Un saludo a todo aquél que se interese -por ser afectado o por otros motivos- en el problema que aquí se trata: las interferencias causadas por, debidas a, potenciadas por, emitidas desde... o sea la que sea la interpretación exacta del caso (al parecer conviene ser prudente en el uso del lenguaje y de los matices que éste difunde)... impulsados a través, etc., etc., los ya famosos reguladores de frecuencia.
A nadie se le escapa, a estas alturas, que son los instalados en máquinas elevadoras los que nos han provocado a la mayoría los problemas y molestias de sobra descritos. Y tampoco desconoce nadie que CUALQUIER FABRICANTE DE ASCENSORES QUE USE TECNOLOGÍA SEMEJANTE, hasta donde a mí me alcanza, es un potencial causante, coadyuvante, amplificante, sumante o vehiculante de las interferencias que a muchos nos han amargado y aún amargan. Todo lo cual significa, por lo que a mí respecta, que estaría exponiendo lo mismo -y en idénticos términos- tanto a OTIS, a SCHINDLER, a THYSSEN-KRUP o a IMEM... si los ascensores instalados en mi comunidad fueran de alguna de estas marcas (una de ellas, no obstante, PODRÍA ser una parte de MI problema concreto; pero esto aún no se ha podido demostrar: con tiempo, tal vez se consiga). Sin embargo, son aparatos ORONA, y de ellos debo hablar. Verán que no necesariamente mal. Y, a propósito: antes de continuar, debo dejar bien claro que agradezco sinceramente la disposición y la más que aceptable diligencia con la que ORONA ha respondido -además, con satisfactoria profesionalidad- ante una reclamación que les llega con unos cuantos años de retraso. Que esto haya sido así, sólo se debe a la indeterminación previa -por ignorancia, en definitiva- de las fuentes o causas del problema. "Al Rey lo que es del Rey", como suele decirse.
Procedo a describir la situación, de forma MUY sucinta, a día de hoy:
Un técnico de alto rango de la empresa -asumo que se trata de un ingeniero- se desplaza hace dos días desde Álava. Mantenemos una interesante charla -en la que, por ejemplo, se me informa de cómo sus aparatos se ciñen a impecables especificaciones técnicas y legales, cosa que yo NUNCA he puesto en duda: estoy convencido de que todo se ajusta a ley; otra cosa es que esa ley no esté del todo bien ajustada, lo cual supondría otro interesante y necesario debate- y procede a comprobar las cualidades (espantosas) del ruido de marras. La consiguiente controversia resulta "compleja", pero no voy a dar más detalles; al menos, de momento. A lo sucinto, pues...
Tras un buen rato de cambio de impresiones, de tests y de trasteos tecnológicos confidenciales (que tampoco llevaron demasiado tiempo: creo bastante evidente que sabían de sobra a qué se enfrentaban), CONSIGUEN "NEUTRALIZAR" la emisión de DOS ASCENSORES: los dos instalados en mi portal. Al menos, el ruido resulta ya tan débil y lejano que se podría describir como despreciable. Por supuesto, debido a que HAY OTROS MUCHOS ASCENSORES FUNCIONANDO AÚN sin reajustar, digamos, el problema persiste.
Por razones técnicas o de estrategia comercial-empresarial, que a mí se me escapan -o que sólo puedo intuír-, la empresa ha decidido, de momento, posponer la resolución total y definitiva de este caso; por lo que a ellos les toca, cuando menos. Confío en que harán, finalmente, lo que creo que es más razonable y conveniente para todos. Entre otras cosas, ha quedado demostrado que son capaces de hacerlo; con eficiencia, eficacia y rapidez.
Sólo debo apuntar, antes de terminar, en otras dos direcciones (las cuales van, parcialmente, en descargo o desagravio de la propia ORONA):
1ª/ La posible incidencia, en este tipo de eventualidades, de pre-instalaciones insuficientes o precarias, posiblemente abaratadas en "origen" (son cosas que no se ven cuando uno compra una vivienda, entiéndase; así que es imposible que no se nos pasen por alto a la mayoría).
2ª/ ¿Incapacidad de mantener el paso de los avances tecnológicos y en construcción civil, o cierto grado de inhibición? (prefiero descartar una palabra mucho más fea: connivencia) ¿Vacíos legales, indefiniciones de todo tipo o conflictos de intereses?... Esperemos que los ciudadanos -siempre los más débiles, ante problemáticas en las que se ven implicados grandes intereses económicos, industriales y comerciales, así como el propio Estado- nos veamos REALMENTE amparados por organismos fuertes, puestos al día, eficaces, rigurosos, exhaustivos y severos. Si este elemento falla (espero que no), ¡vamos aviados!
No dejen de reclamar y/o denunciar, pues. Incluso si creen que "ese ruidito, eventual y algo molesto" tampoco es para tanto: cuantos más lo hagamos, más caso se nos hará.