Lo sé, hay funciones como el site y el filetype muy útiles.
No habrá paz para los negados.
Capitulo 1
Los regidores alzaron los letreros luminosos y el público comenzó a aplaudir con entusiasmo mientras los grandes paneles multicolores se abrían y unas fanfarrias electrónicas daban la bienvenida a:
—¡Kirk Strauss! ¡Nuestro maestro de ceremonias! —la voz en off, femenina y sensual, llenaba el set de televisión e invitaba a los espectadores a alzarse en sus asientos para recibir con entusiasmo al apuesto Kirk. Éste, desplegando todo su encanto y carisma, mostró el resultado de lo último en ortodoncia y cirugía esteticodental en una sonrisa insultantemente perfecta.
—¡Gracias! ¡Muchas gracias a todos ustedes por venir! Bienvenidos a “Asuntos ajenos”. Les prometo que esta noche intentaremos hacer una velada lo más entretenida y amena posible para todos y cada uno de ustedes. Déjenme que les diga que hoy comenzaremos con una entrevista muy, pero que muy especial.
Los regidores alzaron de nuevo los carteles, esta vez con la leyenda “Siéntense, por favor”.
—Hoy tendremos con nosotros un caso especialmente dramático; una historia que a muchos de ustedes puede que les resulte familiar, puesto que de algún modo su protagonista es parte de nuestra vida cotidiana y es alguien a quien estamos acostumbrados a ver a diario, aunque, y esto es parte del problema, no le hemos dado la importancia que quizás se merece.
Algunos espectadores se agitaron nerviosos en sus butacas, intentando adivinar quien era el invitado que se ocultaba tras la cortina a la entrada del plató. Uno de los carteles se iluminó: “Silencio, por favor”.
—Hoy contaremos en primera persona la desgarradora historia de… ¡Función Uno! ¡La tecla menos usada en un ordenador personal! ¡Recibámosle con un fuerte aplauso!
Los regidores hicieron su trabajo y el público, en pie, aplaudía con fuerza a pesar de que en la mayoría de sus rostros se dibujaba una expresión de cautela y desconcierto. “¿Función qué?”, “¿quién es ese?”, se preguntaban mientras el plató se oscurecía y un potente foco iluminaba la entrada llena de niebla y flashes estroboscópicos.
Con paso inseguro, cegado por las luces, Función Uno, la tecla de ordenador más conocida como “F1”, se adelantó hasta llegar al centro del plató. Allí le esperaba Kirk Strauss, que le recibió con el apretón de manos más profesional que le he habían dado en toda su vida. Las manos de F1 sudaban ligeramente. Las de Kirk no.
—Bienvenido señor Uno. Por favor, tome asiento, si es tan amable…
—G…gracias.
—Disculpe pero ¿cómo debo llamarle? ¿Señor Uno, Don Función…?
F1 intentó mirar al presentador a la cara, pero uno de los focos le cegaba y sólo pudo adivinar un rostro lleno de líneas rectas, mandíbula cuadrada y piel bronceada. Aún así F1 pudo ver que el señor Kirk tenía unos dientes muy blancos. Al señor Strauss le gustaba mucho sonreír. F1 decidió que el señor Kirk le caía muy mal. Nadie que sonríe tanto puede ser bueno.
—Puede llamarme Efeuno. Así me llaman mis amigos… los pocos que aún me quedan.
—¿Efeuno? Bien, Efeuno, dígame ¿Por qué está aquí? ¿Qué le ha hecho cruzar medio país para llegar hasta nosotros? ¿Por qué ha decidido compartir sus experiencias personales con el resto del mundo?
La luz que cegaba a F1 se desplazó y éste pudo mirar a Strauss directamente a los ojos. Seguía sonriendo. F1 introdujo una mano en el interior de su chaqueta, extrajo un arma y apuntó con ella a la cara del señor sonrisa dentrífica.
—Tío, me caes fatal. Jamás he soportado ver entero uno de tus programas y me importa una mierda si eres el tío más guapo, más famoso, más rico o con la polla más gorda de la televisión. Así que créeme cuando te digo que si no haces exactamente lo que te digo incrustaré tus sesos junto con tus putos dientes de titanio y porcelana contra el decorado que hay detrás de ti. Tengo una historia que contar y juro por mi alma condenada que este maldito país la va a escuchar... A mi manera.
Y para demostrar que la cosa iba en serio apuntó el arma hacia el techo y apretó el gatillo.
Esta vez el público se levantó de sus asientos y comenzó a gritar sin necesidad de que los regidores mostraran ningún cartel.
(continuará)...
¡No se pierdan los siguientes capítulos de “No habrá paz para los negados”!
¡Tiros, explosiones y persecuciones!
¡Zombies alienígenas mutantes!
¡SEXO!
¡¡ACCIÓN A RAUDALES!!
¡¡¡Y RECORDAD QUE DEBÉIS USAR LA TECLA F1 CUANDO TENGÁIS UNA DUDA A LA HORA DE MANEJAR VUESTRO SOFTWARE FAVORITO!!
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yoberog for F1.
vas muy rapido tio.....!!!!
nos has dado una vuelta bien dada a unos cuantos!!!
fenomeno!!!!
Por cierto, Gore, un hilo veraderamente brillante.
Que bueno Yoberog jejejeje, deberías buscarle un amigo a F1 que bien podría ser f3, usease: "buscar", también bastante olvidado y muy útil...
Ostras, qué historia tan buena, y eso que la he leído por encima porque estoy trabajando.
Oh, sí, divino F1... de haber tenido F1, Frankenstein no habría nacido defectuoso, no se habría colado ningún caballo en Troya y la máquina del cambiazo del Profesor Bacterio no causaría tantos estragos. Utilicémoslo, como a las lenguas medio muertas, para que siga estando medio viva.
Pd. Me importa una mierda lo del MegaUpload, pero si cerraran el wordreference me pegaba un tiro...