Hola de nuevo Hispasónic@s,
antes de nada, gracias
#27 hurm y
#28 alecurox por vuestros comentarios.
Hoy voy a aprovechar que tengo una tarde medio libre para contaros cómo le instalé el emulador USB a este teclado. Os adelanto que no fue nada sencillo.
Como ya comenté en una respuesta al compañero Last System cuando me preguntó acerca de ponerle un emulador USB al teclado, la disquetera del N364
NO lleva la típica conexión de disquetera de ordenador (conexión estándar IBM de 34 pines como la de la siguiente foto)
sino que lleva un cable plano de 26 pines (llamados FFC, del inglés “flat flexible cable”).
Pero no solo eso, sino que el cable es de 34mm de ancho y 1.25mm de separación entre contactos.
El problema de esto es que los cables más habituales son de 1mm de separación entre contactos (hay también de 0´5mm, 0´8mm, etc…) Pero lo habitual, como digo, es el de 1mm. Muchos de los adaptadores que venden por Internet para el N364 tienen esta separación de 1mm entre pines por lo que si compráis uno y tenéis esta disquetera
NO OS VA A SERVIR. Si no me equivoco, Korg sacó una serie de N364 que tenían 1mm de separación entre pines en la disquetera. Por este motivo se venden estos adaptadores. Al parecer, las disqueteras de cable de 34mm y 1´25mm de separación (como la de este teclado) no eran lo habitual. Tened cuidado con esto y aseguraos de que compráis lo que necesitáis. Los adaptadores no son baratos. Hay algunos otros detalles a tener en cuenta pero no voy a enrollarme más con esto. Si alguien tiene dudas, que se sienta libre de preguntar. Si puedo ayudarle, estaré encantado de hacerlo.
Yo decidí hacerme mi propio adaptador. Así me aseguraba de que todo iba a funcionar sin problemas (iluso de mí)
Lo primero que tenía que saber era qué función tenía cada pin del cable plano. Para ello busqué en el manual de servicio del teclado donde aparece esta información:
Una vez clara la función de cada pin del cable plano, había que buscar la función de cada pin del emulador USB. Si el emulador sustituye a una disquetera, es lógico que los pines del emulador sean los mismos que los de una disquetera estándar IBM 34 pines, y si algo bueno tienen los estándares, es que toooooodo lo que cumpla ese estándar, va a ser siempre igual. Por lo tanto sólo tuve que buscar en internet el pinout (así se llama) de una conexión standard floppy IBM (toma ya los nombres raros que se gastan los inglesitos)
Con esa información, tan sólo había que ver qué pin del emulador debía conectarse a cada pin del cable de cinta del N364. Me hice una tabla Excel para tenerlo todo un poco más controlado:
La idea era coger (agarrar para nuestros amigos de sudamérica) una placa universal de circuito, soldarle una base para cable plano por un lado, una base para cable IBM de 34 pines por otro y hacer las conexiones de los pines con soldadura. Estas fotos os darán una idea de a qué me refiero:
Como las soldaduras son en puntos relativamente pequeños y la edad no perdona, tuve que ayudarme de una lente de aumento. Esto, y el “pulpo” para sujetar las piezas son muy útiles para estos trabajos:
Si os habéis fijado, es MUY IMPORTANTE tener bien clara la numeración de los pines. Por eso tengo marcado el pin 1 en la última foto. Veréis también que la base lleva un chaflán en esa esquina. Ese chaflán marca el pin 1 peeeeero, como esto es una placa casera en la que sueldo bases por un lado, bases por otro, el cable viene desde una placa distinta, etc… es posible que al final el pin 1 acabe siendo el 26 y viceversa. Os aseguro que puede pasar.
Bueno, al final de la película, cuando terminé de soldarlo todo, este fue el resultado:
No queda muy bonito pero, como veis, el objetivo es que fuera algo “plug and play”; es decir, un cacharrito que se colocase al emulador USB y sólo hubiese que conectarle el cable de cinta. Además, como va dentro del teclado y no se ve, la funcionalidad queda por encima de la estética. En ese momento sólo quedaba conectarlo y probar que funcionase. Pero claro, para ello tenía que montar todo el teclado de nuevo y aún tenía mucho trabajo en él, por lo que tuve que esperar semanas hasta que lo pude probar. ¿Qué creéis que pasó cuando lo conecté? ¿Qué funcionó? Pues EEEEEERROR!!!!
Cuando lo puse en marcha ni siquiera se encendía el display del emulador. Me quería morir. No sabía qué demonios había pasado. Había mirado todo una y mil veces. Me podía esperar que no leyese los pendrive o el teclado no reconociese al emulador pero, ¿ni siquiera encenderse? Vaya desastre.
Pero nunca hay que rendirse, volví a desmontarlo todo y a repasar conexión por conexión cada cable… bueno, en realidad sólo repasé dos cables porque me di cuenta enseguida de dónde me había equivocado. ¿Recordáis que os dije que desde la placa del teclado hasta el emulador los cables “se dan la vuelta” varias veces? Pues me pasó eso. El cable que había marcado como 1 era el 26 y había hecho todas las soldaduras al revés. Tuve que hacer un nuevo adaptador desde cero. Recé porque no se hubiese estropeado el emulador y…. voilà:
El emulador vivía. Ahora había que comprobar que funcionaba bien. Formateé un pendrive con el propio emulador y lo hizo bien. Pero ese proceso no requiere comunicación con el teclado. Sólo con que el emulador tenga alimentación, puede hacerlo. Para comprobar que el emulador “se entendía” con el teclado, probé a descargar los bancos de sonidos al pendrive.
Y no funcionó. Me estaba pasando EXACTAMENTE lo mismo que me pasó en el Korg T3 y que al final me hizo desistir de instalarle el emulador y dejarle la disquetera original. Pero hay una frase que me encanta y es
“A veces se gana y otras se aprende”. Con el T3 no gané pero aprendí. Leyendo y leyendo di con un texto donde explicaban que no todos los emuladores generan la señal “drive ready” y que, cuando esto ocurre, hay que soldar el pin 19 a masa (no voy a entrar en detalles). Así que abrí de nuevo el teclado, soldé el pin 19 a masa y, TACHÁN!!!
El emulador empezó a funcionar. Probé a grabar y a leer bancos y programas sueltos y todo lo hacía a la perfección.
Habían sido muchísimas horas buscando información (a veces prometo que pensé en abandonar este punto y dejarle la disquetera), también mucho tiempo buscando los componentes adecuados para que todo acoplase, algo de frustración al ver que las cosas no funcionaban pero, al final, la satisfacción fue enorme al ver que se habían salvado todos los obstáculos y que el objetivo estaba cumplido.
Cuando empecé a escribir el hilo de la restauración pensé en dejar los fallos y contratiempos para el final pero, ya que os he contado este del emulador, os voy a contar otro que tuve con el display.
Si recordáis el post donde os expliqué cómo arreglé la retroiluminación del display sabréis que lo probé y el display encendía sin problemas. Pues bien, cuando monté el teclado y lo puse en marcha, la retroiluminación no se encendía. Me quedé a cuadros. Yo mismo la había visto funcionar y no entendía qué estaba ocurriendo.
No me quedaba más remedio que volver a abrir el teclado y comprobar que la fuente de alimentación estaba funcionando bien. Al final, la retroiluminación no son más que dos pines a 70-100 voltios de alterna.
A los conectores donde estaba conectado el backlight NO LES LLEGABA TENSIÓN. Ahí debían haber en torno a unos 130/140 voltios (al no haber carga) y no había ni siquiera uno. Os confieso que esto me preocupó muchísimo. Me temía que algún componente de la fuente de alimentación se hubiese estropeado. No quedaba más remedio que tirar de esquemas e ir midiendo en diferentes puntos de la fuente hasta averiguar dónde estaba el fallo.
Y cual fue mi sorpresa cuando medí en el primer componente justo antes de las conexiones y comprobé que funcionaba bien. Las soldaduras estaban bien ya que daban continuidad así que no le encontraba explicación (si a alguien se le ocurre algo, soy todo ojos para leer). Así que decidí ser práctico y soldé unos buenos cables entre los puntos que tenían tensión y los que DEBÍAN tenerla.
Y funcionó. No me preguntéis ni cómo ni por qué, pero funcionó y, al volver a montar el teclado, el backlight brillaba perfectamente.
Para los que os estéis preguntando: “¿pero no nos has dicho que la retroiluminación funciona alrededor de los 70 voltios?, ¿cómo es que ahí se miden 153?” Pues bien, como os decía un poco más arriba, esto es así porque las bornas están “al aire” y no hay carga conectada. Cuando se le conecta el display, la tensión va a su sitio.
Y lo dejo aquí por hoy.
En estos momentos estoy dudando entre hacer un megapost final y mostrar ya el resultado final (valga la redundancia) o dividir el contenido en dos. Si hago sólo uno sé que va a quedar bastante largo pero si hago dos, uno de ellos va a ser con muchas “cosillas sueltas” y a lo mejor es algo desorganizado. Bueno, lo tendré que consultar con la almohada.
Un abrazo!!!