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Para las placas no lo recomendaría. En la limpieza de la electrónica, creo que hay que diferenciar entre limpiar por limpiar, y limpiar porque realmente se necesite, ventile mal, se sobrecaliente, etc. Para una limpieza rutinaria y si no es electrónica de potencia, quitar el polvo o mugre de las placas es prescindible, en mi opinión. Aplicar líquidos que llevan disolventes y aceites puede ser contraproducente (a parte de pringar absolutamente todo). Si es de potencia (fuentes, amplis, etapas), es sensible a la temperatura o debe estar bien ventilada, un buen aspirado o un soplado del polvo es suficiente.
Un limpia-contactos estándar (tipo Lubrilimp 1 y 2, WD40, CRC) suele llevar: un disolvente que evapore rápido (normalmente alcohol isopropil o similar), y aceites muy finos para lubricar y desatascar (los de "residuo cero" como el Lubrilimp-0 sólo llevan alcohol). Bueno si, y también llevan algún perfume para que nuestro estudio o taller huela a... Lubrilimp
Estos sprays sólo estan hechos para limpiar contactos metálicos donde los contactos son metal-metal; interruptores, conmutadores, relés si me apuras... En esos componentes la limpieza con sprays va mas o menos bien, ya que con suerte el alcohol deshará algo o parte de la suciedad de los contactos, y el aceite la atrapará y arrastra, a la vez que lubricará o desatascará el mecanismo. Hasta ahí todo bien, suelen quedar bastante bien y salva al asunto a corto plazo.
Pero en potenciómetros de cualquier tipo, faders, rotativos, u otros componentes electromecánicos en los que el contacto es metal-elemento resistivo, creo que no es para nada adecuado y es contraproducente. Los potenciómetros deben trabajar secos. Esa aplicación se ha popularizado mucho y se usa masivamente porque da resultados inmediatos y de urgencia. Cuando se echa en abundancia (a veces inundando por completo el control) puede limpiar y barrer la suciedad que genera los ruidos (quizás salvando urgentemente un canal de mesa de un concierto), pero es muy probable que una vez se seque el solvente, si el líquido no ha podido salir, quede toda la suciedad esparcida por la pista resistiva, generando los mismos o incluso peores ruidos. Para colmo, en los casos de mucha suciedad puede ocurrir que el aceite se sature tanto de porquería que cree una pasta que puede ser abrasiva y cargarse dicha pista resistiva. Para mas colmo aún, el alcohol suele disolver la grasa original que da la suavidad y precisión de movimiento, y el tacto se vuelve rugoso y seco (porque se ha sustituído la grasa por una mezcla suciedad+aceites). En definitiva, a corto plazo parece que queda mejor, pero a medio plazo suele ser un desastre total para el potenciómetro.
En un fader de mesa (quizás motorizado y muy caro) puede salvar la situación en unas horas, para fallar de peor manera el día siguiente en frío, no vale la pena. En esos casos, si no se puede desmontar y limpiar bien, lo mejor es el aire a presión y aspirar...
Para pulir teclas, como ya se ha comentado, el "algodón mágico" o el "Aladín" va muy bien para las rayas de anillos y relojes, rayas finas, pero hay que ir con cierto cuidado ya que come bastante. Hablamos sólo de teclas; usado en plásticos con pinturas, tintas, serigrafía, etc, es muy peligroso y puede ser desastroso. En las teclas, su acabado no es muy brillante para mi gusto pero queda muy liso y suave. Para dar brillo espejo, lo que mejores resultados da son las pastas de pulir, o líquidos con pasta ya diluída, como el pulimento Titanlux. Las teclas, a menos que hayan sido repintadas, no decoloran al pulirlas, ya que el color está en el mismo material plástico.
Paro ya que me enrollo....
Saludos!!