Mismo problema, creo que es endogeno de algunos de nosotros.
Coincido con la mayoría de las opiniones y experiencias que leo en el hilo.
De hecho para alguno de nosotros el componer no deja de ser un proceso en parte muy frustrante.
No deja de ser una batalla constante.
Hay equilibrios complicados, el ser exigente con tu propia música o creación te hará componer menos pero en su justa medida te hará componer con más calidad. El ser excesivamente exigente te hará paralizarte constantemente.
Hay sesgos que hemos de tener en cuenta. La música hecha por otros siempre sonará mas sorprendente a nuestro cerebro, pues no la hemos creado nosotros.
En otras canciones las sucesiones de acordes nos pueden sonar muy estimulantes y en las nuestras previsibles. En parte puede ser debido a que somos los propios creadores de los temas, es muy difícil "autosorprendernos".
Y digo difícil, porque jugando con un cierto "random" en nuestras composiciones obtendremos algo que nos pueda sorprender, pero entonces nos entra la duda de si somos los verdaderos creadores del tema y este evoluciona a donde nosotros queremos o si no tenemos control sobre lo que estamos haciendo.
No creo que haya reglas universales y es cuestión de manejar equilibrios inestables que van cambiando a medida que vamos evolucionando en este hobby.
Coincido con que cuando las cosa fluyen hay que dejarlas desbordar y probablemente sean esos nuestros mejores temas.
A mi lo que me ha funcionado a la hora de "acabar" algún tema son varias cosas:
1) Deadline. Sin ella el tema evoluciona hasta el hartazgo y hastío más absolutos.
2) Restricciones. La primera de ellas ya la he comentado, la restricción de tiempo, pero no solo eso, restricción de recursos, de objetivos a buscar con el tema, de estilos,...
3) Bocetos. Desde hace relativamente poco guardo TODO lo que hago en una carpeta de bocetos. La mayoría son 8 compases de cosas que me suenan prácticamente iguales y sin ningún valor. Esta carpeta engorda y engorda. Con el tiempo buceo sobre los audios de los bocetos, y resulta que no son tan iguales y tampoco tan faltos de interés. Últimamente uno de los ejercicios que suelo hacer es el de repescar bocetos que evoluciono más o incluso "termino".
4) El poder de la noche. Como se ha dicho, algunos de los temas que más me gustan los he compuesto prácticamente en una sola noche. Esto crea un escenario inverso al típico ejercicio de frustración del "escenario imposible". Virtualmente te da la idea de que en cualquier momento puedes hacer el tema que quieres. Es cuestión de tener cafés a mano.
5) Autoexigencia vs Autoevaluación. Dependiendo de nuestros objetivos a la hora de hacer música (objetivos que voy cambiando constantemente) no es lo mismo intentar hacer música de la mayor calidad según nuestro criterio, que ser capaz de saber que es lo que más gusta de lo que hacemos.
En mi caso, gran parte de la carpeta de bocetos o pruebas suele gustar más a mi audiencia (mujer e hijos
) que algunas de las canciones que elijo para terminar.
6) No somos nadie, nunca lo seremos y moriremos así: siendo estrellas anónimas.
El mundo está lleno de música y músicos mucho mejores que nosotros. Talento desbordante sin descubrir. El reconocimiento de nuestra música pasa por estrategias de marketing, no de composición.
La calidad no se abre camino por si sola.
Como compositores intentamos mejorar en todo lo posible, aprendiendo más y más, en todos los campos del sonido/composición... esto no nos llevará al reconocimiento. Dentro de nuestros conocidos compositores, somos audiencia/evaluadores/competidores/envidiadores/admiradores... y muchas cosas más todo a la vez. Difícilmente seremos followers. Y fuera del "mundillo" de los que estemos metidos en la creación musical, conseguir followers depende MÁS de un buen marketing que de la calidad. Y digo MÁS, no SOLO.
7) ¿Por qué estamos aquí?
Sinceramente no tengo ni idea.
No sé por que vuelvo a abrir el Reason cada x tiempo.
No sé por que estoy aquí, a donde voy y así difícilmente sabré si he llegado a ningún sitio.
Realmente creo que nada de esto merece la pena el esfuerzo que me lleva para el poco fruto que le saco.
Ni en la música ni en casi nada en esta vida.
El sentimiento es de naufragio, pero sin lugar al que volver...
Y es muchas veces de este sentimiento del que fluyen las ideas para volver a frustrarme en bucle infinito componiendo nuevos
Muchas veces he pensado en lo que comentas en el hilo, creo que casi todos lo hacemos constantemente.
Suerte y a darle al REC.