Robert Fripp, fundador de King Crimson, músico con David Bowie, Brian Eno, The Police…
Hubo un tiempo en que la música se hacía por la música y el dinero sólo servía para poder seguir haciendo música, música con la gente para la gente; música que se pagaba a sí misma en el momento en que fluía en comunión entre las personas y los artistas…
¿Y qué ha pasado?
Entre la gente y el arte se interpuso una legión de mercaderes oportunistas atraídos por el dinero fácil. Al principio, esos individuos trabajaban para los artistas, pero, poco a poco, fueron convirtiendo la música popular, una forma de cultura genuina, en un mero medio para acumular dinero, y a los músicos, en siervos de su avaricia
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Tal vez los gustos han cambiado…
Cada generación tiene sus voces, cierto; Bob Dylan, John Lennon, Jimmy Hendrix… Y cada uno elige de entre ellas las suya, pero lo que no varía es la necesidad de autenticidad que tiene todo artista hasta que convierte su arte en un mero medio de hacer dinero. En ese momento se traiciona.
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No es una preocupación artística.
Gente así ha conseguido que el artista no pueda decidir los términos de su propio contrato…Por eso cuando se me acerca un chaval con clase y me pregunta cómo ser músico profesional, le digo: “Hazte fontanero, amigo: será la forma de ser más libre y creativo como músico en tus ratos libres”.
Que se abra el debate...
Salut!!