Yo creo que aquí la política está más que prohibida, fuera de lugar, los hilos de política como asunto. Me parece que hubo una época en que, por simple mala baba y por destruir, algunos tocaban asuntos delicados o proclives a la discusión partidiaria.
En este hilo, que inicié yo y que en cierto periodo tutelé y vigilé para que no se fuera de madre, se habló de política en la fase preliminar, es más se opinó bastante abiertamiente de asuntos coyunturales, se aludió con cierda abundancia a modelos económicos (que sobra decir que responden a sendas ideologías) y se dio caña al gobierno.
En esas etapas iniciales, aun con cierta voluntad proactiva, y con cierta generosidad (y sobre todo con más respeto hacia los otros que mi anterior etapa en Hispasonic, que tanto me hace falta para controlar mi mala leche y que debería de servir de ejemplo a otros con tanta o más que yo; o, por lo menos, con arranques que no sirven para nada) se leyeron algunos análisis bastante finos (desde luego los míos me parecen sobresalientes, para venir de alguien tan en declive como yo) y consideraciones (tanto en sentido reprospectivo, como prospectivo), dignas de un foro de economía.
Mi propia situación, realmente difícil y dura (que me está alejando, de entre otros lugares de esta web), ha hecho que me desinteresase bastante de lo que estaba contándose aquí.
Pero, siendo objetivos y comprando este debate con otros de similares características, vuelvo a señalar que este ha sido (excepción hecha de este pequeño rifi-rafe entre Miko y Endre, creo que más bien fruto de las malas interpretaciones y la visceralidad-malas tripas-, que a otra cuestión), un hilo bastante inutil; pero bastante ejemplar en cuanto a no llegar al enfado y al enfrentamiento.
Que cada cual saque las conclusiones que prefiera, a mí me suena esto a varias cosas: primero a que mi planteamiento inicial, en vez de incendiario, era constructivo; y eso se nota a pesar de que el hilo se ha ido deshinflando, por el paso del tiempo, o por desesperanza (aceptemos el valor diferencial de este término en comparación a desesperación, apatía, o, el peor, depresión).
También se ve que ha habido entre los concurrentes y los visitantes ocasionales bastante respeto, el respeto (reconozcámoslo) benevolente que se tiene hacia el enfermo o el que sufre una desgracia.
Y creo que aun podría añadisse que entreverado con estas dos ideas, entre estos dos polos, habría un ejercicio consciente de tolerancia.
Estas virtudes, todas muy positvas, todas relativamente inhabituales, no son suficientes para que esto pase de ser una charla. Pero esto, ya lo asumía yo al principio, no es nada malo, y es lo que se puede pedir a un hilo abierto en un foro de músicos o técnicos de sonido: en este sentido, bsatante es y suficiente (o notable, quizás); pero no me deja de ser insuficiente a mí. Se demuestra una vez más que los colectivos horizontales (otra ración de política que lanzo y que no creo que sea merecedora de reprobación), no son capaces de alcanzar muchos frutos, si no es bajo en articulado, con una necesidad muy perentoria; o, sobre todo y muy por encima de todos esto, si no es por un incentivo.
No han tenido ningún eco algunas sugerencias que formulé al inicio, bien porque sonaran a ramplonas e inalcanzables o bien porque se me entiende poco lo que escribo (pero a estas alturas no pienso ceder ni una forma verbal en desuso, ni un cultismo, ni una coma).
Realmente, mi alejamiento es, como creo que el de todos un poco, fruto de la dificultad, consecuencia del desánimo.
Ya no estoy en situación de andar contando en abierto lo que estoy haciendo para intentar rehacer mi vida laboral (no es que me dedique al tráfico de drogas; tranquilo algún malpensado); pero este ya no es el foro para hablar de ello, ni este ni ninguno, ojo; hay cosas que ya no han de vocearse y que a nadie le interesan.
Realmente, como tenía previsto, una vez perdida mi situación anterior a noviembre, tan ventajosa (sobre todo si la comparo con la actual), no es exagerado afirmar que se me ha caído mi mundo; pero también es verdad que esa afirmación es más apropiada para referirse uno a pérdidas todavía más graves, como lo son las de salud cuando son graves o la de los seres queridos.
Da igual la finura o la exageración que empleemos, en este año, y lo que es peor, en los dos o tres que han de venir, vamos a ver como muchos de los que animamos este cotarro, gente entre los 30 y los 50, músicos, ex-músicos, aficionados, semiprofesionales o profesionales que hemos invertido mucho de nuestro tiempo libre, mucha de nuestra ilusión y bastantes (si no muchos) de nuestros ahorros en crear estudios domérticos, grupos musicales o actividades empresariales realcionadas con distintos aspectos de los que ocupan a Hispasonic, vamos a tener que abandonar; o, como poco, disminuir nuestra actividad y como consecuencia nuestra participación aquí.
Por esto es previsible que haya que estar prevenido a un aumento de la participación en los temas sociales, colaterales al sonido o la música en si; por eso conviene preaparnos y rearmarnos para evitar los malos modos y, todavía peor, la mala hostia porque sí, en este tipo de secciones, principalmete en "charla general" y "off topic".
Pero esto de las crisis, que cada uno la vive de una forma distinta, según dónde y cómo estuviera antes de ellas y según en la edad en la que te pilla, sirve para aclarar, despeja, mata, sin duda; pero también (como su etimología denota) sanea. Y también va siendo hora de que los que somos más mayores vayamos asumiendo que esto del juvenismo (término que acuño ahora; pero que está latente en la vida cotidiana y en el pensamiento desde los años 60) es otra patraña: hay de que ser consciente que las facultades y las pulsiones vitales van agotándose y que, salvo los Rollings, que también se han gastado sus buenos dineritos en transfusiones, a ciertas edades hay que ir dando pasos atrás o yendo más suave.
Pero suave o fuerte o discreto o vocero, lo que sí que está claro, que aunque esta Web ha demostrado ser capaz de perpetuarse, vamos a notar las bajas y las bajas (cada cual que lede el valor que quiera a esta palabra, cabe hasta el bélico) se van a producir.
Como seguramente se darán de baja (o serán dados) los actuales gobernantes, que han demostrado una incapacidad sin precedentes para aquelllo que no sea el clientelismo, el despilfarro, la mentira, el buenismo perverso y la incompetencia.
Preveo años muy duros y hasta que España tenga que salir del sistema en el que estamos, quizás todavía sirvan de algo las adhesiones a nuestros aliados (apesar de las añadiduras de laícismo como decían los periodicos de la derecha); porque esto, señores hispasónicos que me lean, va a acabar en concurso de acreedores estatal , en quiebra financiera total y en quebranto absoluto del estado de derecho, sino se pfrena el desempleo que está siendo solapado y paliado por el arraigo familiar y la economía sumergida: Nos van a tener que sacar nuestros vecinos de esto; pero el problema es que han de estar hartos de habernos dado en la época de la convergencia, de que lo hayamos dilapidado en buena parte en aventuras y garantismo; y, lo malo del caso, en eso sí tenía razón el gobierno de progres: hay una situación generalizada de inflexión, de retroceso: cuando los demás países salgan de esta situación en un par de años (a nosotros nos faltarán tres o cuatro años más, incluso siendo socorridos y, para que nos entendamos, recolonizados economicamente, osea que volvamos a ser pobres, baratos y sumisos) no volveremos a ver la situación dadivosa, alegre y consumista que se ha vivido en Europa desde mediados de los 50 hasta medaidos de los 2.000.
Todo más orweliano, con tensiones con otros países y zonas aspirantes, con escasez de materias y riquezas, con mucha menos gente necesaria para generar riqueza, el fin de la socialdemocracia y el estado del bienestar, el fin de la jubilación a los 60 , del tiempo libre ya veremos (desde luego habrá paro, pero eso no es tiempo libre, eso es miseria).
Pero estas previsiones sombrías; que hay cada vez más economistas que las refrendan (y no sólo Santiago Niño...) no van a eximir de responsabilidades muy graves a los actuales (y anteriores) gobernantes españoles.
Nos han fallado, una vez más.
De esto sólo se puede salir con proyectos comunes, no con el contento de las minorías.