un sistema de control introducido se produce el desequilibrio y el desastre. PISA intenta fabricar sociedades de laboratorio basadas solo en el interés práctico de parte del sistema productivo. Por eso no me caen simpáticos y no le caen simpáticos a mucha gente.
Eso sí hay que reconocerles que los informes bonitos, bonitos son. Y serios, no como las infantiladas y chascarrillos del pobre Robinson. (Claro que dicen que el sentido del humor es síntoma de inteligencia, tal vez a los de PISA les falta eso...)
"Hay dos tipos de personas en este mundo, las que dividen el mundo en dos clases y los que no" Jeremy Bentham citado por el monologista Robinson. Ahora sin dibujos, pero también sin estadísticas y gráficos de colorines.