Segunda etapa de un viaje a ya no sé muy bien donde.
La vida sigue. Y cuanto más tiempo pasa y más camino voy avanzando más voy abandonando la idea de que todo esto sea una primera ocupación.
Tras un par de entrevistas de trabajo de mi trabajo oficial fuera de la música todo parece fluir de otra manera.
Básicamente he abandonado la idea de dedicarme a esto a corto/medio plazo, y la he sustituido por la de ir poco a poco avanzando como hobby.
En este tiempo he cumplido uno de mis más profundos sueños vitales:
He ganado el concurso de la Euskal Encounter.
Y no solo en la categoría de música digital, también en la categoría de tracker:
Tras cerca de 15 años de participación, lo imposible ha sucedido. Con esto en mente, no me parece mala idea que el hacer música/fx para videojuegos pueda ser una cosa parecida.
El concurso de la Euskal, en si para mi siempre ha sido una mezcla de amor/odio intenso. Me inicié en la creación de música con los trackers y nunca llegué, he llegado, o llegaré a tener un nivel como el de los compositores que había sobre los años 2000. La edad de oro de este tipo de composiciones.
Algunos grandes trackers siguen dando guerra aún por hispasonic, ganadores del mítico concurso de PcManía, etc...
Hace tiempo que la escena desapareció como tal, o mejor dicho, se ha reducido a un número muy pequeño de participantes/activistas.
Muchas razones, retirada de los grandes premios en metálico de las competiciones que había, aparición de otros programas y sites (la misma hispa), ocaso de la escena DemoScene,...
En la categoría de música hecha con Trackers yo soy (de nuevo) un bicho raro. No soy old school, pues no compongo con los trackers clásicos (impulse/scream) y voy con un tracker de última generación, el Renoise. Pedazo de programa más cercano a un DAW que a un tracker. Se pueden hacer buenas composiciones con él, y el sonido que se puede obtener puede ser perfectamente pro, pues admite VSTs externos. Pare el concurso de la Euskal, para participar con Renoise e "igualar" con otros trackers más antiguos, no se permite uso de VSTs, en Renoise y se limita la composición a 2MB de samples.
Aún así, el resultado final de Renoise en términos de sonido tiene muchas más posibilidades que los trackers clásicos. Este es un punto muy complicado para el jurado a la hora de evaluar módulos en distintas plataformas.
De siempre he pensado que ganar con Renoise es prácticamente imposible, pero este año lo imposible ha sucedido.
El módulo que presento lo he hecho con tiempo, sin prisas pero sin pausa, con cariño, y buscando un estilo electrónico pero no muy definible, a base de distintas lineas melódicas y una progresión sencilla de percusión. Algo al estilo de bastantes módulos oldschool. Y al jurado le ha convencido: Primer puesto.
Es complicado explicar lo que significa para mi. Soy perfectamente consciente de que solo quedan los ecos de una gloriosa época pasada, pero aún así es lo mejor que hay hoy en día, y además el módulo ha tenido muy buena acogida dentro de la "Escena actual".
Un premio a la constancia.
Por si fuera poco, en la categoría de música digital (una categoría más abierta y convencional) también saqué el primer puesto.
Muy curioso que los jurados sean distintos y valoren distintas cosas.
El caso es que este año el cambio más significativo que he introducido en el tema que presento es el de añadir una acapella a la canción. La tengo trabajada para que no se note mucho, y le da al tema un nivel mejor en cuanto a sonido.
En el resto de cosas, un tema como el que otros años quedaba 6, 10 o 15... aunque siendo sinceros, no es el único cambio. Por un año he presentado un tema que yo pensaba que podía ganar dejando en segundo plano mis preferencias personales (Synthpop). No es que no me guste el tema, que de hecho me gusta mucho, y estoy muy satisfecho con él. Es que cuando lo compuse pensé en los elementos que debiera de tener un hipotético tema ganador. Pensé en un corte moderno, pero no excesivamente electrónico, una estructura no clásica de desarrollo, una cierta variación y un estilo elegante, pero no muy clasificable.
No me he hecho pajas mentales con temas como el mástering del tema (que aún así creo que es correcto). Y eso si, creo que es la mejor mezcla que tengo hecha. El proceso ha sido mucho más fluido de lo que esperaba, y el truco de mezclar en mono inicialmente, ha sido como una revelación divina.
Sé que todo esto tiene poca importancia, nula repercusión más allá del mundo de cuatro frikis que nos mantenemos en la creación digital de estas partys, pero para mi ha sido como ganar una medalla Olímpica.
Llevo unas semanas que cada poco tiempo recuerdo los momentos en la entrega de premios, y me viene a la memoria la frase que finalmente dije dos veces al micro.
La frase que llevaba tantos años preparada y que realmente pensaba que nunca iba a poder decir:
"...Hoy se cumple un sueño."
La vida sigue. Y cuanto más tiempo pasa y más camino voy avanzando más voy abandonando la idea de que todo esto sea una primera ocupación.
Tras un par de entrevistas de trabajo de mi trabajo oficial fuera de la música todo parece fluir de otra manera.
Básicamente he abandonado la idea de dedicarme a esto a corto/medio plazo, y la he sustituido por la de ir poco a poco avanzando como hobby.
En este tiempo he cumplido uno de mis más profundos sueños vitales:
He ganado el concurso de la Euskal Encounter.
Y no solo en la categoría de música digital, también en la categoría de tracker:
Tras cerca de 15 años de participación, lo imposible ha sucedido. Con esto en mente, no me parece mala idea que el hacer música/fx para videojuegos pueda ser una cosa parecida.
El concurso de la Euskal, en si para mi siempre ha sido una mezcla de amor/odio intenso. Me inicié en la creación de música con los trackers y nunca llegué, he llegado, o llegaré a tener un nivel como el de los compositores que había sobre los años 2000. La edad de oro de este tipo de composiciones.
Algunos grandes trackers siguen dando guerra aún por hispasonic, ganadores del mítico concurso de PcManía, etc...
Hace tiempo que la escena desapareció como tal, o mejor dicho, se ha reducido a un número muy pequeño de participantes/activistas.
Muchas razones, retirada de los grandes premios en metálico de las competiciones que había, aparición de otros programas y sites (la misma hispa), ocaso de la escena DemoScene,...
En la categoría de música hecha con Trackers yo soy (de nuevo) un bicho raro. No soy old school, pues no compongo con los trackers clásicos (impulse/scream) y voy con un tracker de última generación, el Renoise. Pedazo de programa más cercano a un DAW que a un tracker. Se pueden hacer buenas composiciones con él, y el sonido que se puede obtener puede ser perfectamente pro, pues admite VSTs externos. Pare el concurso de la Euskal, para participar con Renoise e "igualar" con otros trackers más antiguos, no se permite uso de VSTs, en Renoise y se limita la composición a 2MB de samples.
Aún así, el resultado final de Renoise en términos de sonido tiene muchas más posibilidades que los trackers clásicos. Este es un punto muy complicado para el jurado a la hora de evaluar módulos en distintas plataformas.
De siempre he pensado que ganar con Renoise es prácticamente imposible, pero este año lo imposible ha sucedido.
El módulo que presento lo he hecho con tiempo, sin prisas pero sin pausa, con cariño, y buscando un estilo electrónico pero no muy definible, a base de distintas lineas melódicas y una progresión sencilla de percusión. Algo al estilo de bastantes módulos oldschool. Y al jurado le ha convencido: Primer puesto.
Es complicado explicar lo que significa para mi. Soy perfectamente consciente de que solo quedan los ecos de una gloriosa época pasada, pero aún así es lo mejor que hay hoy en día, y además el módulo ha tenido muy buena acogida dentro de la "Escena actual".
Un premio a la constancia.
Por si fuera poco, en la categoría de música digital (una categoría más abierta y convencional) también saqué el primer puesto.
Muy curioso que los jurados sean distintos y valoren distintas cosas.
El caso es que este año el cambio más significativo que he introducido en el tema que presento es el de añadir una acapella a la canción. La tengo trabajada para que no se note mucho, y le da al tema un nivel mejor en cuanto a sonido.
En el resto de cosas, un tema como el que otros años quedaba 6, 10 o 15... aunque siendo sinceros, no es el único cambio. Por un año he presentado un tema que yo pensaba que podía ganar dejando en segundo plano mis preferencias personales (Synthpop). No es que no me guste el tema, que de hecho me gusta mucho, y estoy muy satisfecho con él. Es que cuando lo compuse pensé en los elementos que debiera de tener un hipotético tema ganador. Pensé en un corte moderno, pero no excesivamente electrónico, una estructura no clásica de desarrollo, una cierta variación y un estilo elegante, pero no muy clasificable.
No me he hecho pajas mentales con temas como el mástering del tema (que aún así creo que es correcto). Y eso si, creo que es la mejor mezcla que tengo hecha. El proceso ha sido mucho más fluido de lo que esperaba, y el truco de mezclar en mono inicialmente, ha sido como una revelación divina.
Sé que todo esto tiene poca importancia, nula repercusión más allá del mundo de cuatro frikis que nos mantenemos en la creación digital de estas partys, pero para mi ha sido como ganar una medalla Olímpica.
Llevo unas semanas que cada poco tiempo recuerdo los momentos en la entrega de premios, y me viene a la memoria la frase que finalmente dije dos veces al micro.
La frase que llevaba tantos años preparada y que realmente pensaba que nunca iba a poder decir:
"...Hoy se cumple un sueño."