Perdón por el off topic; pero que triste ha de ser una negativa a una mamada (fellatio en este hilo) precedida de un lapidario: no pongas en mi boca cosas que no he dicho..
Por cierto ahora que vengo de un óbito, para lapidaria aquella de Chicho del chocho al nicho, que con tanto desparpajo y tan poca sutileza grabó aquel escultor fúnebre para el entierro de un neonato finado llamado Chicho.
#154
¿a ti nunca te echan?
¿Un polvo?, ¿del trabajo?, ¿de casa?, precisa más, por favor.
El solfeo se creó una vez. ¿Cuándo? ¿Por quién? ¡Vaya momento de inspiración! Ya estamos otra vez hablando de lo que, obviamente, ignoramos.
La gente que trae a cuento ese tipo de observaciones siempre las hacen en ese sentido: talento frente a trabajo, nature vs nurture, etc., el eterno debate absurdo y cansino de los acomplejados tratando de echar tierra sobre su miedo a la mediocridad, confiando en que la mano divina de los dones inefables les saque de ella. Que les toque la lotería, vamos, no en vano este país es uno de los que tiene mayor gasto per cápita en juegos de azar, de lo cual me congratulo porque me ahorra un güebo de impuestos. ¿Qué otra razón puede tener hacer un comentario así en una discusión como ésta?
No es ninguna técnica profesional, es mero sentido común e interpretación de una frase en un contexto, no te puedes escudar en la literalidad. Es como el chiste de "-¿Preguntar ofende? -No -¿Es usted gilipollas? No digo que lo sea, no ponga palabras en mi boca, sólo lo he preguntado."
Tú llamas al profesorado sobrevalorado, sin decirnos por qué, que disfrutan de privilegios (que te paguen por tu trabajo o tengas un calendario acorde con él ahora resulta que es un privilegio y que nuestra vocación debería hacernos estar agradecidos de que nos dejaran corregir exámenes y tratar de educar a gente que viene a clase con una soberbia tal que, en espíritu, no les deja pasar por la puerta), dices que hay profesores que no son inteligentes, hablas vagamente de corporativismo, luego reivindicas que todos los profesores deben ser vocacionales y tener ese don inefable que distingue a los tocados por la mano divina...
Mira, dije, no haces más que hacer juicios que lo único que demuestran son tu ignorancia de la discusión en la que pretendes participar. Nadie sabe de todo, a mí no se me pasaría por la cabeza participar en una discusión, digamos, sobre mecánica del automóvil, más que para preguntar humildemente y aumentar mis magros conocimientos de la materia. No llegaría y soltaría directamente que el precio de la mano de obra está sobrevalorado y que los mecánicos no son inteligentes, me lo ha dicho mi nobieta que trabaja en una gasolinera, porque me las darían todas en un carrillo, y con razón. En el hipotético caso de que fuera mi opinión genuina, al menos tendría la humildad de reconocer que es una opinión poco formada y, por lo tanto, irrelevante e indigna de ser expresada en público de manera categórica.
Ah, ¿que le falta agarre, encanto...liderazgo?, seguro que es un profesor estupendo y marido...ni te cuento...