Qué bien me caía este tío y cómo sentí su pérdida.
magnífico tema, por cierto.
Y a ti, como profesor, ¿qué te parece que Montreux o San Sebastián se abran tanto al R&B y otros estilos menos jazzeros todavía?
A mí lo de sacrilegio que pueda ver alguno me la bufa, en general, y esto tiene que ver con la docencia, me parece buenísima la permeabilidad, uno de los grandes logros (ño) de mi tierra fue abandobar la ranciedumbre y establecer un pacto con los de los pueblos (entre otras cosas porque la burguesía,( para eso es privilegiada en la información) sabía que iban a ser ricos en poco tiempo los gañanes..
Pero por otro lado veo estas mixturas un poco farphollas...
El primer paso sería hacer una carrera de Magisterio como Dios manda, porque ahora mismo es una FP de 3 años, y, por otra parte, que las plazas se ganen como en el MIR. Es lamentable el nivel de los futuros profesores y que se comparen con gente que estudia carreras muy difíciles, con el pretexto de que aguantar a 20 chavales es muy duro...es aún peor. Yo soy licenciado, y hay semanas que aguanto a 20-25 personas, que me intentan joder por todos los lados y tengo que sonreír y aguantar sus tonterías, por mucho menos dinero que un profesor. Y no me vengáis con que oposite, que sacar una plaza de magisterio no es estudiar física cuántica precisamente, a la vista de las últimas macro-convocatorias.
En cuanto a la diferencia horas lectivas - horas a disposición del centro (tutorías, entrevistas con padres, etc.), según mi experiencia, y he hablado con muchas personas sobre ello, lo cierto es que las clases por lo general no se dan completas y las tutorias y entrevistas con los padres son escasísimas. Antes de que me ataquéis, diré que fui a un buen colegio privado y cambié a de instituto en Bachillerato a dos públicos...la diferencia es abismal: parásitos apáticos y aburguesados en el público, salvo honrosas excepciones, y profesores entregados en el privado. Está claro que el que te pueden despedir, es un graaaaaan incentivo para espabilar.
En definitiva, para una educación de calidad se requieren profesores de calidad, utilizar el dinero público con más racionalidad, reducir el número de asignaturas (quitando informática, educación para la ciudadania y demás chorradas inútiles...y en las carreras las optativas y las de libre elección) y conservar las básicas (matemáticas, lengua, inglés, ética, historia...), como primer paso.