Vengo a proponeros un debate sobre el cual he pensado mucho en los últimos años.
Una de mis mayores búsquedas ha sido la de encontrar el mejor método que se adapte a mi manera de componer. Un método que sea lo más fluido posible, sin trabas, espontáneo, creativo...
Mis primeras incursiones en la composición fueron sobre el piano. Tocando. Cierto es que la composición siempre estaba limitada a mis capacidades técnicas. Así que si no sabía hacer escalas y arpegios muy rápidos pues la obra carecía de ellos. Eso sí, el método era fluido, espontáneo y creativo. Aunque sí que es verdad que como contra a veces la fluidez bajaba en algunos momentos porque más que componer estaba buscando algo que sonara bien. Y esa búsqueda mermaba la continuidad, la concentración y la creatividad.
Mi primer profesor de composición me recomendó que intentara componer sólo sobre la partitura. Claro está, al ser armonía tonal (corales, preludios, scherzos...) era más fácil. Durante un tiempo lo hice así con muy buenos resultados. Era un método bastante fluido. Debo confesar que a veces tenía que comprobar en el piano lo que había escrito. Pero principalmente componía pensando ritmos, melodías, armonías, regiones a las que modular, estructuras (ABA, ABCA... lo que sea)... Lo bueno de todo esto era que me servía más de la imaginación que de la búsqueda de sonoridades. Con lo cual era más fluido. El problema... como no tengo una capacidad del solfeo muy grande, solo fluyo con melodías y armonías tonales, y ritmos sencillos. Cuando intento componer en un lenguaje más contemporáneo y/o de banda sonora la cosa se complica bastante. ¿Sabéis si Debussy, Stravinsky o incluso John Williams componía únicamente sobre el papel? ¿Se ayudaban del piano? ¿O componían sobre el instrumento y después lo escribían?
Posteriormente empiezo a componer sobre el Cubase, pero detecto que la cosa se complica cuando uso una orquesta sinfónica. Es complejísimo ver las duplicaciones que estás haciendo en el secuenciador. O incluso, a vista de pájaro, ver y entender la obra en cuestión de forma, modulaciones, etc. Mi segundo profesor de composición, en este caso de música para cine, me dice que esta problemática es normal en el DAW. No recomienda componer sobre el secuenciador. El método que me sugiere, y como buen alumno intento practicar con no pocos quebraderos de cabeza, es componer sobre partitura. Eso sí, primero una versión reducida de melodía y armonía; y después orquestarla. Ya por último, secuenciarla con las librerías orquestales pertinentes. La problemática está clara. Al menos para mí, es muy complejo imaginar relaciones entre notas y acordes que no sean tonales. La cosa se complica bastante ya que estos estilos no se pueden encasillar casi nunca en la tonalidad. Este método se me hace lentísimo. Tengo que pensar en muchos intervalos y ritmos.
Creo que mis dos profesores de composición se llegaron a acostumbrar a componer sobre partitura porque ninguno de ellos era pianista. A mí me resulta muy cómodo componer tocando. En contra partida, a veces no sé muy bien lo que he hecho. Cuando intento captarlo en la partitura ya se ha ido. ¿Cómo lo hacéis vosotros, pianistas hispasónicos?
En estos menesteres, música contemporánea y bandas sonoras, creo que intentaré un tiempo fusionar el método de escritura en partitura, ya que no está limitada por mi técnica pianística; y el método de búsqueda en el piano, ya que a veces parece que mi imaginación habla más por mis dedos que en mi oído interno.
Ésta es por encima mi perspectiva sobre el tema. ¿Cuál es la vuestra?